Houses from El Cabanyal
Editor: Felip Bens
Fotografías de Germán Caballero
Editorial L’Oronella

El Modernismo surgió a caballo de los siglos XIX y XX como expresión estética de una pujante burguesía urbana que expresaba su refinamiento, mostrando a la vez cierta nostalgia por los colores vivos y las formas orgánicas expulsados de las grandes ciudades. En un singular proceso de mimetismo y adaptación, los habitantes de los poblados marítimos de Valencia tradujeron esa estética a su propia arquitectura popular, un conjunto de viviendas, la mayoría unifamiliares, que hoy día constituye un patrimonio único  en grave peligro de extinción.

Viviendas de El Cabanyal. Fotografía: Germán Caballero.
Viviendas de El Cabanyal. Fotografía: Germán Caballero.

Afectadas de lleno por la polémica ampliación de la Avenida de Blasco Ibáñez, muchas de estas viviendas han sido abandonadas por sus propietarios y se encuentran deterioradas, incluso han sido derruidas. La segunda edición del Houses from El Cabanyal, realizada por la editorial L’Oronella, incluye imágenes de 270 viviendas de las que sólo 130 se encuentran en buen estado. Sólo en el último lustro han desaparecido 28.

“En estos momentos la situación socio política y la presión sobre el barrio  es menos desesperada que en 2007, cuando lanzamos la primera edición de 2.000 ejemplares”, comenta Felip Bens, el editor. “Sin embargo, no se trata sólo de evitar la destrucción sino de activar un plan de rehabilitación que permita regenerar una zona degradada que alberga grandes posibilidades”.

Vivienda de El Cabanyal. Foto: Germán Caballero.
Vivienda de El Cabanyal. Foto: Germán Caballero.

“El libro no pretende entrar en polémicas sino mostrar una realidad”, añade Germán Caballero, el joven fotógrafo autor de las imágenes que incluye el libro. “Las tomé a lo largo del verano pasado para captar la luz mediterránea, que tiene mucho que ver con la estética de estas casas”.

Arquitectos, historiadores y periodistas colaboran con una serie de textos, en castellano e inglés, que ilustran las distintas facetas de este patrimonio peculiar. Son Joan Víctor Pascual, Sergi Tarín, Jaume Chornet, Vicente Gallart, Joaquim Díez y Pep Martorell.

En el apartado, Casas Perdidas, el libro documenta las 25 casas desaparecidas en estos últimos años, las tres reformadas que perdieron sus distintivos azulejos y las 42 condenadas, según el Plan especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Ayuntamiento.

“Destruir El Cabanyal es una obsesión particular de Rita Barberá, su lucha personal”, comenta Bens. “Hay mucha gente en el PP que ya contempla el futuro del barrio con otros ojos”.

Vivienda de El Cabanyal. Foto: Germán Caballero.
Vivienda de El Cabanyal. Foto: Germán Caballero.

Del taulellet al trencadís

En 1875, El Cabanyal sufrió un gran incendio que destruyó 250 barracas, la típica vivienda del barrio de pescadores. A partir de esa fecha comenzaron a construirse las casas revestidas de azulejos con un doble objetivo práctico y ornamental. Por una parte se evitaba así tener que encalar la fachada todos los años para combatir la humedad y por otra el propietario hacía alarde de su poderío. Curiosamente, las viviendas eran mucho más lujosas por fuera que por dentro, se trataba de aparentar y competir con los demás, un reflejo del típico temperamento valenciano que sigue vigente, como demuestran las ampulosas construcciones de la Ciudad de las Ciencias que ya evidencian indicios de ruina.

El azul y el verde, los mismos colores típicos de las barcas de pesca, eran los dominantes en la decoración y otros detalles modernistas muy visibles. Las rejas pintadas de purpurina plateada, los apliques y picaportes de bronce, las guardamalletas de las persianas, la madera de mobila, etcétera. Existían varios tipos de casas, según superficie y alturas: la caseta de quart, la de dos quarts, la completa y la finca, de tres o cuatro alturas.

Detalle de la puerta de una vivienda en El Cabanyal. Foto: Germán Caballero
Detalle de la puerta de una vivienda en El Cabanyal. Foto: Germán Caballero

Las casas más grandes, de estilo señorial, fueron edificadas por familias burguesas que veraneaban junto al mar, entre finales del XIX y principios del XX. Se encontraban en calles perpendiculares a la costa y, entre diversos diseños de azulejos, incluían el que imita las plantillas del bordado de punto de cruz.

Víctor Gosàlbez, Vicent Nicolau El Carrasquet y Tomàs Cardona fueron algunos de los artífices de las sencillas viviendas de pescadores de una sola planta, entre Pintor Ferrandis y Tarongers.

Detalle de la fachada de una casa del Cabanyal. Fotografía: Germán Caballero.
Detalle de la fachada de una casa del Cabanyal. Fotografía: Germán Caballero.

Bel Carrasco