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#MAKMAArte
‘PAMPAM!21’ Proyectos Artísticos y Multimedia
Ángel Arias, Pedro Bella, Pilar Borrajo, Natacha Cabellos, Marcel·la Giner Bosch, Sergio Martín, Macarena Merchán, Denislav Mitkov, Alicia Palacios-Ferri, Miquel Ponce
Comisarios: Laura Silvestre y José Luis Clemente
Sala Atarazanas
Plaza Juan Antonio Benlliure s/n, València
Del 2 de febrero al 27 de marzo de 2022

La cuarta edición de la exposición ‘PAMPAM!21‘ Proyectos Artísticos y Multimedia de la Universitat Politècnica de València inaugura en la sala Atarazanas las obras de diez artistas seleccionados por un prestigioso jurado relacionado con la cultura valenciana. La exposición comisariada por Laura Silvestre y José Luis Clemente podrá visitarse hasta el 27 de marzo.

PAMPAM!21
Alumnos presentes en la muestra ‘PAMPAM!21’.

Los artistas se expresan a través de una gran variedad de lenguajes, desde la pintura o la escultura hasta las instalaciones interactivas, vídeos, fotografías y performance. Igual de variopintas son las líneas argumentales que abordan las propuestas: la femineidad, la iconoclasia, el estudio de la relación entre el cuerpo y la tecnología, el sentido de pertenencia en un entorno cultural desconocido, la significación de las imágenes, la ciudad y el consumo, el proceso de creación y el concepto de producción, los paisajes sonoros, el diálogo entre el agua y la materia o la destrucción del medio.

“Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces”, decía el poeta latino Marco Valerio. Retroceder a veces ayuda a sanar, otras, evoca la calma y otras el dolor. Los recuerdos no son fidedignos al 100 %, sino que están mezclados con el tinte del presente. Y mucha de esa mezcla la vemos reflejada en estos proyectos creados a propósito para ser expuestos en la sala Atarazanas.

Pieza de Marcel·la Giner Bosch, en la muestra ‘PAMPAM!21’.

Marcel·la Giner Bosch recupera en su obra ‘Adonde el agua nos lleva’ las vivencias de su infancia en la montaña de Alberique, donde su abuela tenía una casa y pasaba largas temporadas. A través del agua sitúa la relación espacio-tiempo en aquellos recuerdos y consigue empaparse de todas esas sensaciones que ahora están en su memoria. Para Giner Bosch, el agua era el elemento que marcaba el paso del tiempo, que transformaba y dialogaba con los elementos que se cruzaba.

Esta idea se proyecta con claridad en la obra de las tejas, donde el agua va marcando a cada una de ellas hasta llegar a la última que se diferencia del resto en el proceso de producción al estar cocida frente al resto que se hallan crudas. “A veces no sé si elijo el material porque me llama de la memoria o lo elijo porque me lleva a la memoria, no sé cuál es la ida o la venida”, apunta Giner.

Pieza de Natalia Cabellos, en la exposición ‘PAMPAM!21’.

En la línea de los recuerdos también se enmarca Natacha Cabellos. La artista vive lejos de su madre, pero mantiene largas conversaciones con ella. En esos diálogos, su madre le cuenta que perdió la audición a los nueve meses de nacer y, años más tarde, se sometió a una operación de trasplante de tímpano, pero ni antes ni después pudo sumergirse en el agua. No tiene recuerdos bajo el agua.

La motivación de Natacha es poder regalarle a su madre esas experiencias que la mayoría tenemos del ruido de un río, de un lago, jugando sumergidos en una piscina o descifrando palabras. Recorre distintas masas de agua con un micrófono recogiendo sonidos subacuáticos para que su escucha sea la de todos. Al hilo de esta idea ilustra con simpleza la silueta de los ríos, mares, piscinas, donde realiza las escuchas y crea un tridente conformado por la prótesis, el sonido del agua y la oreja del oyente de manera que simula sumergirse en el agua.

Obra dd Alicia Palacios-Ferri, en la muestra ‘PAMPAM!21’, en Atarazanas.

Alicia Palacios-Ferri, autora de ‘Penitencia’, impacta con su vestido tejido con telas que contienen los resultados de los análisis a los que se vio atada durante diez largos años hasta ser diagnosticada. Rememora el arduo camino que recorrió de la mano de la incertidumbre, la abocó a la desesperación y culminó con un diagnóstico que, con todos los pronósticos, resultó negativo. Es la historia de detectar un problema para poder tratarlo y avanzar.

Palacios-Ferri complementa su obra con un video en la que aparece ligera y liberada, emociones simbolizadas en el vestido blanco con vuelo que evoca la sensación de paz. Una paz que queda limitada por todo ese tiempo que estuvo en búsqueda, recorriendo médicos que no conseguían dar con su enfermedad. Los propios análisis conforman ese vestido blanco de vuelo, en el que conviven entremezclados el dolor físico con el psicológico, pero con el que por fin alcanza su paz, entierra a la incertidumbre y consigue avanzar.

Todo lo que se vuelve a contar ya es otra historia, pero los artistas de ‘PAMPAM!21’ la cuentan de una manera conmovedora e impactante a través del arte contemporáneo. La exposición, que un año más cuenta con la colaboración de la Fundación Hortensia Herrero, contiene todos esos ingredientes del pasado de los que hoy obtenemos el menú degustación en Atarazanas.

Detalle del proyecto de Natacha Cabellos, para la muestra ‘PAMPAM!21’.