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‘Muy lejos’ (‘Molt lluny), de Gerard Omss
Con Mario Casas, David, Verdaguer e Ilyass El Ouahdani, entre otros
Coproducción España-Países Bajos
100′, España, 2024
‘Muy lejos’ no es una historia sobre huir; es una historia sobre renacer. El protagonista, Sergio, interpretado por Mario Casas, viaja a Utrecht para ver un partido de fútbol y, en un giro silencioso pero profundo, decide no volver. Allí, entre trabajos mal pagados, hostales impersonales y encuentros fortuitos, comienza un proceso de reconstrucción que no tiene nada de heroico, pero sí mucho de humano.
La ópera prima de Gerard Oms parte de una experiencia personal: su propio éxodo a los Países Bajos durante la crisis económica de 2008. Lejos de convertirlo en un relato intimista o autorreferencial, el director transforma ese pasado en un retrato colectivo sobre el vacío emocional de una generación que perdió sus referentes mientras se enfrentaba a la precariedad, la presión social y el miedo a no encajar en ningún lado.

A través del personaje de Sergio, ‘Muy lejos’ cuestiona los modelos tradicionales de masculinidad. El protagonista se aleja no solo de su país y de su familia, sino también de un tipo de hombre que ha aprendido a callar, resistir y fingir que todo está bien. La ansiedad, el desconcierto y el silencio se convierten en los verdaderos motores del relato. Sergio no huye por cobardía, sino por agotamiento. Y, en esa decisión de romper con todo, hay más valor del que parece.
Mario Casas sorprende en un papel alejado de lo habitual en su filmografía. Su interpretación es contenida, íntima, profundamente vulnerable. Deja atrás la imagen de tipo duro o carismático y construye a un hombre que ha tocado fondo sin haber estallado. Sergio no es un héroe ni un mártir; simplemente, alguien que ha dejado de reconocerse y que necesita desaparecer para volver a encontrarse.
Uno de los aspectos más potentes de la película es su retrato de la inmigración no como tema social, sino como experiencia vital. La relación que establece con Marouane, un joven marroquí que también vive en los márgenes, abre un espacio de calidez en medio del frío. Son dos personas diferentes, pero unidas por la misma sensación de no pertenecer a ningún sitio. Esta amistad rompe con prejuicios y muestra que el entendimiento es posible incluso en medio de las diferencias.
Gerard Oms acierta al tratar temas complejos sin caer en el dramatismo excesivo. La cámara observa con respeto, sin forzar emociones. El director evita las explicaciones innecesarias y deja que las imágenes y los gestos hablen por sí solos. Así, consigue retratar con sensibilidad la experiencia de sentirse fuera de lugar, tanto en un país extranjero como en la propia vida.
Asimismo, la película cuestiona cómo se representa a la clase trabajadora en el cine. En lugar de mostrarla desde arriba, con distancia o condescendencia, ‘Muy lejos’ ofrece una mirada directa y humana. Los personajes no son héroes ni víctimas, sino personas reales, con contradicciones, miedos y momentos de dignidad silenciosa.
La historia de Sergio también puede leerse como una metáfora del autodescubrimiento. En la distancia, lejos de sus rutinas y expectativas, el protagonista empieza a habitar un espacio nuevo: uno donde puede permitirse dudar, fracasar, volver a empezar. La masculinidad que arrastra –rígida, invulnerable, silenciosa– se va deshaciendo, abriendo paso a una forma más libre y humana de estar en el mundo.
En definitiva, ‘Muy lejos’ es una película sobre perderse, pero también sobre permitir que algo nuevo crezca en ese vacío. Es un retrato delicado del dolor y la transformación, una historia que no necesita estridencias para dejar huella. Gerard Oms debuta con una obra madura y sincera que, sin necesidad de explicarse demasiado, nos recuerda que, a veces, lo más valiente no es resistir, sino soltar.