Cuando las líneas son tiempo
Espai 13
Fundación Joan Miró
Hasta el 6 de marzo de 2016

La artista sueca Sofia Hultén (Suecia, 1972) afincada en Berlín, llega a España de la mano de esta exposición, en la que especula con las múltiples historias de los objetos encontrados. Se trata de un proyecto transversal, comisariado por Martí Manen, (Barcelona, 1976) que propone reflexionar sobre cuestiones de temporalidad y producción en la práctica artística. Desde una perspectiva narrativa, explora la vida divergente de los objetos descontextualitzados e invita a imaginar las ficciones que se activan a partir de un uso alternativo de los elementos más cotidianos.

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Cortesía de la artista. Daniel Marzona, Berlín; Galería Nordenhake, Estocolmo/Berlín; y Raebervon Stenglin, Zúrich.

Los procesos industriales buscan optimizar la creación de productos con un diseño definido y una funcionalidad predeterminada. Aun así, más allá de la cadena de consumo en la que fueron concebidos, todos los objetos contienen la posibilidad de vidas paralelas, alternativas o, incluso, divergentes. La mirada de Sofia Hultén los libera de su lógica original, los desprograma mediante el uso erróneo o la aproximación lateral para jugar con el entramado de ficciones potenciales que se desencadenan. En palabras de Martí Manen, comisario del ciclo Cuando las líneas son tiempo, el trabajo de Hultén «implica una experimentación, desde el campo de la narratividad, con todo lo que nos rodea, que permite imaginar otras realidades y otras poéticas, otros contactos y relaciones». Los vídeos y las esculturas que la artista sueca presenta en el Espai 13 recogen distintos relatos en torno a los objetos encontrados. Zapatos, cadenas, carretillas o persianas se convierten, según Manen, «en detonantes para la especulación sobre el sentido de nuestra relación con lo que nos rodea».

Fotograma de Trucking, 2015. Cortesía de la artista. Daniel Marzona, Berlín; Galería Nordenhake, Estocolmo/Berlín; y Raebervon Stenglin, Zúrich.
Fotograma de Trucking, 2015. Cortesía de la artista. Daniel Marzona, Berlín; Galería Nordenhake, Estocolmo/Berlín; y Raebervon Stenglin, Zúrich.

El hecho de trasladar los objetos a lugares o situaciones imprevistos permite generar nuevas lecturas, del mismo modo que las teorías alrededor de la física cuántica prevén la aparición de universos paralelos. La exposición de Sofia Hultén representa, además, una pausa en el ciclo natural de estos objetos que, detenidos, permiten aislar diferentes momentos o imaginar nuevas líneas temporales. En uno de los proyectos expuestos, Hultén coge materiales de un contenedor y los modifica ligeramente para acabar devolviéndolos a la basura sin solución de continuidad. La intervención de la artista añade densidad narrativa a estos elementos, pero acaba desapareciendo también con el objeto rechazado en un tipo de bucle en el que el trabajo deja de tener una finalidad y se convierte en un gesto o en un momento. En otro vídeo, el calzado abandonado en la calle se convierte en un nuevo sistema urbano de navegación, en el que las distintas etapas de un camino están marcadas por pares de zapatos perdidos en la ciudad. El usuario los encuentra, se saca los suyos para ponerse otros y avanza hasta encontrar nuevo calzado. La búsqueda de zapatos lleva a mirar el espacio de otro modo, genera recorridos peculiares y deja un rastro narrativo. La muestra de Hultén se completa con una serie de objetos intervenidos que incorporan capas de tiempo y gestualidad añadida al espacio expositivo. Carretillas que no pueden funcionar y que en un primer momento parece que están en el lugar equivocado. Cadenas de grúas, persianas metálicas o bicicletas que pasan a ser relatos que revelan todo lo que podrían ser y no son, todas las derivaciones posibles, todos los usos que han escapado al control.