#MAKMAArte
‘To the wind’, de Mar Reykjavik
Comisario: Carles Ángel Saurí
Galería Rosa Santos
Carrasquer 1, València
Hasta el 28 de noviembre de 2025
Un foco, un órgano, un micrófono. Cartografiar un estudio de grabación mediante la fragmentación de planos. La esquina como eje de simetría donde se encuentran las dos pantallas. Planos fijos, que durante unos segundos parecen instantáneas, se suceden recorriendo el espacio. Todo es registro.
La pantalla izquierda en negro, hasta que Mar Reykjavik (Sagunto, 1995) retira la tapa que obstruye el objetivo de la cámara que aparece a la derecha. Las pantallas trasvasan la imagen como vasos comunicantes. Cámaras como ojos. El cuestionamiento del medio se manifiesta desde la ruptura de la visión hegemónica, antropocéntrica y unitaria, que proporcionan las dos cámaras. En lugar de superponer las dos visiones en una imagen única, se proyectan en paralelo construyendo otro espacio, otro tiempo, un ensayo fílmico que el espectador reconstruye al contemplarlo.
Los objetos sobre la mesa. Cassettes, discos, tebeos, revistas, iconos de la cultura popular española de los 60. Un contexto que se superpone al del estudio de grabación en la isla de Skeppsholmen, en Estocolmo. No sabremos que se trata de los RMV Studios, el estudio de Benny Andersson, un componente de ABBA. AB, BA, AA, BB, BBAA.
No se trata de una ficción, es la realidad. “Grabad todo”, es la indicación que la directora traslada al equipo técnico. La sesión de seis horas de duración en el estudio grabada por dos cámaras y montada en tres versiones. Cualquier acontecimiento que suceda durante la sesión es significativo. O podría serlo. El montaje lo revelará. Las conversaciones en sueco de los cámaras locales. Cada uno de ellos debe seguir a una performers. La cámara derecha, a Koko, y, la izquierda, a Iris. Hay directrices, pero no guion. Deben traducir e interpretar Al Vent.
“Al vent, la cara al vent, el cor al vent, les mans al vent, ells ulls al vent, al vent del món”.
‘To the wind‘ es la traducción de la canción de Raimon. Quizás podría haber sido cualquier otro icono antifascista, pero es una elección personal. Junto a los ejemplares de Lily, los vinilos de María del Mar Bonet, Lluis Llach, Cecilia y las Hermanas Serrano, la rotulación manual de la cassette remite al archivo familiar. También hay pedidos de Todocolección, cuyos dueños, antiguos propietarios, desconocen su contribución a esta inspiradora mesa de disección del franquismo. La censura a la que fueron sometidas las ideas y sus lenguas, los creadores y sus obras. La, la, la. El tarareo como estrategia de evasión. La complicidad de un pueblo disidente.

“I tots, tots plens de nit, buscant la llum, buscant la pau, buscant a Déu, al vent del món”.
‘To the wind’, la traducción a la lengua del colonialismo británico, es una relectura de su efecto revulsivo al final de la dictadura. Una obra creada en un exilio voluntario. En Estocolmo, donde la Fundación Botín financia el desarrollo de su próximo proyecto, en colaboración con Index-The Swedish Contemporary Art Foundation. A tres mil ochenta y nueve kilómetros del nuevo régimen instaurado en su ciudad. ‘Al vent’ es ‘To the wind’, o pretende serlo. Iris, finalmente, canta su versión. La traducción que ha realizado junto a Koko. Lord/Love. A pesar de su ortodoxia, se trata de una traducción.
“La vida ens dóna penes, ja el nèixer és un gran plor: la vida pot ser eixe plor; però nosaltres al vent, la cara al vent, el cor al vent, les mans al vent, ells ulls al vent, al vent del mon”.
Estamos llegando al final. Se trata de la tercera versión de lo mismo. O, casi lo mismo. Son tres versiones de lo que ocurrió el día de la grabación. Tres verdaderas verdades. Todas la misma, pero siempre distintas. Como la realidad. Las cámaras abren el plano para dar una visión general. Koko e Iris entran en plano, se proyectan a noventa grados en la esquina de la Galería Rosa Santos, en València. Sus trenzas entretejen las ideas como palimpsestos. ‘Colonialismo’, ‘Queer’, ‘Censura’, ‘Resistencia’, ‘Fascismo’, ‘Traducción’… Tararean. Iris repite en bucle la versión inglesa de la letra. Las diferentes tomas apenas difieren. Al contrario que en la industria, no existe una toma válida. No se descartan las versiones de la realidad.
Reykjavik no censura, nos ofrece el bruto de lo que sucedió. Nos enfrenta al desarrollo de su idea, sin omitir ni borrar los detalles. Nos abruma al enfrentarnos al proceso. La cuenta de resultados es la clave del capitalismo. Ante la aparente pérdida de tiempo nos preguntamos por la ausencia de elipsis, por su respeto al rácord. Exige tiempo, el tiempo de su ensayo. Con generosidad entrega toda la obra, de principio a fin, de la idea a su materialización.
“I tots, tots plens de nit, buscant la llum, buscant la pau, buscant a Déu, al vent del món”.
Nos sorprende. Cuestionar el medio nos provoca desconcierto, y aprovecha esa vulnerabilidad para afrontar la cuestión con tiempo. Y con la complicidad de Chantal Akerman. En el exterior, los focos encendidos al final de la jornada.
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