Vagamundo, de Santiago Auserón
Palau de la Música
Paseo de la Alameda, 5. Valencia
Viernes 30 de septiembre, 2016, a las 20.30h

Palau Obert, tal es el lema con el que el Palau de la Música “abre sus puertas y su mente”, quitándose “las telarañas”. Así describió Glòria Tello la nueva etapa del coliseo valenciano. Y como ejemplo de esa apertura, presentó el concierto de Santiago Auserón con la Orquesta de Valencia previsto para este viernes.  ‘Vagamundo’ cierra así su gira por España, “haciendo sold out (vendido) en todas partes”, al tiempo que no para de abrir a su vez la mente del propio Juan Perro, encantado con la experiencia de interpretar su repertorio en clave sinfónica: “Fascinación que me mantiene en estado adolescente”.

Con una gafas negras que no se quitó en ningún momento, echó la vista atrás para decir: “Me está costando adaptar el talante ‘Perruno’ a la orquesta, donde todo está escrito y son leyes que hay que respetar”. Fue entonces cuando explicó que de la “rebeldía after punk” de Radio Futura pasó a la “complicidad e improvisación” que desarrolló junto a otros artistas en su etapa de Juan Perro, para desembocar ahora en la orquesta: “Se trata de llegar a la sonoridad clásica sin perder el pellizco de la música popular”. Lo dijo en compañía de quienes le secundan en el proyecto y a los que no dejó de ensalzar: Ricardo Casero, director de las diferentes orquestas que han reinterpretado los temas de Auserón, y Amparo Edo, la compositora que ha hecho los “magníficos arreglos”.

Juan Perro. Imagen cortesía del Palau de la Música.
Juan Perro. Imagen cortesía del Palau de la Música.

“Algo está pasando” y algo “esperanzador” para que un concierto como ‘Vagamundo’ se esté paseando con tan rotundo éxito. Y Santiago Auserón, que canta con el mismo nivel que habla y viceversa, fue dando algunas claves. “Los grandes medios se han dedicado a explotar y degradar la música popular”. Pero paradójicamente y, de pronto, “el sector de la música clásica empieza a moverse” propiciando “el acercamiento de las músicas populares en términos de rigor”. Y es esa mezcla de música clásica y pop-rock la que está creando una “ventana abierta al porvenir”. Empezó con un concierto en 2014 en Valladolid y ya lleva nueve, lo cual, dijo, “es una barbaridad”.

Su papel en ese cambio esperanzador era el de “orgulloso mediador”. Una vez “instigado por gente notable”, él no había hecho más que responder “al reto con pasión”. Y añadió: “Me veo como si me hubiera tocado un master gratuito impartido por músicos más preparados que yo”. Escuchar una selección de sus temas, ya sea con Radio Futura o ya en solitario como Juan Perro, interpretados junto a una orquesta sinfónica le colmaba de felicidad: “El público se queda maravillado y los músicos se lo pasan pipa recibiendo tamaño estusiasmo”.

Juan Perro en 'Vagamundo'. Imagen cortesía del Palau de la Música.
Juan Perro en ‘Vagamundo’. Imagen cortesía del Palau de la Música.

Ricardo Casero lo que ha venido haciendo, al frente de las sucesivas orquestas, es marcar “un nivel de máxima exigencia y sin concesiones”, recordó Auserón, quitando así la idea de “easy job” (trabajo fácil) con el que podían encarar los músicos de clásica el repertorio pop. Juan Perro sugirió a Amparo Edo, cuando se puso con los arreglos, que se acordara de Audrey Hepburn tocando su guitarrita en la película ‘Desayuno con diamantes’. Y a partir de ahí trajo a colación los nombres de Kurt Weill, Leonard Bernstein, Henry Mancini, Ennio Morricone, Nino Rota y George Gershwin, nada menos.

Y lo que empezó como un experimento más de los que tanto gusta a Santiago Auserón (“músico que ha cambiado la industria musical en España”, elogió Tello) tiene visos de convertirse en disco. “Nos gustaría”, señaló tímidamente el más clásico Auserón. “Está muy avanzado”, corrigió Casero. Y ya en plan más juglar, Juan Perro se envalentonó: “Lo vamos a hacer aunque haya que buscar dinero debajo de las piedras”. Al final, hasta se ofrecieron fechas: completar la gira en España el año que viene, grabarlo en primavera y continuar la gira en América ya con el disco bajo el brazo. Para entonces, ‘Vagamundo’ ya habrá hecho honor a su nombre: “Tic que llama a la juglaría popular de los siglos XVI y XVII atraída por la vastedad del ancho mundo”, concluyó Auserón.

Santiago Auserón. Imagen cortesía del Palau de la Música.
Santiago Auserón. Imagen cortesía del Palau de la Música.

Salva Torres