‘Home Sweet Home’, de Liam Fallon y Max Rumbol | ‘Cruzeta’, de Daniel Dobarco
Tuesday to Friday
Dénia 45, València
Hasta el 31 de diciembre
La estrecha relación entre el ser humano y la dimensión espacial a la cual está vinculado se hacen especialmente patentes en las dos exposiciones inauguradas el pasado 13 de noviembre en la galería Tuesday to Friday.
La primera exposición, ‘Home Sweet Home’, fue el resultado de la fusión entre dos exposiciones individuales con una temática común: el hogar como escenario en el que se desarrollan nuestras vidas, como testigo de las mismas. Los artistas británicos Liam Fallon y Max Rumbol decidieron combinar sus trabajos para realzar la importancia que reside en los diferentes detalles que hacen de una vivienda un hogar –un tema muy actual, ya que está casualmente ligado al aislamiento–. Así, el espacio de la galería adopta una forma interpretativa del espacio vital idílico, elevando metafóricamente el hogar a la categoría de santuario, tal y como explican los artistas.
Liam Fallon ha construido una serie de esculturas que representan diferentes partes de una casa: una chimenea, cuatro lámparas, una ventana… El objetivo principal de esta obra consiste en que cada pieza pueda camuflarse en el entorno en el que se coloque. De hecho, las piezas –que, de momento, lucen blancas, fusionándose, así, con la pared de la galería– están pensadas para ser repintadas acorde al color de la pared en la que se vayan a colocar, tal y como nos cuenta Vicente Torres, director de la galería.
El joven artista hace hincapié en la dualidad de los espacios públicos y privados, y redefine, así, la propia disposición de los muros de la galería, haciendo un guiño a las diferentes habitaciones de la casa que caracterizan los elementos representados en sus esculturas.
Por su parte, Max Rumbol presenta una serie de obras que muestran una visión romántica del hogar y la idea del cálido abrazo que este ofrece. Mediante una actualización de pinturas tradicionales como naturalezas muertas o paisajes vistos desde el interior, el artista representa los diferentes tropos del arte doméstico. Basándose en el libro de Alain de Botton ‘La arquitectura de la felicidad’, Rumbol transmite esta idea de nostalgia por el hogar y por su infancia, representando el campo británico visto a través de una ventana.
Las obras de Rumbol son una combinación entre el ser humano y la tecnología: el artista realiza bocetos y dibujos digitales que sirven como guía para la realización de las obras de una manera automática, cortadas a láser. Estas obras manufacturadas son, posteriormente, manipuladas por el artista hasta alcanzar el resultado final. Rumbol genera, de este modo, un discurso en torno al papel del artista; un discurso en el que se enfrentan tanto la acción como la ausencia del mismo.
La confrontación entre lo analógico y lo digital que hemos visto en Rumbol también se hace patente en ‘Cruzeta’, la exposición presentada por Daniel Dobarco. ‘Cruzeta’, separada de ‘Home Sweet Home’ por tan solo un muro expositivo –prueba de que, de nuevo, el espacio físico articula nuestra propia organización mental–, adopta una dinámica totalmente distinta.
Lejos de la idealización del hogar que presentaban Rumbol y Fallon, Daniel Dobarco nos muestra un universo ciberpunk en el cual el espectador se enfrenta a ‘Big Data’, una alegoría del peligro de la tecnología en forma de jefe final de un videojuego.
Para llegar al lugar en el que se encuentra esta némesis, el visitante debe realizar un recorrido físico entre las diferentes obras del artista; un recorrido espacial en el que encontramos numerosas referencias a la arquitectura clásica destruida. Vemos aquí, de nuevo, un contraste entre las formas artísticas más clásicas y las más actualizadas, pues las esculturas realizadas por el artista están hechas de cartón y spray de grafiti, haciendo referencia al propio cartón en el que encontramos envueltos los productos tecnológicos. Presenta, de este modo, unas formas artísticas tradicionalmente consideradas como nobles, pero realizadas con un material muy común, al alcance de todo el público.
Las exposiciones seguirán abiertas al público en la galería hasta el 31 de diciembre, de martes a viernes, como su propio nombre indica.