Laura Palau lanza una mirada poética al cielo en ‘Mal hora, bon hora’

#MAKMAArte
‘Mal hora, bon hora’ Laura Palau
Comisaria: Jana Johanna Haeckel
Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC)
Museu 2, València
Del 21 de noviembre de 2025 hasta el 18 de enero de 2026

“Cel a borreguets, aigua per tots els cantonets”. Existen mil formas de mirar al cielo, mil maneras de entenderlo. Laura Palau presenta su obra ‘Mal hora, bon hora’, comisariada por Jana J. Haeckel, fundamentándose en la sensibilidad meteorológica y popular que caracterizan sus raíces. Es así como en la sala Zero del Centre del Carme de València, se despliega la creación de la artista castellonense.

Galardonada en 2024 con el Premio Alfons Roig como Mejor Proyecto Artístico por su obra ‘Segunda Mordida’, Laura Palau, pese a su incipiente trayectoria, “forma parte ya de la escena artística valenciana”, apuntó Nicolás Bugeda, director-gerente del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana. Con la agricultura corriendo por su vena artística, Palau sigue pensando con las manos y jugando con la tierra y sus elementos, de forma que su más reciente práctica artística no se sale de la línea que puede caracterizar a su autora.

Así como en ‘Segunda Mordida’, la artista y fotógrafa reflexiona sobre el enraizamiento y la identidad a través de la escultura, ‘Mal hora, bon hora’ habla del tiempo desde un punto de vista ancestral. Arraigado en la sabiduría popular, es también, además de arte, una investigación hasta las entrañas de la mirada al cielo. Invita a la reflexión sobre la imagen, y el tiempo y el diálogo de ambos.

“Es un maravilloso ejemplo de cómo los artistas, en este caso Laura Palau, miran desde fuera”, señaló Jana Johanna Haeckel, comisaria de la exposición, quien añadió que, además de ser un tributo a la naturaleza, es una reivindicación al cuidado de la misma, “un aviso para mantener”: una conexión con la naturaleza y una forma de “acortar las distancias entre la cultura y la agricultura”, apostilló la comisaria.

Una exposición que ha sido “costosa de trabajar”, según calificó su creadora, a consecuencia de la exhaustiva indagación que hay detrás y que íntegramente forma parte de la obra. Las piezas que han ayudado a construir esta oda al cielo descansan en el centro de la exposición sobre tres mesas hechas por doce maderas distintas. Es ahí donde puede encontrarse el corazón de la muestra, o al menos, uno de ellos, las tretzenades.

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Las tretzenades es una forma de meteorología popular que consiste en intuir el tiempo a lo largo de trece días. Esta práctica está vinculada a las tierras valencianas y vecinas, aunque, a raíz de esa búsqueda, se ha podido relacionar de una manera global. “El día de la marmota es San Esteve, cuando también se mira al cielo. Hay algo de latitudes que unifica”, explicó Laura Palau, admirando esas tres mesas con tanta historia.

En la entrada hay una constelación de nubes obtenidas mediante la fotografía que ya advierten de esa constante mirada al cielo —y a la tierra—. Otro elemento a destacar, que viene a cerrar la experiencia visual, es la proyección de entrevistas a personas mayores que encarnan esa sabiduría popular. José Ramón de Castell de Cabres es la voz y mirada protagonista, quien en diciembre de 2023 pronosticó los meses del siguiente año mediante las tretzenades, según contó la propia artista.

“Precisamente, como recordamos todos, ha habido una catástrofe climática que nos ha tocado profundamente”, resaltó Palau, poniendo en valor esa contemplación al firmamento y esa necesidad de estar conectados con el mundo natural. La instalación multiestructural busca esa conexión a través de las cuatro estaciones, pero también mediante las vivencias de quienes estuvieron antes evocando “los ritmos de la vida rural y el calendario agrícola”.

Desde fotografías que conjuran a esas raíces terrosas, hasta la corteza de un naranjo muerto por la DANA; desde las tretzenades, hasta el calendario de cebolla, la instalación ‘Mal hora, bon hora’, que se mantendrá en el CCCC hasta el 18 de enero, invita a un viaje de lo más terrígeno explorando las raíces y la poesía de lo que es mirar al cielo, para saber que si el cel está a borreguets, caerá aigua per tots els cantonets.