No hay una crisis peor que la provocada por la escasez de ideas. Las buenas ideas tienen un valor estratégico fundamental, como parte de las herramientas de transformación de la realidad. Cuando los vientos soplan en contra muchos optan por plegar velas y esperar, mientras otros redoblan sus esfuerzos y reman contracorriente para lograr sus objetivos. El presente es de todos, pues la sociedad contemporánea y sus múltiples formas de participación y representación nos brinda a todos la oportunidad de intervenir socialmente, pero el futuro lo construyen los perseverantes, los atrevidos, los que trabajan para compartir con el resto propuestas y puntos de vista capaces de abordar el cuestionamiento y la autocrítica. Nada hay más peligroso para una sociedad desarrollada que la complacencia, pues sus caminos conducen a modelos que se perpetúan en la inacción, hasta llegar al estancamiento. Sobran las palabras, pues abundan los ejemplos.

La provincia de Alicante ha sido y es un modelo de población emprendedora que ha sabido compensar con ideas y esfuerzo otras carencias del territorio, para generar riqueza y bienestar. Su visibilidad y el posicionamiento internacional que ha logrado son prueba de ello, como muestra del carácter innovador que ha servido para equilibrar otros déficits. Cuestión a parte son los acontecimientos de corrupción probada o presunta, según los casos, que salpican a sus políticos como en casi toda España (lamentable).

De los procesos de desarrollo económico podríamos objetar que, en cierta medida, las potencias empresariales de la provincia no siempre han sabido canalizar su responsabilidad social corporativa asumiendo el liderazgo de proyectos sociales y culturales que contribuyan al desarrollo del territorio en el que se radican. Lo económico es sólo una de las bases para el progreso colectivo. El mejor modo de garantizar el bienestar de la sociedad es invertir en su formación, impulsando programas que favorezcan el crecimiento personal y el desarrollo de los mecanismos de reflexión y autonomía para combatir el empobrecimiento cultural. No se trata necesariamente de que cada individuo adquiera conocimientos teóricos complejos, sino de facilitar las oportunidades que permitan a la población activar áreas de percepción para su educación sensible. De esas actuaciones se deriva la creación de un volumen de riqueza intangible, que se transforma en recursos personales de los individuos a la hora de enfrentarse a la realidad.

La empresa Mustang, consciente de su capacidad de liderazgo, ha asumido desde 2010 el reto de impulsar un proyecto de mecenazgo cultural mediante la creación de Mustang Art Gallery –MAG. Un modo de articular una fórmula de apoyo a la creación contemporánea y, a la vez, estimular el interés de la población por las expresiones artísticas de su tiempo. No puede apreciarse lo que se desconoce, lo que no es mostrado, como tampoco el público puede disfrutar con aquello que no comprende. Las transformaciones tecnológicas de nuestro tiempo han contribuido también a la revolución de los lenguajes artísticos y, ante ellos, una buena parte de la sociedad no logra descifrar sus códigos. Por otra parte, sin apoyo, los jóvenes creadores no lograrían trazar otros caminos ni ayudarnos al resto a mirar el mundo con ojos nuevos. Los genios del futuro se cruzan a diario con nosotros en la calle, y ahora MAG contribuye para darles soporte, permitiéndonos acercar a sus trabajos y planteamientos.  La historia cultural de España, seguramente, no sería lo que es sin la figura de los mecenas, sin la generosidad y la altura de miras de quienes están dispuestos a compartir parte de sus beneficios para mejorar, según sus posibilidades, la realidad que les rodea.

En Mustang Art Gallery se impulsan actividades culturales con un perfil variado, pero en todas ellas queda patente un afán por trascender algunos límites incómodamente convencionales. El arte contemporáneo ha logrado convertirse en una especie de idioma mundializado gracias a la globalización, es una “lengua” que se habla con peculiaridades en todo el planeta pero que finalmente pocos consiguen entender. Uno de los propósitos que pretende MAG es acercar al público esas experiencias artísticas, realizando a su vez talleres didácticos, cursos y conferencias dirigidos a diferentes segmentos de audiencia.

Con motivo de JustMad5, la feria de arte emergente que se celebra en Madrid, se ha hecho público el nombre de la premiada en la tercera convocatoria del “JustMAG Premio Joven”. La artista boliviana Liliana Zapata ha sido la seleccionada. Este galardón, iniciativa de Mustang Art Gallery, consiste en una dotación de 4.000€ para compra de obra de la artista ganadora, representada por Nube Gallery, galería de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Además, en 2015 podrá verse en la Sala MAG una exposición de la artista como parte de la promoción del arte más joven que se pretende con la convocatoria.

De Liliana Zapata, nacida en La Paz (Bolivia) y formada en la Academia Nacional de Bellas Artes “Hernando Siles”, el jurado ha valorado principalmente sus esculturas en papel. La artista define su propio trabajo como “una obsesión por la manipulación de espacios (copiar, plegar, desplegar, encajar, vaciar espacios…) y por la relación, experimentación y acción del cuerpo en relación a dichos espacios. Me interesa por lo que tiene de físico y de espiritual”.

La iniciativa de esta empresa alicantina de calzado es un ejemplo que debería propagarse como un virus, despertando el interés de otros empresarios por asumir su responsabilidad con la sociedad de su tiempo. Esperemos que los límites del pensamiento convencional no supongan un obstáculo a nuestra capacidad para imaginar una realidad mejor.

José Luis Pérez Pont