Festival Fronteras

#MAKMAMúsica
Festival Fronteras València
Organizan: Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana, Institut Valencià de Cultura (IVC), Palau de les Arts, Ayuntamiento de València con su red de bibliotecas municipales y La Fábrica
Colaboran: Palau de la Música, Gremi de Llibrers, Berklee College, Ayuntamiento de Elche y Radio 3 como medio asociado
Del 12 al 5 de junio de 2024
Elche, del 7 al 9 junio

“Lo único bueno que tienen las fronteras son los pasos clandestinos”, apunta Manuel Rivas en ‘El lápiz del carpintero’. Y es así, a base de cierta clandestinidad, como el Festival Fronteras rompe sus propias barreras para fusionar la música y la literatura mediante una serie de encuentros con representantes de ambas disciplinas, más algún que otro añadido de corte filosófico.

Lo dijeron prácticamente al unísono la secretaria autonómica de Cultura de la Generalitat Valenciana, Paula Añó, y el director del festival, Jesús Ruiz Mantilla, aludiendo al carácter engañoso del título del certamen. “La palabra engaña, porque es una frontera rota”, subrayó Añó, para quien la cultura es precisamente eso: una manera de “romper barreras y entender las diferencias”, con la “voluntad de encontrar puntos en común”.

“Sí, el título engaña, porque no implica separación de nada, sino punto de encuentro”, para que músicos y literatos “pasen de un lugar a otro”, con el fin de sentir la “curiosidad de cómo arma el otro sus mundos artísticos”, resaltó Ruiz Mantilla, quien apostilló: “Se sorprenden mucho de las combinaciones y, aun así, se tiran a la piscina”.

Combinaciones como la del filósofo y youtuber Ernesto Castro en diálogo con el joven pianista Juan Pérez Floristán, o la de la escritora Ana Iris Simón con la compositora Bely Basarte, e incluso la del barítono Carlos Álvarez con el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, autor de ‘El olvido que seremos’, novela biográfica sobre la vida y asesinato de su padre, Héctor Abad Gómez, que Fernando Trueba llevó al cine, en una clandestinidad más de las desarrolladas, asimismo, en el festival.

Manuel Gutiérrez Aragón estará en el Festival Fronteras, en Elche.

Una de las mixturas más sobresalientes será la que lleven a cabo el cineasta Manuel Gutiérrez Aragón en conversación con el realizador Pablo Más y el maestro de capilla del Misteri d’Elx, Javier Gonzálvez. Gutiérrez Aragón comparece en calidad de escritor, su otra faceta en la que brilla con una fuerza similar a la que posee tras la cámara, dirigiendo películas como ‘Habla, mudita’, ‘Demonios en el jardín’, ‘Feroz’ o ‘La mitad del cielo’.

En ‘Oriente’, su último libro de cuentos, el director de ‘La vida que te espera’ se hace eco en uno de sus relatos de un suceso que le dejó profunda huella, como le apunta a Juan Cruz en ‘El Periódico de España’: “Un compañero de estudios, muy buen matemático, de familia humilde, murió ahogado ante nosotros, y esa es una imagen que me ha perseguido toda la vida”.

Y prosigue: “Un amigo muriéndose y yo no he podido hacer nada. Ese brazo al aire agarrándose a la nada. Esa imagen me ha perseguido siempre. Y a lo mejor necesito contarlo para redimir aquella sensación de inutilidad ante la tragedia”.

Al Festival Fronteras viene para seguir rastreando las huellas de lo incognoscible, en este caso abordándolo mediante el documental ‘La Festa’, en torno al Misteri d’Elx, que dirige junto al ilicitano Pablo Más.

De izda a dcha, en la mesa, Vicent Llimerá (director del Palau de la Música), Jesús Iglesias Noriega (director del Palau de les Arts), Paula Añó (secretaria autonómica de Cultura), Álvaro López-Jamar (director del Institut Valencià de Cultura) y Jesús Ruiz Mantilla (director del Festival Fronteras), durante la presentación del certamen. Imagen cortesía de la organización.

Más, en declaraciones a Alicante Plaza, dice que el misterio que tanto él como Gutiérrez Aragón intentan desvelar en el audiovisual, sobre el que conversarán con Javier Gonzálvez, tiene que ver con la “gente diversa, de realidades diferentes que, en circunstancias normales no tendrían por qué coincidir” y que, sin embargo, la Festa d’Elx “los reúne, desde hace 500 años, alrededor de la patrona de la ciudad. Ese es el sonido de Elche”.

Y ese es, también, el sonido que pretende transmitir el Festival Fronteras, fusionando a músicos y literatos que, en apariencia, nada tienen que ver entre sí, pero que, una vez reunidos en franco diálogo, descubren una serie de –utilizando el título de otra famosa novela de Goethe– “afinidades electivas”, especie de atracción, de nuevo, misteriosa que empuja a algunos seres a establecer fuertes vínculos emocionales.

“El experimento del Festival Fronteras ha fluido, de manera que tanto músicos como literatos se encuentran de pronto conectados en territorios comunes”, aflorando una “curiosidad perpetua entre unos y otros”, destacó Ruiz Mantilla, reconociendo que ambas disciplinas “son todavía territorios tan separados que la sola proposición de combinarlos les produce curiosidad”.

Estas son algunas de esas otras combinaciones que se llevarán a cabo durante los días del festival: el cineasta Rodrigo Cortés con el director de orquesta Josep Pons; Alejo Stivel, líder de la banda Tequila, con el escritor Santiago Roncagliolo; Martirio con el tenor Enrique Viana; Elvira Lindo con la cantante de flamenco Rocío Márquez; o el músico de Capella de Ministrers Carles Magraner con el ensayista Ramón Andrés.

Es precisamente Andrés quien, en uno de sus célebres aforismos, apunta: “La materia oscura somos nosotros”. Una materia oscura que, ya sea en tono profundo o en clave más lúdico festiva, rastrea el Festival Fronteras poniendo en diálogo tan extensa nómina de músicos y escritores, entre los que cabe añadir los nombres de la soprano Serena Sáenz junto a la escritora Ángeles Caso, las poetas valencianas Berta García Faet y Carolina Otero, o Luna de Miguel y Luis Muñoz.

María Rodés, Niño de Elche o el grupo Maná aportarán sus sonidos y experiencias a un festival “lo más ecléctico posible”, con “la máxima pluralidad de estilos y visiones posibles”, precisamente para remarcar que no hay “ningún tipo de fronteras” en la elección de los participantes, según afirmó Ruiz Mantilla.

Que músicos y literatos estrechen lazos para sorprenderse mutuamente, al entrar en sus respectivos territorios desconocidos, podría dar pie a cierta continuidad del festival explorando esas mismas afinidades ahora del lado del universo político. “No estaría mal”, señaló el director del festival, cuyo certamen parece, como ese “brazo al aire agarrándose a la nada”, que tanta huella dejó en la memoria de Gutiérrez Aragón, alzarse como proyecto emblemático de la necesaria fusión entre territorios aparentemente opuestos.