Entrevista con Solimán López, a propósito de
Taller Tecnometrías
Ciclo ‘El museo modos de uso’
IVAM
Guillem de Castro 118, Valencia
Del 29 al 31 de enero de 2016

Con motivo del inminente ciclo ‘El museo modos de uso’, que el IVAM implementa a lo largo de las postrimerías de enero y la segunda quincena de febrero, Makma entrevista a uno de sus adalides activos, el artista de origen burgalés, afincado en Valencia, Solimán López, un insólito espécimen de la intangibilidad, cuya trayectoria se encuentra bienvenidamente ahíta de un vigoroso discurso tecno-ontológico (permítaseme la hipérbole, mas su prédica lo merece), que llevará a cabo el taller performático ‘Tecnometrías’, del 29 al 31 de enero.

Director del departamento de innovación y desarrollo en materia d arte y tecnología de ESAT -en el que evoluciona su investigación discursiva-, Solimán López nutre su devenir curricular con la consolidación de numerosos proyectos, que han reportado acento internacional a su teleológico proceso de examinación de las nuevas tecnologías -no en vano, su obra forma parte de ADA (Archive of Digital Art), uno de los espacios virtuales más notables del universo media art-.

Una instantánea de Solimán López en plena acción performativa de 'Tecnometrías'. Imagen cortesía del IVAM.
Una instantánea de Solimán López en plena acción performativa de ‘Tecnometrías’. Imagen cortesía del IVAM.

¿Cuál es el protocolo de actuación que llevarás a cabo en ‘Tecnometrías’?

El término ‘Tecnometrías’ es una apropiación lingüística que de alguna manera define la ejecución de medidas mediante uno objeto tecnológico. En este contexto, el objeto elegido para esta edición de la acción es el de un disco duro. El disco duro se configura como un contenedor de información y además funciona como objeto de medición.

El proceso de trabajo consiste en la documentación digital de los participantes al taller paralelo que Aitziber Urtasun desarrolla en torno a la acción y que contará con la presencia de 20 personas. Mediante un dispositivo de escaneado digital como es Kinect -cámara de video y fotografía- los miembros participantes serán incorporados de manera digital al disco duro para, a continuación, «con ellos dentro», desempeñar las mediciones del espacio físico. Estas mediciones se realizan en el suelo de los espacios transitables del museo, configurando una serie de retículas y metáforas visuales extraídas de la multiplicación e interpolación de información digital en relación con el espacio tangible.

¿Qué resultados proyectas obtener y de qué modo serán divulgados?

El resultado es la generación de una sensación de espacio a través de la visualización de lo digital artístico en un espacio en el que predomina la información visual plausible, como es un museo. Las equivalencias que el proyecto genera radican en volúmenes de información, en gigas de identidad digital que el participante y espectador vislumbra a través de mis conclusiones. Podremos estar representados virtualmente millones de veces en un museo.

La acción es muy exigente a nivel físico ya que se desarrolla durante toda la tarde del viernes 29, el sábado completo y el domingo por la mañana, tiempo necesario para poder hacer todas las mediciones.

Los resultados matemáticos y las equivalencias de información serán volcadas en www.solimanlopez.com como registro de la acción.

Un instante de la acción 'Tecnometrías', llevada a cabo por Solimán López en el CAC de Málaga. Imagen cortesía del artista.
Un instante de la acción ‘Tecnometrías’, llevada a cabo por Solimán López en el CAC de Málaga. Imagen cortesía del artista.

¿Aventuras consolidar alguna conclusión emparentada con acciones precedentes? En este sentido, ‘Tecnometrías’ ya ha sido implementada en el CAC de Málaga y en Matadero Madrid, durante la celebración de JustMad.

Cada acción performativa tiene una esencia diferente a la anterior. No me gusta repetir de manera autómata este tipo de acciones. La performance es una experiencia personal que enfrenta al sujeto con el espacio y otros individuos mediante un canal que es la idea artística y, en este sentido, el espacio y los participantes siempre son diferentes, por lo que los resultados siempre son cambiantes. Además la pieza está revisada. La incorporación a la misma de un público pro-activo mediante el taller de Aitziber le dota de un calor humano que en otras acciones era provocado por mí mismo sobre los visitantes del museo, acción que tampoco descarto.

En esta ocasión el objeto de mediciones varía (es un disco duro y no un smartphone), que tiene un poder de síntesis y almacenamiento mayor, además de otras connotaciones conceptuales. Sin duda la acción vendrá a reforzar el concepto inicial de la misma, que es evidenciar la relación entre el espacio físico y virtual (el espacio híbrido), un espacio todavía velado y que cada día que pasa cuenta con una capa más fina de intersección entre ambas esferas de realidad. La pieza consolidará un ejercicio mental que nos ayude a posicionarnos psicológicamente en ese espacio de nadie que nos multiplica e interrelaciona de manera exponencial y del que no solemos tener consciencia si no es a través de interfaces. Estas interfaces con la acción se rompen y se convierten en pura imagen mental.

¿De qué modo te han determinado las ‘Antropometrías’ de Yves Klein o los básicos arquitectónicos de «orden y mejora» de Ernst Neufert?

Pues básicamente son las dos fuentes de inspiración más evidentes de la pieza. El término ‘Tecnometría’ está totalmente condicionado por el precedente de Klein en el que utilizaba el cuerpo como pincel y del que sacó un partido increíble y que le ha llevado a formar parte de nuestra historia del arte. Por su parte, Neufert aporta esa relación con la arquitectura y la incorporación del cuerpo como medida de todas las cosas. Con estos dos precedentes la pieza se cierra de manera conceptual de un modo muy sólido. Por una parte, el término de hacer arte con un objeto diverso al pincel (el cuerpo o un disco duro) y, en la otra, la utilización del cuerpo como herramienta de medición, que en este caso es sustituido por la tecnología como medida de todas las cosas. Son dos ejes de una misma moneda que tienen al cuerpo como protagonista y que son actualizados por la tecnología y la desmaterialización de aquél. Sin duda, una actualización de conceptos en la era de la «comunicación».

'Archivo 79513' perteneciente al proyecto 'More than 404'. Imagen cortesía del artista.
‘Archivo 79513’ perteneciente al proyecto ‘More than 404’. Imagen cortesía del artista.

Por otra parte, con ‘More than 404’ principias el curso artístico anual por una senda de corrupción digital que transciende y pervierte lo que la World Wide Web Consortium (W3C) definía, allá por 1992, como un protocolo o anatomía de un error http. ¿En qué consiste esta depravación digital?

Todo sistema tiene sus corrupciones. Los sistemas perfectos se basan en el caos y el ecosistema digital también tiene los suyos. La palabra error en general se asocia con lo negativo, incompleto o fallido, pero no hay más que mirar a la naturaleza repleta de supuestos errores de una belleza inalcanzable.

Este es el principio etimológico de ‘More than 404’. En este caso, un fallo fortuito de un disco duro personal que generó una descomposición de información que se tradujo en miles de archivos «glitch», que sin duda tienen una plasticidad y belleza evidentes. Estos archivos los he elevado a la categoría de recurso digital de libre uso, ya que al haber sido una autogeneración fortuita de un equipo informático me parecía que la autoría de la obra estaba difusa y que, por este motivo, debía ser compartida con su propia naturaleza digital. Es como haber encontrado un pajarillo único en su especie, una mutación maravillosa, que tras ser observada durante unas horas se libera y se deja de nuevo volar en libertad por su entorno vital.

La idea de referenciar el código 404 se traduce en una reivindicación al gusto por el error, la casualidad y la ruptura, en este caso digital, pero bienvenida en otros ámbitos.

La pieza sigue online en este enlace: http://solimanlopez.com/portfolio/more-than-404/

PIeza representativa del proyecto en curso 'Harddiskmuseum'. Imagen cortesía del artista.
PIeza representativa del proyecto en curso ‘Harddiskmuseum’. Imagen cortesía del artista.

Igualmente, ‘Harddiskmuseum’ prosigue su curso de intangibilidad con la incorporación de diversos artistas, nacionales e internacionales, que propician la dotación de contenido. ¿Qué novedades atesora el proyecto al respecto?

Es un proyecto que a nivel personal está siendo de lo más gratificante. Plantear una obra colectiva no siempre es fácil, pero realmente es el sentido de lo digital. Un museo en un disco duro no se consigue en dos días, por lo que es un proyecto que a diario va exigiendo sus resultados. Seguimos con un fuerte trabajo logístico con el proyecto, que ya se está materializando con la colaboración internacional en sedes como Argentina, Venezuela, a través de María Bilbao, Brasil, con Debora Aito o Italia, con Nicola Mariani, que han acogido el proyecto como suyo y están propiciando apariciones en sus países. En este sentido, viajaremos con el disco para junio, visitando Brasil, Argentina y Venezuela, en un gran esfuerzo de ESAT (Escuela Superior de Arte y Tecnología), que apuesta por el proyecto desde sus inicios desde su departamento de innovación, que dirijo.

¿Con qué apoyos cuenta ‘Harddiskmuseum’, hasta el momento?

Se están negociando algunos patrocinios y colaboraciones institucionales para hacer de este original proyecto una idea sostenible y con más recursos disponibles para su movilidad y, por supuesto, artistas participantes, la piedra angular de todo este nuevo ecosistema museístico, creativo y cultural.

A nivel artístico, hay grandes nuevas incorporaciones como Enrique Radigales, Fabien Zocco o Rosana Antolí, que vienen a completar las ya magníficas aportaciones de Aram Bartholl, Bosch&Simons, Rubén Tortosa, Hugo Martínez-Tormo e Inma Femenía. Hay más incorporaciones, pero están en proceso de consolidación y envío de obra y no pueden ser desveladas todavía.

El proyecto se ha reconfigurado a sí mismo en un formato de sesiones en vivo de las que ya podemos anunciar la primera en Valencia para abril de este año, acciones en las que, con una aforo reducido, el público podrá disfrutar del contenido del disco en directo de una manera única. También se prevé su emisión en streaming. En www.harddiskmusuem.com pueden estar al día del proyecto.

Cabe indicar que te encuentras en pleno proceso de preparación de obra para la presente edición de JustMad, que tendrá lugar en el COAM, del 23 al 28 de febrero. A este respecto, ¿qué tipo de piezas podrán contemplar los visitantes y en qué otros emplazamientos estará presente tu trabajo durante los próximos meses?

A través de Galería Punto presento varias piezas en línea con los últimos trabajos que vengo desarrollando y que aluden a la historia del arte y la actualización de conceptos en el contexto de lo digital. ‘Framed Memory Card’ se presenta en Madrid con sus 50 kg de aluminio macizo, que guardan en su interior una tarjeta de memoria de 8GB de la que sólo el comprador esta legitimado a conocer su contenido. A esta pieza se suman, como novedad y presentación en exclusiva, un par de obras más que siguen estableciendo vínculos con el pasado artístico, pero desde el enfoque de lo digital, como es el caso del proyecto ‘Pixel Blue’, en el que, a través de la apropiación del tono RGB del azul Klein mediante Licencia Creative Commons, desarrollo todo un montaje audiovisual y plástico, del que agradezco su colaboración a Toni Vaca. Sin duda tengo muchas ganas de ver estas piezas «funcionando». Además, estará presente en Technarte Bilbao 2016 y formaré parte de varias exposiciones colectivas durante los meses de marzo y abril.

El artista Solimán López durante su acción Tecnometrías. Imagen cortesía del artista.
El artista Solimán López durante su acción ‘Tecnometrías’. Imagen cortesía del artista.

Jose Ramón Alarcón