Nuria Torreño

‘Big Box’, de Nuria Torreño, Aida Roldán, Guille Tormo, Rafa Tormo, Gabriel Gómez, Anna Vayà, Paula Tinoco y Alba Lapeña
Curt Creixent, encuentros del cortometraje
Cinema Jove
Del 18 al 26 de junio de 2021

‘Curt Creixent, encuentros del cortometraje’ celebra, en el marco de Cinema Jove, su séptima edición, que fomenta el encuentro entre profesionales y estudiantes. En la sesión de pitching organizada el pasado 19 de junio, se presentaron diversos cortometrajes, uno de los cuales fue ‘Big Box’, un cortometraje de animación realizado por Nuria Torreño, Aida Roldán, Guille Tormo, Rafa Tormo, Gabriel Gómez, Anna Vayà, Paula Tinoco y Alba Lapeña, ocho estudiantes del Máster en Animación de la UPV. MAKMA ha tenido la posibilidad de entrevistar a la directora de ‘Big Box’, Nuria Torreño.

¿Podrías hablarnos sobre tu cortometraje?

‘Big Box’ es un cortometraje de animación 2D que empezó a producirse a principios del 2019 por ocho alumnos del Máster en Animación de la UPV. Es un corto que plantea qué pasaría si pudiésemos meter los sentimientos en una caja y enviarlos. Nos llamaba la atención, planteando diferentes temas, cómo, actualmente, a pesar de todos los medios que tenemos –que para nada se critican–, seguimos sin conseguir llegar a comunicarnos, esa conexión íntima, no sabemos decir cómo nos sentimos o no comprendemos a otra persona.

De ahí surge ‘Big Box’, que plantea la historia –en este mundo en el que se pueden medir los sentimientos– de un cartero que tiene que enviar la caja más grande que jamás ha visto su empresa, con la dificultad añadida de que, aunque la ciudad es totalmente plana, tiene que subirla a la única cuesta de la misma. Muchas veces decimos la metáfora de “porque a veces decir cómo te sientes es tan difícil como subir una cuesta”. Creíamos que el corto iba a ser una cosa y luego fue otra, no nos dimos cuenta realmente de qué estábamos haciendo, fue curioso.

Fotograma del cortometraje de animación ‘Big Box’.

¿Cómo ha sido el proceso de realización?

Toda película se divide en tres fases: la preproducción, la producción y la postproducción. Yo creo que cuando se crea una película de animación se hace mucho énfasis en la preproducción porque se crea un universo desde cero. No solo es guion o thumbnails (pequeñas imágenes previas a un storyboard complejo), sino que también es diseñar los personajes, que funcionen, el mundo, los escenarios… y todo esto lleva a un punto en el que debe estar preparado para que pueda pasar a la fase de producción, la animación en sí, luego la limpieza, meterlo en postproducción (que ya sería la edición) para crear los efectos… Todo es un proceso muy complejo, pero creo que hacemos mucho énfasis, o al menos en ‘Big Box’, en la preproducción, porque así está todo muy preparado para las demás fases, que comportan mucho trabajo. Diría, por lo tanto, que es un proceso muy metódico.

Entiendo que es un trabajo que requiere de un gran equipo, ¿cómo os habéis coordinado entre todos?

Cuando eres alumno y empiezas un proyecto, como en nuestro caso, no estás dentro de una empresa, no sabes dirigir, no sabes producir… a nosotros se nos ha pedido hacer un corto de manera íntegra, algo que no es habitual. Pero sí que es verdad que al principio éramos seis personas, luego, ocho (menos mal). Y ha resultado muy horizontal para que todo el mundo se sintiese a gusto en algo que iba a ser nuestro proyecto, es algo muy importante para nosotros.

Fotograma de ‘Big Box’, de Nuria Torreño.

Yo, como directora, y mi compañera Aída Roldán, como productora, tuvimos a veces las decisiones típicas de corte. En el segundo año, en producción, nos dividimos en equipos: animación y fondos. Mi compañera Aída supervisó los fondos y yo la parte de animación. Es un trabajo de supervisión, un micromanaging, creo que se llama, muy difícil porque todo el mundo te viene con su trabajo a la vez que intentas hacer lo tuyo y yo creo que eso para una persona que nunca ha tenido esa responsabilidad, al menos mi punto de vista, era no tener tiempo para todo, pero bueno, se llevó.

¿Cómo estáis viviendo el salto del marco académico al marco profesional?

El cortometraje fue realizado como Trabajo Final de Máster, teníamos que hacer un cortometraje y ellos nos iban enseñando el proceso. Si te lo planteas como toca, puede estar muy bien, pero también depende mucho del equipo que tengas. Es esencial saber trabajar en equipo porque si no, da igual qué idea tengas, no vas a llegar a ninguna parte. Yo al menos he averiguado en este proyecto que he tenido suerte. Y lo de llevarlo más allá de un proyecto de máster depende mucho de todo el equipo, de ti mismo y de la visión que tengas. Para nosotros nunca ha sido un TFM, para nosotros siempre ha sido “el corto”. Y yo creo que eso es lo que potenció el resultado final.

A festivales todavía no lo estamos llevando porque está a punto de cerrarse. Sí que es verdad que tenemos toda la parte visual cerrada, pero estamos todavía trabajando con la música. Entonces aún no lo podemos llevar como tal porque le faltan cosillas, pero sí que lo hemos presentado a algunos, por ejemplo, a Weird, que nos cogieron en el catálogo, a pitchings como Prime the Animation, Curt Creixent…

Fotograma de ‘Big Box’, de Nuria Torreño.

El salto es que cuando estamos haciendo el corto estamos concentrados en terminar, en cómo hago esto, cómo hago lo otro, cómo lo cierro… y cuando llegamos a esta fase vemos un mundo que no nos han enseñado, que no conocemos, de relaciones, más empresarial. Al contrario que el mundo más artístico, entramos en un mundo más empresarial: el pitching, por ejemplo, requiere una estrategia de distribución, de plantearnos en qué festivales queremos participar, es más el target, dónde se puede vender. Es un mundo que nosotros no habíamos tocado nunca, es muy interesante porque queremos darlo a conocer al público, es el siguiente paso que toca, pero es un mundo muy grande y desconocido. Pero la gente de este mundillo, los profesionales del mundo del cine y de la animación, es muy maja y está siempre dispuesta a aconsejarte, yo al menos lo he sentido así en las jornadas de Curt Creixent y en el One-to-One.

¿Qué ha supuesto la experiencia de participar en Curt Creixent?

Curt Creixent ha sido poco tiempo y es muy impresionante cómo tan poco tiempo en un evento nos puede aportar tanto. Porque cuando estuve en las jornadas de pitching se nos hizo un taller y fue muy nutritivo, y eso que estuvimos muy poco tiempo para prepararlo. Nos ayudaron a plantear la idea desde un punto más dirigido, a cuidar cómo se dice o se presenta el proyecto. Ya cuando hicimos el pitching, el feedback que nos dieron fue de visionado hacia el futuro, plantear una estrategia, deberíamos hacer esto o lo otro, plantearnos algo… ellos ven esa siguiente fase que todavía no hemos vivido.

Fotograma de ‘Big Box’, de Nuria Torreño.

Posteriormente, algunas de las charlas enfocadas al mundo del cine y del cortometraje nos ayudan a plantearnos cosas como qué ayudas hay, qué proyectos puede haber, las recopilaciones que nos dejan visionar todo el trabajo que ha habido antes y de las futuras promesas. Una sensación muy positiva fue el One-to-One, con los profesionales que habían decidido venir e incluso algunas distribuidoras, vienen varios tipos de perfiles. Yo no recuerdo haber aprendido tanto en muy poco tiempo, eran como apuntes muy rápidos, pero tardé toda una tarde en ordenar y asimilar la información. Nos han dado una gran ayuda para el siguiente paso en el mundo profesional, muy dadivosos, muy curiosos hacia el proyecto, pero a la vez con los pies en el suelo, muy reales: “Tú estás aquí, ¿qué quieres?”.

Fue una experiencia muy buena, me gustaría poder seguir asistiendo a Curt Creixent y ver qué ofrecen, y por otra parte qué puedo ofrecer yo como profesional del mundo de la animación. Yo recomiendo que toda persona que esté interesada en este mundillo vaya a Curt Creixent, se interese por Cinema Jove, vaya a las charlas, intente, si tiene algún proyecto personal, ir a pitchings, hablar con profesionales y plantear dudas porque ellos yo creo que no tendrán problema en abrirles un poco la mente respecto a qué es ese mundo y por supuesto intentar presentarlo a catálogos para poder hacerse ver en festivales.

Fotograma de ‘Big Box’, de Nuria Torreño.

¿Algún proyecto que tengáis en mente?

Un poco sí y no a la vez. Está muy verde, nos gustaría seguir explorando la idea y tener un poco más de experiencia. Hemos creado un mundo que nos ha abierto muchas posibilidades tanto en cuanto a la idea como en cuanto a la estética, hemos creado algo que nos gusta. Y nos han planteado y hemos pensado que sería interesante llevar este proyecto a una serie muy cortita que siga explorando la comunicación, los sentimientos y la inteligencia emocional, que es algo que nos parece súper importante y que yo creo que hay que seguir enseñando. Pero esto aún está muy verde, de momento lo que nos importa ahora es terminar el corto, llevarlo a festivales y ver qué trayectoria tiene, yo creo que eso es lo primordial, luego ya se verá qué nos plantea la vida tanto en cuanto a trabajo como en cuanto a proyectos.

Fotograma de ‘Big Box’, de Nuria Torreño.

Milagros Pellicer