Espai Manolo Valdés

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Firma del protocolo de intenciones entre el Ayuntamiento de València y el Estudio Manolo Valdés
Espai Manolo Valdés
Muelle 3 del Parque Central de València
Previsto para 2027

El escultor valenciano Manolo Valdés es mundialmente conocido por sus Meninas, figuras igualmente famosas a raíz del cuadro de Diego Velázquez pintado en 1656. En él, las damas de honor –meninas– que rodean a la infanta Margarita comparten protagonismo con los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, reflejados en un espejo al fondo del cuadro, y en el que el mismo Velázquez aparece autorretratado mientras pinta la obra.

Del cuadro se han hecho múltiples interpretaciones a partir de su manierismo, consistente en ese variado juego de espejos que reflejan la mirada del autor, de la familia real representada y del espectador que se ve, asimismo, envuelto en ese cruce de miradas especulares. Y puestos a especular, a partir de los variados reflejos de ese espejo, diríase que las Meninas de Valdés nos devuelven una imagen de aquel mundo pictórico caracterizada ahora por su impacto visual.

Lo dijo el propio Manolo Valdés, cuando presentó una serie de sus esculturas en el lago de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con respecto a la arquitectura de Santiago Calatrava con la que dialogaban entonces sus obras: “¿Qué personaje desde Sorolla tiene la importancia de Calatrava en Valencia? Solo el tiempo pondrá las cosas en su justo lugar”.

Nave de Demetrio Ribes, en el Muelle 3 del Parque Central de València, donde se ubicará el futuro Espai Manolo Valdés. Imagen cortesía del Ayuntamiento de València.

Parecía, con ello, estar anticipándose a la percepción de su propia obra, que merced al protocolo de intenciones firmado entre el Ayuntamiento de València, por medio de su alcaldesa María José Catalá, y el Estudio Manolo Valdés, representado por Regina Valdés, hija del escultor valenciano, podrá verse durante al menos una década en el futuro Espai Manolo Valdés que, ubicado en el Muelle 3 del Parque Central, tiene previsto abrirse en 2027.

¿Está, por tanto, la obra de Valdés sometida al mismo juicio que la de Calatrava, cuya estética –dejando ahora de lado el alto coste de sus proyectos– es tachada de espectacular, gozando por ello de cierto fervor popular, aunque su plástica sea objeto de controvertidos debates acerca de su profundidad o superficialidad formal?

Y, entonces, por añadidura, ¿el futuro Espai Manolo Valdés, del que la alcaldesa dijo formar parte del “eje de reactivación de la cultura en València”, será objeto de esa misma tensión entre atracción turística, derivada de sus espectaculares piezas escultóricas, y el fomento de una cultura menos relampagueante? La duda, como resaltó el propio Valdés, solo el tiempo la despejará.

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De lo que no cabe ninguna duda, es que la política cultural del Ayuntamiento de València ha sido presentada en torno a esas mayúsculas de sus últimos proyectos: primero, el futuro Centro de Interpretación del Santo Cáliz, un espacio inmersivo para sumergirse en el valor religioso y cultural de aquella sagrada reliquia; después, el Espai Manolo Valdés, integrado por algunas de las piezas más espectaculares del escultor valenciano, y, como remate, el acuerdo entre la Generalitat y The Hispanic Society of America para convertir el Palacio de las Comunicaciones en un centro de exhibición de 220 piezas de Joaquín Sorolla, así como un cubo multisensorial dedicado a las Fallas.

Si a ese triángulo mayestático de la cultura le aplicamos el cálculo de su área, que como todo el mundo sabe tiene como fórmula “base por altura partido por dos”, la cosa cambia, porque de la cultura de base se habla poco –ahí están los casos, por poner algún ejemplo, de la Galería del Tossal o Las Atarazanas, con problemas de personal que derivan en el cierre de sus salas sin previo aviso–, mientras se subrayan los logros por su altura.

Menina de madera de roble, de Manolo Valdés. Imagen cortesía del Ayuntamiento de València.

En todo caso, volviendo al asunto que nos ocupa, ya están establecidas las pautas de ese futuro Espai Manolo Valdés que, si todos los trámites administrativos necesarios para acondicionar la Nave de Demetrio Ribes del Parque Central –donde se alojará la treintena de obra seleccionadas– se cumplen en los tiempos previstos, echará a andar en menos de dos años.

“Manolo nos ha transmitido prisa y queremos ser muy rápidos y eficientes desde el punto de vista administrativo”, resaltó la alcaldesa de València, que avanzó 2026 como el año para la adecuación del espacio y 2027 como el de su inauguración. José Luis Moreno, concejal de Cultura, también confió en que la apertura se hiciera “pronto”, aunque lo relativizara “cuando hablamos de los tiempos de la Administración”.

José Luis Moreno, María José Catalá y Regina Valdés, tras la firma del protocolo de intenciones para el futuro Espai Manolo Valdés. Imagen cortesía del Ayuntamiento de València.

Regina Valdés señaló que su padre estaba “encantado” con el proyecto: “Le gustaría tener un espacio de larga duración”, añadió. En este sentido, el acuerdo está pensado para el depósito temporal de la obra seleccionada en el Espai Manolo Valdés durante 10 años y plazos prorrogables sucesivos de cinco. “Su idea es ir cambiando las piezas, cuando tenga nuevas o de su colección, con el fin de que sea una exposición dinámica para el público”, afirmó su hija.

“Teníamos una deuda con uno de los artistas valencianos más universales, lo cual situará a Valencia en el mapa de la cultura a nivel internacional”, señaló Catalá, quien insistió en su idea de la cultura “como eje de reactivación de la ciudad, y el Espai Manolo Valdés forma parte de esto último”, que la alcaldesa, ya crecida, caracterizó como el “inicio de una revolución cultural en València”.

Una revolución cultural, sin duda despojada de los resabios maoístas, pero que, a juicio de la alcaldesa, contará con el Espai Manolo Valdés, que “puede ayudar a generar una ciudad de vanguardia”, quién sabe si en el doble sentido de “quien va adelante” y de “movimiento renovador de formas y contenidos”. El tiempo, como apuntara Manolo Valdés sobre la arquitectura de Calatrava, dará y quitará razones.   

Espai Manolo Valdés
Figuración virtual del futuro Espai Manolo Valdés, en el Muelle 3 del Parque Central de València. Imagen cortesía del Ayuntamiento de València.