‘Territorio y refugio’
Rosana Antolí, Lucía C. Pino, José Luis Cremades, Nuria Fuster, David Lerones, Marta Negre, M Reme Silvestre, Anna Talens y Nelo Vinuesa
Galería Luis Adelantado
Bonaire 6, València
Hasta el 8 de enero de 2021
Viernes 30 de octubre de 2020

La exposición ‘Territorio y refugio’, que acoge la galería Luis Adelantado, ha sido galardonada como mejor exposición de ‘Abierto Valencia’ por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte. Podrán hacerle una visita en esta galería escondida en pleno centro de València hasta el 8 de enero de 2021.

Son muchos artistas y muy dispares los que conforman la exposición. Desde José Luis Cremades, con sus grandes lienzos degradados (uno de ellos adquirido por la colección DKV), hasta los ventanales intervenidos con gel de Reme M. Silvestre. Un eclecticismo muy bien conducido que a su vez cohesiona las obras de ‘Territorio y refugio’.

Cada uno desde su concepción de refugio, estos artistas contemporáneos valencianos han construido un espacio donde “los objetos, las emociones y sus transformaciones hablen ‘MÁS Y MEJOR’ del postpaisaje que es nuestro territorio”, según palabras de César Novella en el texto que acompaña a la exposición.

Detalle de una de las salas que configuran ‘Territorio y refugio’. Fotografía cortesía de la galería Luis Adelantado.

Nos recibe la pieza escultórica de Rosana Antolí ‘Tube Under the Sea’ (2020), un tubo de resina y metacrilato que contiene trazas del mediterráneo, formando loops como la oscilación cíclica del mar –que le otorgan movimiento a una pieza para nada ligera– y enfrentados a ‘Still Life’ (2020), grandes y soberbios lienzos de Cremades, lo que, desde el primer momento, nos avisa de que este recorrido estará marcado por fuerzas contrarias en constante tensión.

Una pequeña obra sobre papel, también de Rosana Antolí, nos introduce en la segunda sala. Del refugio-mar pasamos al refugio-aire. Aquí encontramos unos lienzos monocromáticos rasgados de Anna Talens, cuyos cortes imitan la forma de las plumas. Uno de ellos, ‘Cuadro rosa con plumas rosas’ (2008) fue galardonado con un Premio de Adquisición por la Fundación Hortensia Herrero en el marco de ‘Abierto Valencia’.

Y en contraposición a Talens, Nuria Fuster con ‘Eclipse Series’ (2018), unos fotomontajes contradictorios en sí mismos que generan antonimias visuales. César Novella describe la obra de Fuster como “collages de ruda obviedad, inofensivos ensayos fotográficos, elegancia vestida de aparente sencillez, así es el ensamblaje lírico de imágenes no emparentables, objetos encontrados enamorados entre los restos de un refugio secreto”.

‘Still Life’ (2020), de José Luis Cremades. Fotografía cortesía de la galería Luis Adelantado.

En la siguiente sala, Nelo Vinuesa nos arrastra a un refugio que se encuentra en el recuerdo de la infancia. Colores vivos, brillantes, formas irregulares y despreocupadas. A través de la serie ‘Camp Kit’ (2020), Vinuesa nos devuelve una mirada infantil y juguetona.

Mientras que Lucía C. Pino, ocupando el centro del espacio, se escuda en la oscuridad y el dolor. En ‘Irdial’ (2015) una mariposa negra se deshace en un espejo colgado por dos cinturones, enganchados, a su vez, a dos cadenas. El dolor y el juego convergen en un mismo lugar y de repente, aquello a lo que llamamos refugio no tiene por qué ser un sitio seguro.

Escondida en una habitación oscura se encuentra ‘Egomaniac Digital Customize’ (2020), una proyección de Marta Negre. La artista, en vez de resguardarse en la memoria, se refugia en un futuro holográfico y aséptico. “El supuesto conocido como ‘demonio del mediodía’ nos asalta en las horas más digestivas para tentarnos con sus encantos, hacernos perder la fe y, en el caso que nos ocupa, intentar hacernos desaparecer por medio de fogonazos de flash incesantes”, asevera Novella.

Detalle de ‘Cuadro rosa con plumas rosas’ (2008), Rosana Antolí. Fotografía cortesía de la galería Luis Adelantado.

En la última sala de la galería, de nuevo la oscuridad de Lucía C. Pino con sus dos piezas escultóricas ‘N. 6’ y ‘N. 7’ (2019). “Como en una factoría del dolor, las piezas que Lucía nos trae esta vez se retuercen en un cisma de placer que concuerda con el desarrollo de la historia misma. Barras de metal que se doblan e imitan la contracción del cuerpo ante el miedo. Tal vez es ese el refugio al que se refiere Pino, el propio cuerpo que se protege a sí mismo.

A su alrededor, David Lerones, con ‘Flor silvestre sobre monitor’ (2020), nos ofrece luz. Dos pantallas amplificadas hasta perder su apariencia natural; sobre ellas, una flor pegada con celo. A su lado se encuentra ‘Flor silvestre sobre piel’ (2020), que, junto a la obra antes mencionada, genera un diálogo entre el cuerpo y la tecnología.

Por último, pasando desapercibida, la obra ‘¿Sabes cómo disponer de un cuerpo? II ‘(2020), de Reme M. Silvestre. Una intervención con gel sobre los grandes ventanales de la galería. Una capa traslúcida que, aunque deja intuir el exterior, nos arropa en una burbuja ajena a todo. Silvestre consigue que en la última sala de la galería Luis Adelantado sea una tarde lluviosa de invierno.

Nueve refugios distintos. Nueve maneras de describir el “postpaisaje de nuestro territorio”, como decía Novella. Tensiones para crear una armonía que resuena en una callecita escondida en el centro de València.

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‘Egomaniac Digital Customize’ (2020), de Marta Negre. Fotografía cortesía de la galería Luis Adelantado.

Elsa Moreno