Hacer paisaje

#MAKMAArte
‘Escena I. Hacer paisaje’
Comisariada por Nuria Enguita y Sonia Martínez
Institut Valencià d’Art Modern (IVAM)
Guillem de Castro 118, València
Hasta el 19 de mayo de 2024

Con orgullo y la mirada puesta en el futuro, el IVAM inaugura su esperada exposición ‘Escena I. Hacer paisaje’ con motivo de su 35º aniversario. Una muestra que va más allá de la exhibición dentro de un museo que, desde su creación, ha apostado siempre por ser más que un centro expositivo.

Comisariada por Nuria Enguita, directora del Institut Valencià d’Art Modern, y Sonia Martínez, ‘Escena I’ ha contado con la colaboración de la Fundación Sabadell, que lleva apoyando los proyectos del IVAM durante una década, apostando siempre por la cultura como “herramienta de progreso, transformación social y motor de creatividad, crecimiento y formación”, según apuntó su representante, Manel Vallés.

‘Escena I. Hacer paisaje’ es una de las muchas actividades enmarcadas en la programación del IVAM para celebrar su efeméride, con el fin de remarcar su posición en el panorama cultural desde su creación. La colección que se saca a la luz “tendrá un carácter protagonista este año”, avanzó Enguita, siendo la primera de dos escenas propuestas e ideadas en un entorno de diálogos vibrantes.

‘Escena’ es precisamente la palabra clave en todo el entramado de conceptos, artistas y vínculos que derivan de una muestra como la presentada. Esta exposición, continuó la directora, es una “puesta en escena, una disposición donde objetos, acciones y palabras se encuentran y establecen una serie de vínculos entre ellos”.

Vista de la exposición ‘Escena I. Hacer paisaje’, en el IVAM. Foto: Juan García.

Es este el objetivo principal sobre el que se construye ‘Hacer paisaje’, una idea que parte del museo como creador con el fin de superar, así, las lecturas hegemónicas de la historia del arte a través de la resignificación de obras de más de una treintena de artistas, entre 1930 y la actualidad. Son, en su gran mayoría, piezas que el museo tiene la oportunidad de rescatar de sus fondos para ponerlas en valor y destacar el papel que cumple todo aquello que permanece detrás de lo exhibido.

Abre ‘Escena I’ un cartón en espiral hecho a mano que simboliza todo lo que el visitante puede esperar de la exposición. Se trata de la ‘Espiral atravesada’, de Robert Smithson, una pieza que “atraviesa espacios, materiales, lenguajes, gestos y presentes” y que, junto con la muestra, puede entenderse como “una invitación a atravesar y expandir la colección y los diferentes presentes del gran hoy”, subrayó Sonia Martínez.

Aunar lenguajes diversos no es tarea fácil, y bien lo saben las comisarias, que confesaron haber estado trabajando “hasta el último momento”; una presión que se aligera si se parte “de la colección del museo, de la que hemos podido disponer sin necesidad de transporte, algo que nos ha dado mucha libertad”, destacó Enguita. Los 33 artistas aportan, unidos, más que discursos alejados, una misma linealidad: “Una obra de Jean Arp como ‘Caparazón nube I’ funciona de otra manera si se pone con una obra de Cecilia Vicuña que habla de la sequía”, precisó la directora.

Una joven observa una de las piezas de la exposición ‘Escena I. Hacer paisaje’, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Aunque el IVAM permite que el visitante establezca sus propias relaciones entre las obras expuestas, plantea también una serie de “líneas de fuerza”, como las quiso definir Martínez, que “ejemplifican una de las ideas de hacer paisaje, la de construir relatos y micronarrativas”.

Es así como podemos atravesar la exposición con la escritura corporal de Àngels Ribé, enraizando en la tierra como sustento y modo de vida en los trabajos de Darcy Lange y Asunción Molinos Gordo, o incluso a partir de las superficies que nos plantea la pintura de Almeida, cuyo pigmento que con Tàpies cubre el muro.

Los citados artistas, junto con otros grandes nombres como Pinazo, LUCE, Cecilia Vicuña, Matisse o Adolf Gottlieb, aportan gran parte de sus horizontes interiores al gran paisaje en el que se ha convertido esta exposición del IVAM.

El museo valenciano persevera, con ello, en su objetivo de ser más que un museo, lo cual ha estado siempre en sus bases constitutivas: “Esa institución que llamamos ‘museo’ se ha transformado hoy en un lugar donde la investigación es clave; un lugar permeable a otros saberes que proponen historias del arte más complejas”, apuntó Enguita.

Satisfechos con los vínculos creados y con la esperanza de que una exposición como ‘Hacer paisaje’ seduzca al visitante, desde el IVAM se están culminando los detalles de la secuela de ‘Escena I’, denominada ‘Latencias’. Esta segunda escena se vinculará más con el relato que con el paisaje, sin abandonar la estela del relato museístico. En ella, frente a la que ahora se inaugura, quizás se eche más la vista hacia el pasado: “[La idea] no es tanto el aquí y el ahora, sino el allí y el entonces”, explicó Nuria Enguita.

Vista de la exposición ‘Escena I. Hacer paisaje’, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Aunque divididas, ambas escenas usan la revisión de fondos del museo como excusa para poder descontextualizar y resignificar las colecciones. Y es que, más que realizar una muestra conmemorativa con una mirada al pasado, el IVAM prefiere abrir nuevas metodologías e invertir los convencionalismos: “Con 35 años se es joven y no se mira tanto al pasado”, indicó la directora–; por ello, “queremos mirar al futuro”.

Precisamente por esto último, el IVAM estará este tercer fin de semana de febrero activo y vibrante, con entrada gratuita al museo y actividades que van desde el concierto de Niño de Elche y Xisco Rojo hasta la performance de Mar Reykiavik, que gira alrededor de la idea de Traducción Afectiva: idiomas diversos que se entremezclan para destacar la importancia que el museo ha tenido y sigue teniendo desde sus orígenes.

Con todo, aquello de lo que ahora se puede disfrutar en el IVAM no es sino fruto del trabajo de los últimos años, a pesar de las vicisitudes que ha tenido que atravesar el edificio. Es por ello por lo que, actualmente, se está terminando la Sala de la Muralla, tras una cadena de renovaciones que previamente se han llevado a cabo en diferentes áreas del inmueble. Además, y en cuanto a la ampliación pendiente, Pilar Tébar Martínez, directora general de Patrimonio Cultural, aseguró que “están en la mesa un montón de propuestas y posibilidades para el IVAM”.

Así como el museo mira, con un ojo, al pasado para sacarle brillo a través de sus fondos, también otea el futuro de una institución que está en constante renovación por las crecientes necesidades que se generan en un público cada vez más interesado por el arte moderno y contemporáneo.

La tarea pendiente queda, ahora, relegada a nosotros, los visitantes, que para contribuir a ese crecimiento debemos regresar a sus salas y buscar relaciones en las obras expuestas, generando nuevos vínculos y absorbiendo todo lo que estas pueden ofrecernos. En definitiva, debemos seguir haciendo paisaje.