Asger

#MAKMAArte
‘La creación abierta y sus enemigos: Asger Jorn en situación’
Comisariado: Ellef Prestsaeter
Producida por el IVAM en colaboración con el Museum Jorn de Silkeborg y el apoyo de Fundació Banc Sabadell
Institut Valencià d’Art Modern (IVAM)
Guillem de Castro 118, València
Hasta el 18 de junio de 2023

Dice Carlos Granés, en ‘Salvajes de una nueva época’, que el arte (“la actividad libre por excelencia”) se halla permanentemente rondado por dos amantes peligrosos: la política y el capitalismo. Asger Jorn (1914-1973) se dejó seducir por el primero -aunque sin caer del todo en sus garras-, arremetiendo sin parar contra el segundo.

Formó parte de la Internacional Situacionista, que fundó, entre otros, junto a Guy Debord, con el fin de desentrañar las leyes que rigen la sociedad del espectáculo, donde el espectador se aliena en beneficio del objeto contemplado, de manera que “cuanto más contempla menos vive” y cuanto más se reconoce en las imágenes dominantes “menos comprende su propia existencia y su propio deseo”.

Sin embargo, Jorn -culo de mal asiento- abandonó pronto el situacionismo de Debord para fundar el elocuente Instituto Escandinavo de Vandalismo Comparado. Vandalismo que Ellef Prestsaeter, comisario de la exposición ‘La creación abierta y sus enemigos: Asger Jorn en situación’ -que el IVAM acoge hasta el 18 de junio-, asoció a la tribu germánica de los históricos vándalos (“un vandalismo peyorativo”), para enseguida vincularlo con el gesto más provocativo del propio Jorn.

Vista de la exposición de Asger Jorn, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

“El arte está imbricado en la vida, por eso necesitamos su parte controvertida”, proclamó Prestsaeter, resumiendo así el carácter paradójico del artista danés: tan serio en su reivindicación del arte como vehículo de transformación social, buscando precisamente a ese espectador activo que, además de contemplar, se involucra en la creación, como lúdico e incluso gamberro en su manera de promover el arte como caracterizado por aquel grito de su paisano nórdico Edvard Munch.

El título de la exposición producida por el IVAM, en colaboración con el Museum Jorn de Silkeborg y el apoyo de Fundació Banc Sabadell, evoca a ‘La sociedad abierta y sus enemigos’, del filósofo Karl Popper, desplazando las críticas vertidas en aquel ensayo contra Platón, Hegel y Marx, hacia todas aquellas personas o instituciones que pretendan cortar las alas con las que vuela libre el arte.

“Los enemigos ahora serían cualquier persona que quiera que el arte sirva a sus propósitos”, subrayó el comisario, quien definió el arte como “lucha, confrontación”. La pintura libre y expresiva -tremendamente expresiva- de Asger Jorn se halla atravesada por esa tensión entre la naturaleza -lo atávico animal- y la cultura -en tanto acto creativo conformado a partes iguales por la violencia y el desgarro humorístico-.

Una mujer observa una de las obras de Asger Jorn, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Una “cultura no separada de la naturaleza”, apuntó Nuria Enguita, directora del IVAM, aunque luego hablara del arte como “herramienta que puede transformar la sociedad”. En esa línea divisoria que el surrealismo -del que provenía Jorn- trazó, reflejado en un espejo en el tiempo –“que el tiempo vea las tensiones”-, se mueve el artista danés al que el instituto valenciano dedica, más que una retrospectiva, una mirada que abarca gran parte de su producción artística.

Dividida en cinco salas, la exposición se hace eco de sus “animales animados”, fruto del experimento colectivo realizado a partir de un dibujo automático en papel transparente -para revelar cómo una imagen está abierta a múltiples interpretaciones-, sus “mitos mudos” -mezcla de pintura y elaboración de libros-, las obras vinculadas con los citados situacionismo y vandalismo, y sus dibujos lineales copiados a mano, donde plasma esas “alegrías y horrores de la vida” que se entreveran en su práctica artística.

Fachada del IVAM con los dibujos de Asger Jorn, el de la derecha con la frase ‘Monsters of all planets unite!’. Foto: Miguel Lorenzo.

Esa creación abierta, a la que alude el título de la exposición, se va desarrollando a lo largo de su trabajo mediante trazos violentos que van dejando paso a una serie de masas dramáticas, en las que se vislumbran figuras fantasmagóricas que dan pie a los monstruos evocados por Ellef Prestsaeter, tirando del propio grito de guerra formulado por Jorn: “Monstruos de todos los planetas, ¡uníos!”, grito a su vez impreso en la fachada del IVAM como parte de la muestra.

“Todos nosotros somos monstruos”, afirmó el comisario, respondiendo así a un periodista que le preguntó por esa monstruosidad aludida. “Usted también es un monstruo, lo siento”, añadió. No era ninguna provocación, sino la constatación del hecho que asocia nuestra humanidad con la animalidad y que Asger Jorn sintió en sus carnes cuando padeció la tuberculosis.

El microbio causante de la enfermedad que casi acaba con su vida fue objeto de un dibujo en 1950, identificado con la criatura del relato de Franz Kafka ‘La metamorfosis’, novela que Jorn había traducido al danés una década antes. Dibujo que figura en la exposición del IVAM, que incluye también obras encargadas a la artista danesa Anna Sofie Mathiasen.

Vista de la exposición de Asger Jorn, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.

Ese bicho, que la reciente pandemia causada por la Covid-19 trae al presente, no deja de ser una de las múltiples formas que puede adoptar la monstruosidad reflejada en la obra del artista danés. Monstruos tan letales como, en ocasiones, jocosos (“hay encuentros felices”, subrayó Prestsaeter), para volver a incidir en ese carácter paradójico del arte y, por tanto, del artista habitado por una misma violencia creadora y destructiva.

‘La creación abierta y sus enemigos: Asger Jorn en situación’ refleja el talento de un artista que nos exhorta a contemplar los monstruos que habitan el planeta y que nos habitan. De hecho, Fernand Léger -a quien tuvo como mentor- fue uno de los tantos intelectuales y artistas que celebraron el advenimiento de la Primera Guerra Mundial como acontecimiento bélico que venía a regenerar el mundo. Por eso nunca está de más contemplar los monstruos de Jorn, quien a través de sus dibujos, grabados, pinturas, videos y publicaciones nos pone, sin duda, en cautivante situación.

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Una joven observa uno de los cuadros de Asger Jorn, en el IVAM. Foto: Miguel Lorenzo.