Russafa Escènica

Russafa Escènica | #Reset
Festival de Tardor
Del 23 de septiembre al 3 de octubre de 2021

¿Qué es la experiencia visionaria y cómo se podría traducir en el mundo contemporáneo? Esta es una de las interrogantes que se plantea la compañía catalana Las Detectives en su obra ‘Pienso casa, digo silla’. Los responsables de Russafa Escènica, con Jerónimo Cornelles, director artístico, y Dídac Domènech, director de producción, a la cabeza, arrancaron el Festival de Tardor hace 11 años y a buen seguro que ni se imaginaban que llegarían hasta aquí, sorteando infinidad de obstáculos. El último, la pandemia que casi les obliga a suspender la pasada edición, y algunos otros más sistémicos, como las acuciantes y siempre lentas ayudas públicas.

Experiencia visionaria que ahora, transcurrida una larga década, pueden decir que les ha servido para madurar. “Estamos en un momento de madurez que no teníamos antes”, señaló Cornelles, añadiendo que las cosas que entonces se veían como “tragedia”, ahora se afrontan como “soluciones”. Ese cambio de mentalidad llega precisamente en el instante en que la pandemia por la covid-19 ha alterado el rumbo social y cultural de medio mundo. Cambio que ha propiciado la elección de #’Reset’ como tema para esta edición.

‘Sobre rodes’, de Yldor Llach. Imagen cortesía de Sala Russafa.

“Hay un reinicio evidente, unas ganas de volver a empezar”, resaltó Cornelles, desde la atalaya que proporcionan esas 11 ediciones y con la intención de “reinventarnos, aunque lo hayamos hecho en cada edición”. Esa reinvención constante viene acompañada de ese aplomo adquirido con los años: “Nos ubica en un lugar distinto en el que estábamos, con el equipo más consolidado”, agregó. Reinvención que, en este caso, pasa por ampliar el radio de acción del festival mediante el proyecto ‘Via Escènica’.

La idea es que las compañías que participen en Russafa Escènica puedan contar con un espacio de ensayo en diferentes municipios valencianos, con el fin de acercar sus propuestas a espectadores y programadores culturales, posibilitando el acceso de nuevos públicos. Alboraia, Aldaia, Almussafes, Bellreguard, Foios, Picassent y Sollana son los primeros siete municipios con lo que echa a andar esta iniciativa.

‘Via Escènica’, según sus responsables, “permitirá facilitar el espacio de trabajo para las compañías, abocadas en muchas ocasiones a alquilar espacios teniendo pocos recursos, durante la producción de sus creaciones”. “Las compañías seleccionadas por sus viveros podrán ser programadas por los municipios que les hayan seleccionado hasta julio de 2022”, según se hace constar en el programa.

‘Pienso casa, digo silla’, de la compañía Las Detectives. Fotografía de Anna Fàbrega por cortesía de Russafa Escènica.

Esta novedad coincide con el año en que se han recibido más de 100 propuestas de compañías valencianas para bosques y viveros, las dos modalidades (diríamos que el largometraje y el cortometraje en versión escénica) con que cuenta el festival, además del Invernadero que permite la inserción laboral de jóvenes estudiantes, en esta ocasión dirigido por El Conde de Torrefiel, con la pieza ‘Ultraficción Nr.3’ que se representará en el Teatre El Musical.

Entre los Bosques de compañías nacionales, se encuentra la mencionada ‘Pienso casa, digo silla’, de Los Detectives, que acogerá La Rambleta. La experiencia visionaria, antes aludida, aparece en el núcleo de la obra de Maria García Vera, Mariona Naudin y Laia Cabrera. ¿En esta era de las imágenes muertas, qué valor tiene la imaginación?, se preguntan igualmente esas inquietas “detectives”. Aquella imaginación al poder de mayo del 68, aparece aquí de nuevo, formulada ahora como cuestión en la línea del reseteado anunciado como lema.

Escena de ‘Lo Pequeño’, de Cris Blanco, Jorge Dutor y Guillem Mont de Palol. Imagen cortesía de Rusafa Escènica.

‘Lo Pequeño’, de Cris Blanco, Jorge Dutor y Guillem Mont de Palol, es la colaboración del Teatre Escalante de la Diputación de València para Russafa Escènica y que se presentará en La Mutant. “Es un lugar en el que sublimar lo cotidiano y lo pequeño, un espacio de extrañezas que explota en situaciones llenas de humor y de absurdo”, se apunta en la sinopsis de la obra, en concordancia con este tiempo extraño de pandemia, al que el humor como antídoto no le viene nada mal.

Espacio Inestable, junto a los ya mencionadas Rambleta, El Musical, La Mutant, a los que se suman la SGAE de la Comunitat Valenciana, la Universitat de València, el Monasterio de San Miguel de los Reyes de la Dirección General de Cultura y Patrimonio, y el propio Centre del Carme del Consorci de Museus, donde se ofició la presentación del festival, se encargará de acoger la pieza ‘Ningún hombre me llevará a la cumbre’, de Celeste González. Esta obra en Inestable evoca, sin duda, el ‘#Reset’ del festival, si nos atenemos a una propuesta que “exige continuas revisiones formales y nuevos materiales, con la consecuente renuncia a otros mostrados en anteriores presentaciones”.

‘Carbón negro’, de Álvaro Caboalles. Imagen cortesía de Russafa Escènica.

La sala Sanchis Guarner, de la Facultat de Filologia de la Universitat de València, se estrena como espacio del Festival de Tardor, haciéndolo con ‘Carbón negro’, de Álvaro Caboalles. Se trata de un “proceso performativo que cartografía la realidad de la minería en la provincia de León, a través de las palabras de mujeres relacionadas con la industria del carbón”. El Centre Cultural La Beneficència también hace su bautismo como espacio escénico, acogiendo el espectáculo de Yldor Llach ‘Sobre rodes’, magia del circo a través de las acrobacias de una bicicleta que representa la ilusión de un mundo al revés.

De izda a dcha., Maribel Bayona, Juanma Artigot, Adela Cortijo, José Luis Pérez Pont, Carmen Amoraga, Jerónimo Cornelles, Dídac Domènech, Álvaro Oltra y Belén de Miguel, durante la presentación del Festival de Tardor. Imagen cortesía de Russafa Escènica.

De ilusión también se habló, y mucho, durante la presentación de Russafa Escènica, que, según José Luis Pérez Pont, director del Centre del Carme, “se define por la ilusión, las ganas y el entusiasmo de su equipo”, subrayando después ese espíritu como caracterizado por “sueños imposibles que se hacen realidad”. Álvaro Oltra, director de la SGAE Comunitat Valenciana, insistió en esa “edición ilusionante” del festival, a la que se fueron sumando Juanma Artigot, coordinador artístico del Teatre El Musical; Adela Cortijo, directora del Servei de Cultura de la Universitat de València; Belén de Miguel, en representación de la Diputación de València, y Maribel Bayona, de Espacio Inestable.

Concha Ros, autora del cartel de la 11ª edición, aludió al reseteo del certamen y a la resiliencia, con la imagen de una mujer cuya figura se dibuja ella misma, al estilo de aquellas dos manos del artista holandés Escher dibujándose una a la otra, en una especie de creación en bucle. Por último, Carmen Amoraga, directora general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana, aportó un proverbio africano al totalmente presencial e ilusionante Russafa Escènica: “Si quieres ir rápido camina solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado”. Y así, en compañía, ha ido el Festival de Tardor acumulando años y reseteándose a base de experiencia.

‘Pienso casa, digo silla’, de la compañía Los Detectives. Imagen cortesía de Russafa Escènica.

Salva Torres