Florencia Rojas

#MAKMAArte
‘Como una casa’, de Florencia Rojas
Galería Rosa Santos
Carrasquer 1, València
Hasta el 28 de junio de 2024

Meses antes de que fuera asesinado, García Lorca mantuvo una interesante charla con el ilustrador Luis Bagaría, quien le preguntó: «¿Crees tú, poeta, en el arte por el arte?». A lo que Lorca contestó: «Este concepto del arte por el arte es una cosa que sería cruel si no fuera, afortunadamente, cursi. […] En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo».

La artista Florencia Rojas parece estar de acuerdo con el poeta granadino. Lo demuestra en la exposición ‘Como una casa‘, que se puede contemplar en la Galería Rosa Santos hasta el 28 de junio.

El ambiente de la galería es diáfano. Una escultura de hierro pintada de azul ocupa el centro de la planta principal. Le acompañan dos piezas de formato menor en las paredes. En la planta baja, otra escultura, una cianotipia y un vídeo monocanal. La propuesta expositiva es aparentemente sencilla. Pero solo lo es en apariencia.

‘Como una casa’ es un proyecto artístico sobre personas migrantes retenidas en los CIE, los Centros de Internamiento de Extranjeros. La exposición parte de dos relatos anónimos: el de XXXX y el de Ainara (pseudónimo), personas que, aunque no hayan cometido ningún delito –solamente por la falta administrativa de no tener papeles en regla–, fueron privadas de su libertad y sometidas a condiciones despiadadas.

«Me parece interesante que sigamos tratando de conocer historias concretas y que no sea todo cifras y datos porque creo que así también es más sensibilizador», comenta Rojas. Y añade que «este proyecto tiene que ver no solamente con lo que se cuenta, sino con el hecho de que no puede ser contado en primera persona, y quería señalar ese problema».

Vista de la planta principal de la Galería Rosa Santos con las piezas ‘Yo, XXXX’, de Florencia Rojas. Foto: Nacho López, por cortesía de la galería.

Durante nuestra charla, Florencia Rojas nos sostiene la mirada. Sus ojos son grandes y expresivos. Sus palabras son contundentes. Lo mismo podemos decir de sus obras. Lleva más de una década trabajando con la fotografía y el vídeo, aunque también explora otras herramientas y técnicas. La atmósfera íntima y la reflexión crítica son puntos constantes de sus proyectos, pero ‘Luna-lager Bunker’ (2015-16) representa un punto de inflexión en su trayectoria.

«Entré, en Berlín, en un búnker de la Segunda Guerra que se llama Luna-lager Bunker y esa experiencia me resultó muy potente porque reunió dos cuestiones que me mueven. Son como dos torrentes. Por un lado, siempre he querido contar, a través de lo visual, cuestiones que no pueden ser reveladas, y todo ese punto de fricción entre lo que se puede contar y lo que queda silenciado. Por otro lado, tengo ciertas inquietudes políticas».

En ‘Luna-lager Bunker’, la artista empezó a preguntarse: «¿Cuántos agujeros negros nos rodean a pesar de vivir en un régimen escópico, hipervisual, ocularcentrista?». Ya en ‘Un incendio en el subsuelo’ (2017-19) trató sobre los restos de la Guerra Civil que perviven en la Dehesa de la Villa madrileña. Siguiendo con sus investigaciones, produjo ‘Avenida de los poblados, sin número’ (2021-22), sobre el solar donde estuvo la cárcel de Carabanchel. Fue ahí, en los terrenos del antiguo penal, donde se topó con el CIE de Aluche, un inmueble estilizado poblado de historias ensombrecidas. La conversión de una parte de la prisión franquista en una nueva cárcel fue el punto de partida de ‘Como una casa’.

La muestra tiene un fuerte carácter social y evidencia una clara preocupación con los derechos humanos. En todo caso, no podemos obviar que, para Rojas «el activismo es una cosa y el arte es otra. Creo que son lenguajes diferentes».

La artista considera, eso sí, que a través del arte es posible «acercar cuestiones que aparentemente son muy espinosas y que a la gente no le apetece mirar de frente o que ya estamos muy inmunizados de ver por la televisión o en las redes sociales y que, a veces, si te la presentan de otra manera, entran por una vía diferente». Es decir, «precisamente porque el arte es un lenguaje diferente, tiene una potencia distinta», concluye.

Storyboad ‘Yo, XXXX’, de Florencia Rojas. Foto: Nacho López. Cortesía de la Galería Rosa Santos.

Al contemplar más detenidamente las piezas que conforman ‘Como una casa’, dicha potencia queda patente. Empezamos por la escultura ‘Yo, XXXX’, una suerte de litera de hierro ceñida de elementos de clausura; una interpretación del metaencierro al que se enfrentó XXXX en las celdas de aislamiento del CIE de Zapadores, en València.

Antes de ser deportado, el exinterno escribió una carta en la que denunció los abusos sufridos en la institución. La artista produjo una cianotipia con la transcripción exacta de la carta y la expone dentro de las rejas de la escultura; así, a la vez que hace alusión al ocultamiento, nos permite leer el sobrecogedor relato dejado por XXXX.

«Es como una película de aventuras de Hollywood, pero con un final supertriste», observa Rojas. Convencida de la potencia cinematográfica de la misiva, la artista decide contar la historia utilizando dos elementos de los rodajes: un guion y un storyboard. «Todo son estrategias para contar la historia de diferentes maneras, para tratar de tocar una tecla de alguien. Pero a esa persona, XXXX, no la conozco; entonces, me pareció más adecuado utilizar ese lenguaje como más de ficción».

Desafortunadamente, se trata de una historia real. Florencia Rojas la descubrió de la mano del movimiento CIEs NO València. En virtud de su interés por el tema, la plataforma le invitó a participar de la iniciativa CIErralo con Arte. La artista lo hizo repartiendo la carta de XXXX en los buzones del barrio donde está el CIE de València. «Me pareció un gesto simbólico que tenía también un componente poético de recibir, en 2024, esta carta enviada en 2012, de hacer llegar este mensaje que nunca llegó a ningún sitio».

Acción de buzoneo de cartas junto a CIEs NO València. Foto: Florencia Rojas. Cortesía de la artista.

«Las personas migrantes que han pasado por un CIE casi nunca pueden hablar y compartir sus experiencias. Esto es debido a que, tras el periodo de reclusión, o bien son deportadas o quedan libres en el Estado español, pero con una situación de documentación irregular […] no pueden identificarse, ni denunciar, ni contar su historia por miedo a un nuevo encierro y/o deportación», esclarece la hoja de sala.

Es este también el caso de Ainara. Tras bajar las escaleras de la galería, nos acercamos paso a paso a su historia. Lo primero que nos interpela es otra escultura de hierro pintada de azul: ‘Quitasol’, una réplica de una de las mamparas del CIE.

El elemento arquitectónico que interrumpe la luz en las celdas nos habla aquí de la opacidad del sistema. A su lado, «un intento alegórico de quitar esa mampara»: «Las palabras de la reclusa reveladas al sol, con el procedimiento decimonónico de la cianotipia».

«La cianotipia, además, tiene que ver con el azul de Prusia, al que se le pone el nombre por los uniformes de los militares del ejército prusiano; entonces, alude a la idea de autoridad –profundiza Rojas–. Y es curioso, también, que hay una especie de imagen corporativa de los CIE: el color de las literas y de esta mampara es el mismo. Y es un poco como un azul-policía».

Vista de la planta baja de la Galería Rosa Santos con piezas de la exposición ‘Como una casa’. Foto: Nacho López. Cortesía de la galería.

Es, igualmente, azul el croma intencionalmente evidenciado en el vídeo ‘Como una casa’. La pieza audiovisual tiene como referencia la técnica de teatro llamada verbatim. Quien nos habla en primera persona es la actriz Linda Porn, pero sus palabras vienen dadas por la transcripción del testimonio de Ainara. En algunos momentos, llegamos, incluso, a oír su voz sobreponiéndose a la de la actriz.

«A Ainara yo la conozco. Entonces, he podido consensuar todo con ella, el guion lo ha supervisado ella, la actriz la elegimos juntas. Aunque no se la ve en el vídeo, ella está muy presente: está su voz, están sus decisiones. Eso sí, los datos los hemos cambiado todos, para no ponerla en riesgo en ningún caso».

Por otra parte, Rojas resalta que le parecía importante que la persona que encarnara la real protagonista «fuera alguien cuyo lugar de enunciación interpelara a los asuntos que atraviesan la historia». Mexicana y trabajadora sexual, al igual que Ainara, «Linda Porn es también una activista antirracista por los derechos de las trabajadoras sexuales muy en activo».

Atrapados por la historia, le oímos contar: «Me transportaron al CIE de Madrid en una patrulla de fronteras. Iba esposada […] y me dijeron: ‘El CIE es como una casa’». El título de la exposición alude a la descripción que le hizo a Ainara la policía del Centro de Internamiento de Extranjeros.

Cianotipia con la transcripción de la carta firmada por XXXX. Foto: Nacho López. Cortesía de la galería.

«También está relacionado con una expresión un poco chabacana, lo que decimos de una mentira cuando es muy exagerada: que es como una casa –apunta Rojas–. Y es que en el nombre de esas instituciones hay una mentira porque los espacios de internamiento se definen legalmente como no penitenciarios, pero los CIE funcionan realmente como cárceles, son cárceles racistas».

El ambiente expositivo es diáfano, sí: el ambiente idóneo para evocar la idea de despojo, aislamiento y desamparo. A la vez, las piezas seleccionadas que componen la exposición ponen en relieve, por un lado, la importancia de la libertad e indagan, por otro, en temas como el racismo, la violencia institucional y la criminalización de la migración.

La experiencia de visitar la exposición ‘Como una casa’ nos hace volver a la charla entre Bagaría y Lorca. «¿No crees, Federico, que la patria no es nada, que las fronteras están llamadas a desaparecer?», preguntó el ilustrador. El poeta fue rotundo: «Yo soy hermano de todos. […] El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego, no creo en la frontera política».

Florencia rojas
La artista Florencia Rojas. Foto: Nacho López. Cortesía de la galería.