Toni Serra abu ali

#MAKMAArte
‘Barzakh, entre mundos’
Zied Ben Romdhane, Souad Mani, Hakim Rezaoui, Yasmine Hatimi, Sonia Merabet, M’hammed Kilito, Toni Serra “abu ali” y Abdo Shanan
Comisarios Xavier de Luca y Houari Bouchenak
Festival PhotoEspaña
Casa Árabe
Alcalá 62, Madrid
Del 1 de junio al 17 de octubre de 2021

En ese espacio que se resiste a la definición, a ser luz u oscuridad, a ser lo que se espera, emerge un tipo de realismo mágico poco explorado pero que existe, un espacio de configuración figurativa del subconsciente, una verdad no velada, una manera de confrontar la realidad en la que la fotografía está tomando un protagonismo similar al del genio que lleva siglos esperando a que lo encuentren en el momento adecuado; y es ahora.

Tomando como premisa el concepto de barzakh, un duermevela entre mundos, Casa Árabe de Madrid ha albergado –desde el 1 de junio hasta el 17 de octubre y dentro de PHotoESPAÑA– la exposición fotográfica ‘Barzakh, entre mundos‘, en la que los comisarios Xavier de Luca y Houari Bouchenak propusieron para la convocatoria NUR la colaboración entre Jiser Reflexions Mediterrànies con KOZ Collective (Marruecos), Collective220 (Argelia), rhizome (Argelia) y Maison de l’Image (Túnez); un recorrido por un Magreb que se mira a sí mismo a través de la obra de Zied Ben Romdhane, Souad Mani, Hakim Rezaoui, Yasmine Hatimi, Sonia Merabet, M’hammed Kilito, Toni Serra “abu ali” y Abdo Shanan.

Barzakh, Sonia Merabet
‘Séquelles bleues’, de Sonia Merabet. Fotografía cortesía de Casa Árabe de Madrid.

En esta muestra hemos podido observar cómo hay una realidad a pocos kilómetros y que pertenece al mismo Mare Nostrum por mucho que desde esta orilla miremos hacía cualquier otro lugar. De ese no mirarlos les nace la necesidad de mirarse a sí mismos, a su identidad azotada por protectorados, colonias, nacionalismos y satélites, pero con una capacidad de dudar que es envidiable.

En palabras de los comisarios: “Lo real es pura luz y lo imposible es pura oscuridad. La oscuridad nunca se convierte en luz y la luz nunca se convierte en oscuridad. El reino creado es el barzakh, entre la luz y la oscuridad. En su esencia, no está descrito ni por la oscuridad ni por la luz, pues el barzakh es el medio, teniendo una propiedad de cada uno de ambos lados”, y así son ellas y ellos, leonas y corderos, que han encontrado en la fotografía el medio de expresión de una identidad hecha de identidades y que busca constantemente la posibilidad de definirse más allá del cómo les definan otros.

Ser uno mismo; llegar a serlo a través de la autoexploración. Expiar a todos los djenoun del orientalismo en base a una exploración del cómo quiero que me llamen y un quién quiero ser, que no es más que un volver a los orígenes de la filosofía que lleva tiñendo de azul el Mediterráneo común, a ese Sócrates en pluma de Platón que nos incita con un “conócete a ti mismo”, solo entonces los argumentos para defender una identidad que está indefensa si la ignoramos.

En su concepto islámico, el barzakh es un istmo en el sentido de límite, de frontera, aquello que se sitúa entre el mar dulce y el salado y garantiza que no sea posible para el alma difunta regresar al mundo de los vivos. Es en este espacio de ni luz ni sombra pero de luz y de sombra, que tanto nos recuerda a la laguna Estigia o al Estrecho y Tánger (todo tiene su mitología), que los jóvenes artistas del Magreb exploran los bordes, los conceptos y lo conceptual del qué son y de la propia fotografía.

Piedra, papel y tijera, en los materiales utilizados y en la forma de presentarlos, que nos hacen sentir con ellos la anteriormente citada capacidad de búsqueda y duda. Son y su tiempo es ahora y la explosión de la fotografía va en paralelo a su uso como una herramienta para crear un propio lenguaje, para reivindicar un tipo de luz y una tregua que invoca un nuevo don que llega para quedarse.

De las texturas plásticas y el rojo más allá de la sangre de Sonia Merabet, a la excelente contraposición de iguales de Mohamed Kilito, ‘Barzakh’ reclama que esta muestra se vea sin los paternalismos de la prevalencia cultural occidental, también sin orientalismos, con los ojos del que observa y no sólo ve, y la atención del que más que oír escucha. Hablamos del diálogo de la imagen y la imaginación, de lo tangible y lo intangible, de la vanguardia que se busca en la propia tradición e intenta descubrir cuál es el equipaje impuesto para desprenderse de él.

Quedan avisados: el arte educa la mirada.

Toni Serra abu ali
Obra de Toni Serra “abu ali”. Fotografía cortesía de Casa Árabe de Madrid.

Últimos artículos de Farid Othman-Bentria (ver todos)