#MAKMAEscena
‘Pundonor’, de Andrea Garrote
Dirección: Rafael Spregelburd y Andrea Garrote
Producción: Carolina Stegmayer en coproducción con La Abadía
Corral de Comedias
Plaza de Cervantes 15, Alcalá de Henares
Viernes 17 sábado 18 de marzo de 2023

La Librería Antonio Machado del Círculo de Bellas Artes de Madrid acogió, el pasado 13 de marzo, la presentación de ‘Pundonor‘, un texto de Andrea Garrote, editado por Blatt & Ríos, en la que la dramaturga argentina estuvo acompañada por los profesores Marifé Santiago, Antonio Rivera y Rodrigo Castro Orellana, enlazando con las jornadas sobre ‘Foucault y las artes’, celebradas en la UCM.

Pundonor es aquel «sentimiento de orgullo o amor propio que anima a mantener una actitud o apariencia dignas y respetables, nunca inferiores a los demás», tal y como recoge la definición que cita la autora al principio del libro. Y es que el texto nos habla de pundonor en primera persona, pues la profesora Claudia Pérez Espinoza, protagonista de este monólogo encarnado por la propia Andrea Garrote, relata su creciente desesperación y su locurización ante una aparente anécdota que le haría perder las riendas de su vida.

Pundonor
‘Pundonor’, de Andrea Garrote. Foto: Sandra Cartasso cortesía de La Abadía.

La obra se ambienta en una clase universitaria impartida por Pérez Espinoza sobre el pensamiento de Michel Foucault. “Vamos a desplegar cómo funciona en el sujeto la maquinaria del poder y de qué manera lo moldea convirtiéndolo en un engranaje más que reproduce a su vez la maquinaria”, comienza la clase-obra. Eso es precisamente lo que hace Andrea Garrote a través de este viaje filosófico: la protagonista, Claudia, contará la historia de su vida, que no es otra sino, precisamente, la vívida personificación de ese sujeto parte del engranaje que refería Foucault. ¿Podemos escapar de los mecanismos de poder sabiéndonos reproductores de los mismos?

Rodrigo Castro Orellana recurrió al concepto de heterotopía para hablar de la obra. ‘Pundonor’ no es sino una operación heterotópica en la que el aula se yuxtapone al espacio teatro y viceversa. ‘Pundonor’ explora, así, qué tiene el teatro de aula pedagógica y qué tiene el aula de escena teatral: el público, apelado directamente, se convierte en los estudiantes, que se revelan no solo como un elemento activo de la obra, sino como parte de ese engranaje maquínico que rige la sociedad. Y es que, como afirma Castro Orellana, el poder se sostiene, se reproduce y se multiplica a través del grupo: “¡Sacad los móviles!”, grita Claudia.

Antonio Rivera puso el foco en el carácter transgresor que atraviesa la obra. El teatro se puede pensar como una trasgresión organizada, una transgresión ritual que nos permite cuestionar las leyes y normas, los códigos —en palabras de la autora— no naturales, pero sí necesarios. Es así como la transgresión se convierte en una herramienta para invertir valores y jerarquías, y establecer distancia a través de la ironía, ante la actual pérdida de criterio que nos impide distinguir entre representación y vida.

Marifé Santiago destacó la manera en que la obra reflexiona en torno a la necesidad de crear espacios de intimidad, de reclamar esta intimidad y seguridad en espacios como la universidad, que ofrecen herramientas para la reflexión en común sentando las bases para un diálogo riguroso. El final gamberro al que asistimos en la obra nos ofrece la posibilidad de un teatro abierto, una ritualidad para crear espacios donde el pensamiento sea compartido y se genere un pensar en común.

El teatro resulta, así, un espacio en el que poder ser, de modo que ese desmontar el aula de la protagonista se convierte en un gesto transgresor, en una ruptura con el orden que abre ese para sí proyectado hacia el futuro. El teatro se convierte en un laboratorio de comportamientos, como afirma Andrea Garrote, en el que se mantiene la intimidad y se aparta el código, como un juego de niños sin reglas que nos aleja de la desesperanza y nos ofrece una bocanada de aire fresco que no nos deja indiferentes.

‘Pundonor’ se constituye como una notoria obra llena de sentido del humor que pone de relieve la vigencia de las teorías foucaultianas en nuestra sociedad actual, acercándonos al pensamiento del autor de una manera novedosa, sorprendente y especialmente movilizadora. La premiada obra argentina ha vuelto a ser representada en el Teatro la Abadía entre los pasados 8 y 12 de marzo, tras un completo soldout el año pasado, y volverá a ponerse en escena en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares hoy, viernes 17, y mañana, sábado 18 de marzo.