Mercacine
Agencia de comunicación y márketing de Valencia
Septiembre de 2019

Ángel Castillo junto a su socio Eladio Moreno tienen vocación de pioneros en lo que se refiere a estrategias de difusión del séptimo arte, que les apasiona por igual desde que eran niños. En 1999, crearon LaButaca el primer portal en español y uno de los primeros de Europa dedicado al cine que llegó a tener cuatro millones de lectores al mes. Tras un paréntesis en el que tuvieron que reinventarse como muchos profesionales y empresarios afectados por la crisis, han abierto en pleno centro de Valencia Mercacine, la primera agencia de comunicación y márketing dedicada al cine de la Comunidad Valenciana.

“En Madrid y Barcelona existen agencias de este tipo y pensamos que ya era hora de que Valencia tuviera una propia ya que existe una demanda potencial importante, unas 3.500 empresas en el sector audiovisual”, dice Castillo. 

Ángel Castillo, de Mercacine. Imagen cortesía del autor.

Su objetivo es dar mayor visibilidad al mercado cinematográfico de la Comunidad Valenciana y con ese objetivo han diseñado una estrategia versátil que incluye  desde la prestación de servicios a instituciones, empresas y profesionales del medio a la organización de eventos y actividades dirigidas a todos los públicos. 

La pujanza de las plataformas digitales ha recluido a la gente en sus hogares, y en contra de este progresivo aislamiento  Mercacine promueven la socialización. De hecho una de sus primeras iniciativas ha sido crear una especie de Club de Cine a la manera de los antiguos cine forum que, a través de meetup y otras redes sociales reúne a un grupo de espectadores que disfrutan cada semana de un filme. Quedadas de película. A continuación debaten su contenido en un local público, bien para tomar una cerveza o para cenar. “Empezamos con siete cinéfilos y ya somos 21”, comenta Castillo. “Las mujeres siempre son más de la mitad y ya estamos pensando en celebrar un par de sesiones semanales eligiendo títulos variados incluidos algunos en versión original”.

La agencia promoverá preestrenos, ciclos, presentaciones, coloquios, exposiciones, talleres, encuentros de profesionales y de aficionados, entre otras actividades. Su labor girará también alrededor de las vertientes didácticas y lúdicas del cine, puesto que además de visibilizar y dinamizar, pretenden socializar,  impulsando la interacción social entre las personas a partir de la afición al séptimo arte.

Grupo de espectadores en una de las actividades de Mercacine. Imagen cortesía de la agencia de comunicación y márketing Mercacine.

“El cierre de muchas salas de cine y videoclubes, que eran lugares de encuentro donde compartir y difundir la cinefilia ha empobrecido la vida cultural de las ciudades”, afirma Castillo “Esos hábitos de ocio compartido se han sustituido por una experiencia solitaria a través de plataformas digitales.  Aunque son un fabuloso avance tecnológico y ojalá sigan desarrollándose para expandir las posibilidades de acceso al cine, no deberían sustituir a la inmersión social, porque corremos el peligro de convertirnos en consumidores aislados y pasivos”.

Ángel y Eladio son hermanos nacidos en Benetúser, y en las salas de su pueblo se forjó su amor por el cine, especialmente el clásico en blanco y negro. Sus apellidos son Castillo Moreno y decidieron utilizar uno distinto cada uno por motivos prácticos. “Nos parecemos físicamente y además tenemos una voz parecida por teléfono. Eso provocaba confusión. También a la hora de firmar documentos o los artículos de LaButaca donde escribíamos los dos”

El portal cinematográfico fue un éxito que alcanzó una difusión millonaria, pero en 2013 tuvo que echar el cierre. “La piratería, la transición tecnológica y los grandes portales nos fueron minando, y las redes sociales nos acabaron de enterrar”.

Grupo de espectadores en una de las actividades de Mercacine. Imagen cortesía de la agencia de comunicación y márketing Mercacine.

Vino un periodo de transición que supieron aprovechar para disfrutar de tiempo libre, practicar deporte y otros placeres de la vida. “Tenía montones de películas y libros sobre cine y después de varias mudanzas decidí aligerar ese peso”, cuenta Castillo. “En La Fábrica de Hielo, Ubik Café y otros centros culturales los fui vendiendo en mercadillos donde lo pasé genial tratando con gente de todo tipo. Por eso llamamos Mercacine a esta nueva empresa en recuerdo de aquellos simpáticos rastrillos”.

La aventura acaba de empezar. En la cabeza de Castillo bullen las ideas. Además de pases de prensa o pre-estrenos,  piensa en otras iniciativas, como organizar coloquios en librerías sobre filmes inspirados en novelas, actividades específicas para mayores y para niños, etcétera. Ahora, silencio que se abre el telón y empieza la peli.

Oficinas de Mercacine, por cortesía de la propia agencia de comunicación y márketing.

Bel Carrasco