
La importancia de las colecciones
¿Cómo va a aprender un joven de hoy en día sobre arte moderno y contemporáneo si no le damos las herramientas para ello y escondemos en el almacén de los museos las obras más valiosas?
¿Cómo va a aprender un joven de hoy en día sobre arte moderno y contemporáneo si no le damos las herramientas para ello y escondemos en el almacén de los museos las obras más valiosas?
‘La Llotgeta’ de València muestra 256 imágenes de Vicente Gómez Novella que, mediante la técnica estereoscópica, permiten contemplar, de manera duplicada, ciudades, paisajes y escenas cotidianas de principios del siglo XX para que el ojo humano las reúna en su extrañeza.
Las colecciones de arte deben ser cuidadas y exhibidas, pero también estudiadas. La colaboración con expertos, el contacto con otras instituciones y la publicación de ediciones sobre las obras enriquece el conocimiento.
Debemos observar cómo usamos los museos y qué pueden aportar al mundo actual. Hay que estar alerta ante la tentación de gestionarlos como un mero recurso turístico; y ante la de hacerlos derivar a reductos especulativos.
Los desafíos del siglo XXI nos exigen idear nuevas formas de pensamiento y nuevas formas de acción. Todos los centros de arte deberían buscar su propia misión social, definirla con detalle, implementarla y medirla, para conocer el impacto social que pueden generar las artes.
El Palacete del Embarcadero acoge la exposición ‘Breathing Bay’, de Juan Uslé, en la que el artista cántabro muestra en una treintena de obras las reverberaciones de luz y color por él sentidas cuando en su infancia recorría la bahía santanderina.
La Academia se convertía en una amiga inseparable del Museo (en la actualidad, Centre del Carme), a la vez que forzosa compañera de viaje, pareja no siempre bien avenida, hasta hoy mismo.
El MuVIM exhibe ‘Il Bisonte. La singularidad de un taller y escuela de grabado’, una muestra realizada en colaboración con la Fondazione Il Bisonte que está compuesta de 61 grabados ejecutados por los diversos artistas que transitaron el taller a través de las décadas.
Los museos requieren de una nueva capa para la construcción de su relato que se adapte a los nuevos tiempos y requerimientos. Y es la capa digital, con esta museografía avanzada, la que tiene un recorrido imparable.
La sala Film & Video del Museo Guggenheim Bilbao acoge la reinterpretación que Sergio Prego hace de la obra del videoartista Vito Acconci, en la que el autor neoyorquino interpela al espectador señalándole con el dedo para cuestionar las fronteras del arte.
Todo placer languidece cuando no se disfruta en compañía
David Hume