El museo imaginario
Pilar Giró (comisaria de arte y directora artística del Espai Carmen Thyssen de Sant Feliu de Guíxols, Girona)
MAKMA ISSUE #03 | Los Nuevos Años 20
MAKMA, Revista de Artes Visuales y Cultura Contemporánea, 2020

Me gusta imaginar un museo cuyo interior esté conectado con el devenir cotidiano de las calles, un museo cuyas paredes no sean muros que salvaguardan historias, ya sean pretéritas o presentes, atendiendo a ser escuchadas. Quiero encontrar salas de exposiciones que dejen de ser un catálogo de referencias, para que se transformen en espejos del alma y en voz de las miradas. Me gusta imaginar un museo de discurso multidireccional, que invite al diálogo, al debate, que sea capaz de construir puentes con la sociedad, utilizando todos aquellos recursos tecnológicos a través de los que pueda estar presente. Imagino un museo como un enorme centro comercial, en el que adquirir todo aquello que nos hace humanos.

Los cambios de hábitos a los que nos hemos visto sometidos durante estos últimos meses mostraron la cultura como un salvavidas ante el desconcierto, la angustia y la incertidumbre; pero a medida que se intenta retomar aquello a lo que algunos llaman normalidad, vemos como la cultura no ha lugar en sus planes.

Me gusta imaginar este 2020 como un detonante, un revulsivo, que ha estimulado la creatividad a contracorriente, como un punto de partida para, sí o sí, no caer en el abismo. La evolución de la percepción del sentido y el significado en la construcción de la definición de cultura es un reflejo de los cambios que percibe la sociedad y que, necesariamente, han de incidir en el ámbito de la museología.

El concepto etnológico de la cultura como objeto fue válido para su estudio científico, pero, a día de hoy, no se corresponde para definir la idea de cultura como motor de transformación del mundo. El proceso de transformación constante es un concepto fundamental a tener en cuenta para diseñar políticas culturales con el objetivo de alcanzar una sociedad libre, sin miedo al cambio, con el deseo de ampliar la esfera de la presencia de su ser; en línea con las palabras de Wittgenstein “siempre es necesario pensar de otra manera”.

Los Nuevos Años 20. Óscar Mariné
Portada de MAKMA ISSUE #03 | Los Nuevos Años 20, realizada por el Premio Nacional de Diseño Óscar Mariné.

Para poder dar respuesta a lo que la sociedad actual entiende por cultura es necesario conectar con ella, saber detectar las necesidades de la ciudadanía y la sociedad civil para que su participación sea una realidad activa; ofrecerles una educación que se corresponda a los diversos niveles y necesidades de la demanda. Una mayor formación exigirá estrategias de difusión cultural y ofertas más creativas.

Las funciones de los museos deberán poder dar respuesta a estas nuevas demandas, puesto que son uno de los marcos más adecuados para establecer una relación estrecha y privilegiada entre el mundo de la cultura, de la educación y del ocio, favoreciendo la cohesión social, el desarrollo cultural y económico, el estímulo de la creatividad y el crecimiento de la práctica cultural de la sociedad.

Además del trabajo disciplinado de preservar, inventariar y documentar las colecciones y los fondos de los museos, harán falta propuestas de gestión activas, para dar a estas colecciones y museos una perspectiva que les permita conectar con las inquietudes del presente. Esto pasa por revisar su sentido, su propio significado y, también, por establecer un nuevo código semiótico.

Me gusta imaginar un museo en el que se respire y se palpe la investigación, la actividad educativa y su dimensión social. La investigación en el sentido de potenciar las vinculaciones entre instituciones culturales, planteada desde una óptica transversal que rompa con la compartimentación de las disciplinas y ponga en práctica la estructura de un pensamiento construido en red e interconectado.

Desde la actividad educativa, jugar. No solo desde la gamificación del conocimiento, sino desde la actitud del jouer en el contexto francés o del play inglés. Así como poner énfasis en el arte como recurso de aprendizaje interdisciplinar entendido desde la vertiente estética, en la educación de los sentidos en que se basan la consciencia, el conocimiento y el criterio. En este sentido, me gusta pensar en la creación de exposiciones como ‘@Large‘ (Ai Weiwei, 2014), en la que el concepto y el grito de libertad revisando su propia negación son narrados a través del arte, desencadenando una empatía de eco universal.

La dimensión social del museo debería permitir consolidar el enraizamiento del valor de la cultura como un bien común, un espacio de inclusión y de encuentro, en el que las personas desempeñen un verdadero rol como entes sociales dinamizadores y transformadores del mundo.

En un contexto de globalización, la cultura debería de ser considerada como el cuarto pilar de sostenibilidad y desarrollo local. En esta línea, los museos seguro que se enfocarán con una mirada amplia y plural, que permita garantizar la convivencia sobre la base de la diferencia y de la diversidad.

museo
‘Egomaniac Digital Customize’ (2020), de Marta Negre. Fotografía cortesía de la galería Luis Adelantado.

Pilar Giró

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