Carlos Castellanos

#MAKMAArte
‘Post-Natural Prototypes. Phytosemiotic Expressions’, de Carlos Castellanos
Programa de Artistas en Residencia de la UPV
Organizada por el Consorci de Museus en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV)
Centre del Carme Cultura Contemporània
Museo 2-4, València
Del 28 de octubre al 20 de noviembre de 2022

“Cuando se produce, por ejemplo, una sequía, las plantas generan sus propios mecanismos para la regulación térmica”. Es uno solo de los tantos ejemplos que Carlos Castellanos utiliza para mostrarnos los cambios de comportamiento de las plantas. Cambios que, mediante el uso de la inteligencia artificial, el investigador y artista exhibe en el Centre del Carme, en el marco de la exposición ‘Post-Natural Prototypes. Phytosemiotic Expressions’, coorganizada por el Consorci de Museus y la Universitat Politècnica de València.

“Es un diálogo entre lo natural y lo artificial, por eso se llama la exposición ‘Prototypes Postnatural’, dando lugar a un sistema de plantas de futuro”, explica, con respecto a un proyecto desarrollado junto a científicos de diversos laboratorios del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas de València IBMCP (UPV-CSIC). La exposición, que está en la Sala Contrafuertes, es una mezcla de instalación plástica a base de sistemas informáticos y ciencia al servicio de una mejor comprensión de la naturaleza que nos rodea, en el contexto del cambio climático. 

“Cuando se va a talar un árbol, este puede emitir sustancias volátiles que comunican a los otros árboles señales de peligro para que se preparen”, apunta Castellanos, en relación con los mensajes, en cierta forma cifrados, de las plantas, que su proyecto trata de traducir en imágenes, sonidos e información desvelada fruto de la inteligencia artificial incorporada al conjunto expositivo.

Vista de la exposición ‘Post-Natural Protoypes. Phytosemiotic Expressions’, de Carlos Castellanos, en la Sala Contrafuertes del Centre del Carme Cultura Contemporània de València.

“Las plantas no hablan, no se mueven, no tienen sistema nervioso y no las podemos entender, pero son seres vivos, aunque no tengamos el mismo tipo de empatía que con los animales”, sostiene Castellanos. Seres vivos que, a falta de ese lenguaje hablado, pueden ser interpelados, tal y como se hace en una de las cuatro secciones de la exposición: la titulada ‘Prototipo #4’ (Análisis de sentimientos)’.

En ella se establece lo que Castellanos ha denominado ‘diálogo botánico’ formulado en torno a esta elocuente pregunta: ¿Te importaría hablar conmigo? El visitante a la muestra puede introducir textos en un ordenador, con el fin de establecer esa comunicación con las plantas, que luego el investigar podrá evaluar para comprobar el “estado anímico” de esa naturaleza interpelada.

“El análisis de sentimientos es una técnica de procesamiento del lenguaje natural que identifica la polaridad (positiva, negativa o neutra) de un texto dado”, expone Castellanos en uno de los paneles expositivos, que el día de la inauguración carecían de la luz suficiente para poder leerlos. Un sistema informático monitoriza y recoge datos relacionados con la humedad del suelo de la planta, su exposición a la luz, los mensajes que se le escriben, así como cuántas veces se ha tocado la planta.

“Nuestro objetivo” -señala Castellanos- “es resaltar el daño que se puede causar al medioambiente al negarse a aceptar la responsabilidad y preguntarnos si un mayor conocimiento del estado de una planta puede motivar una acción reflexiva de quienes interactúan con ella”.

Un joven observa una de las piezas de la exposición ‘Post-Natural Protoypes. Phytosemiotic Expressions’, de Carlos Castellanos, en la Sala Contrafuertes del Centre del Carme Cultura Contemporània de València.

“Al final de cada día o semana, los mensajes introducidos te permiten saber si la planta te pide que la toques más o si necesita más agua, etcétera”, subraya el artista e investigador, que, en función a esos datos, puede ajustar el entorno para que dicha planta se encuentra más a gusto.

¿Se puede hablar de sufrimiento de una planta, al igual que lo hacemos con respecto a los seres humanos? “Depende de lo que entendamos por sufrir, pero está claro que se adaptan y tienen interacciones con el ambiente”, señala Castellanos, quien en la sección ‘Prototipo #3 (Luciferasa)’ se ocupa precisamente de la respuesta a determinados estímulos.

“Un modelo de aprendizaje automático, entrenado con imágenes de plantas expuestas a diferentes estímulos ambientales, reconoce patrones bioluminiscentes”, respondiendo aquellas “con sonidos y modificaciones en el entorno de las plantas, como agregar ABA (hormona que responde a estreses ambientales como la sequía, el frío o el calor)”. Sonidos que, a modo de ciertos chillidos, sacuden en determinados momentos el espacio expositivo.

¿’Post-Natural Prototypes’ pretende antropomorfizar el universo vegetal? “Los humanos siempre antropomorfizamos la naturaleza. Yo lo que quería hacer con esta exposición es, mediante el sistema de inteligencia artificial, traducir ese comportamiento de las plantas para que pudiéramos entender algo de lo que les sucede. No es lo mismo eso, que antropomorfizar la plantas, o si son o no son como nosotros. Son lo que son”, concluye Castellanos.

Carlos Castellanos
Carlos Castellanos, en su exposición ‘Post-Natural Protoypes. Phytosemiotic Expressions’, en la Sala Contrafuertes del Centre del Carme Cultura Contemporània de València.