Pepe Yagües presenta su ‘Kalashnikruz’ en la Bienal del Libro de Artista de Nápoles

#MAKMAArte
‘Kalashnikruz’, de Pepe Yagües
Sexta Bienal del Libro de Artista
Casina Vanvitelliana
Piazza Gioacchino Rossini 1, Bacoli, Nápoles

Pepe Yagües expone en la 6ª Bienal del Libro de Artista que tiene lugar en la Casina Vanvitelliana de Nápoles (en el antiguo pabellón de caza de los Borbones), donde, desde el pasado 1 de junio, pueden verse obras de 200 artistas de los cinco continentes seleccionadas por los comisarios Gennaro Ippolito y Giovanna Donnarumma.

Yagües participa con un políptico en forma de cruz griega compuesto por ocho crucifixiones alegóricas realizadas con técnica mixta sobre papel, entre las que destaca ‘Kalashnikruz’ (que da título al conjunto) y en la que el artista murciano muestra su apoyo al escritor Roberto Saviano.

Saviano está representado como un ser crucificado en un Kalashnikov, el arma preferida por la Camorra y el Clan de los Casalesi (que lo tiene amenazado de muerte por denunciar en sus novelas esas prácticas mafiosas), tal y como el escritor lo recoge en su libro ‘Gomorra’.

“La crueldad” -dirá Roberto Saviano- “es esencial para conservar el poder. Sin crueldad puedes parecer débil y los adversarios se aprovechan de ello. Es como los perros: el que gruñe más fuerte se convierte en el macho dominante”.

También forma parte del políptico ‘La pasión de Pasolini’, en homenaje al director de ‘Accattone’, ‘Mamma Roma’ o ‘El Decamerón’, apareciendo crucificado sobre un símbolo fascista (linchado por su orientación sexual e ideología).

Así, según Pasolini, el lenguaje del mundo “es sustancialmente un espectáculo…Las representaciones religiosas, los mimos, las danzas, el teatro, pertenecen a estos tipos de lenguajes figurales y vivientes. También el cine”, destacando, igualmente, la ideología que encierra el consumo: “En vez de llevar una bandera, la gente se pone ropas que son una bandera”.

En otro de los lados, puede verse al tenista serbio Novak Djokovic (‘Djocovid’) crucificado en jeringuillas de vacunas, a causa de la persecución y el linchamiento mediático que sufrió por ser antivacunas.

En realidad, Djokovic afirmó que no era antivacunas, pero que sacrificaría trofeos si le decían que se tenía que vacunar contra la covid para participar en competiciones como Wimbledon o el Abierto de Francia: “Sí, es un precio que estoy dispuesto a pagar”, respondió cuando se le preguntó por ello.

Y otra cruz peculiar de este políptico es la del Rey Emérito Juan Carlos quijotizado y crucificado en el símbolo de la Agencia Tributaria española, en la que también está Corinna Larsen como Dulcinea del Goloso.