Jerónimo Cornelles (‘La caravana de les flors’): «Nos hemos hecho un homenaje. Nos los merecemos»

Jerónimo Cornelles. La caravana de les flors

#MAKMAEscena
‘La caravana de les flors’
Director: Jerónimo Cornelles
Autores del texto: Guadalupe Sáez y Jerónimo Cornelles
Intérpretes: Raisha Cosima, Saphira Cosima, Candela Mora, Elsa Moreno, Javi Nadal, Víctor Mula, Mire Muñoz y Liz Dust
Producción: Bramant Teatre
Claustro del Monasterio de San Miguel de los Reyes
Avenida de la Constitución 284, València
Hasta el 12 de junio de 2022

«Más que una obra de teatro, ‘La caravana de les flors‘ es una experiencia, un homenaje al colectivo LGTBIQ+ y al teatro ambulante de Federico García Lorca, la Barraca». Así define Jerónimo Cornelles el peculiar montaje que dirige, escrito junto a Guadalupe Sáez, que se representa, hasta el domingo 12 de junio, en un escenario también singular, el Monasterio de San Miguel de los Reyes. Una producción de Bramant Teatre para la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana.

A la veterana compañía Bramant, creada en 1998, le interesa últimamente la autoficción, comenta Cornelles. «En nuestro anterior trabajo, ‘Diosas’, se planteaba el tema de la maternidad en torno a la figura de mi madre. Me embarqué en ‘La Caravana’ porque quería hablar del colectivo al que pertenezco, aunque no sea activista, y de paso recordar el proyecto ‘La Barraca’ de García Lorca, que llevaba la libertad, la cultura y la tolerancia allá por donde iba. Ha sido un viaje apasionante y plural, un recorrido por los distintos géneros, identidades y formas de sexualidad. Una coctelera complicada y difícil de preparar, pero estoy muy satisfecho del resultado: nos hemos hecho un homenaje porque nos lo merecemos», añade Cornelles, enfático.

Jerónimo Cornelles. 'La caravana de les flors'

A la hora de escribir el texto teatral, para no caer en la tentación de hablar solo de sí mismo, contó con la ayuda de la guionista y dramaturga Guadalupe Sáez. «Componer un texto a cuatro manos es un reto increíble porque hay que llegar a un lenguaje intermedio, que no es el de uno u otro autor y que, además, debe reflejar el estilo de la compañía, en este caso Bramant», comenta Sáez. «Pero Jero es una persona generosa y abierta al diálogo, así que ha sido un proceso agradable».

Para construir el texto se han basado en vivencias y opiniones del elenco formado por ocho artistas especializados en distintas disciplinas. Raisha Cosima y Saphira Cosima son maestras en baile vogue, Candela Mora trabaja con la interpretación actoral y tiene formación en baile, música y voz. Elsa Moreno practica la poesía y la danza contemporánea. Javi Nadal es actor y Víctor Mula se dedica a los bailes urbanos. Mire Muñoz es saxofonista y percusionista profesional, y Liz Dust es travesti, actriz, performer, y cursa una carrera universitaria.

La compañía Bramant tenía muy claro que este proyecto requería personas pertenecientes al colectvo LGTBIQ+, intérpretes con una gran variedad de identidades y orientaciones, por una parte, y de habilidades expresivas por otra. «Convocamos un casting y nos sorprendió recibir un centenar de solicitudes. Y en cada una, la persona que optaba a la prueba explicaba qué quería comunicar, visibilizar o denunciar en relación con el colectivo», comenta Cornelles.

Elsa Moreno durante un instante de ‘La caravana de les flors’. Fotografía cortesía de Bramant Teatre.

Tras una primera selección, quedaron unas treinta candidaturas que, al final, se redujo a ocho. «Se ha quedado fuera gente con unas cualidades y una valentía impresionantes, pero no podíamos incluir a todo el mundo, había que escoger y conformar un grupo que nos parece representativo de la juventud en torno a los veinte años que hoy en día integra la comunidad LGTBIQ+».

«Todos ellos han sido terriblemente generosos al brindarnos con absoluta sinceridad fragmentos de su vida», apunta Sáez. «Son personas de una resiliencia espectacular, fuertes y valientes que lo han pasado mal como les ocurre a todos los que están en los márgenes de la sociedad. Aunque su situación ha mejorado respecto al pasado, no está todo hecho y el discurso de odio rebrota a veces con más fuerza que nunca».

Durante los pasados meses de febrero y marzo, los coautores fueron conformando unas dinámicas de grupo para ir extrayendo aquello de lo que el elenco quería hablar. Después, lo transformaron en material escénico, intercambiando los textos en un proceso de escritura y reescritura para el que han buscado constantemente la aprobación del grupo de artistas que inspiran este espectáculo multidisciplinar.

«Las microhistorias componen la macrohistoria del colectivo. Que personas tan variadas en la manera de entender y defender su identidad y orientación sexual suban al escenario supone dar voz a una nueva generación, que concibe la lucha por sus derechos de manera diferente» explica Sáez. Los más mayores tenían que reivindicar que se respetaran y normalizaran las palabras que componen las siglas del colectivo. «Querían que se les pudiera llamar gays, lesbianas, bisexuales o trans sin que fuera un insulto».

Los jóvenes van un paso más allá: «Lo importante para ellos es que no se les ponga etiquetas, quieren que se entienda que la identidad, la orientación es personal. Y, en eso personal, está lo político. Defienden que se puede ir cambiando a lo largo de la vida, y que no tiene por qué ser una oposición binaria, de hombre o mujer, homosexual o heterosexual. Hay muchas más opciones y todas son válidas».

En un tono distendido, con toques de comedia, se alternan las anécdotas y reflexiones de una troupe que llega en una caravana al claustro de San Miguel de los Reyes para rendir un homenaje a quienes lucharon en lugares como este y a quienes siguen en pie para normalizar y dignificar su opción de vida.

Teatro de texto se alterna con música en vivo, canciones y bailes que incluyen desde la danza contemporánea a bailes urbanos. Una fiesta de color, alegría, sensibilidad y delicadeza, como las flores a las que hace referencia su título, con guiños a Lorca y la proyección de vídeos con testimonios de varios miembros del colectivo de generaciones más maduras.

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