Mediterránea Festival
Playa de Tavernes de Valldigna (Valencia)
Del 23 al 25 de agosto de 2018

“El final del verano llegó y tú partirás…”, cantaban los ínclitos El Dúo Dinámico, y a mi me ha venido a la cabeza esta canción cuando salía por la puerta del Mediterránea Festival. Caminando hacia el coche se levantó un poco de fresquito, algunos asistentes se pusieron una camiseta de manga larga, y me di cuenta que el verano, con las alegrías que nos da, se estaba terminando y que este festival era uno de sus últimos estertores. Fueron tres jornadas de buena música indie, y de buen rollo, algo necesario para cualquier evento de estas características.

Yo me acerqué por allí el último día, el que traía consigo el plato más apetitoso de cuantos se sirvieron en el menú: Izal. Nada que comentar a que su actuación estaba tan llena de gente que apenas me pude aproximar a tararear ‘La mujer de verde’ o ‘Pequeña gran revolución’. Mi llegada estuvo marcada por los sevillanos Beret, un fenómeno salido de Youtube e impulsado por su propia música, un artista que descubrieron antes el público que las grandes discográficas, hasta que vieron el potencial, concretamente Warner.

Ambiente en uno de los conciertos. Imagen cortesía de Mediterránea Festival
Ambiente en uno de los conciertos. Imagen cortesía de Mediterránea Festival

Beret ofreció un espectáculo muy entretenido, el público se lo pasó en grande con desparpajo. Al ABC les confesó su amor por la composición: “A mí lo que más me gusta de este trabajo es componer, el resto ya no tanto. Los conciertos los disfruto, pero no me lo paso tan bien como experimentando en un estudio de grabación”.

Un poco de espera amenizada por un carpa donde pinchaban Djs, por cierto, geniales, y teníamos al segundo grupo, los madrileños Sexy Zebras, que llegaban con mucha fuerza a un festival, que a priori, parecía no ser su festival. Rock garajero y sin concesiones fueron lo que demostraron, sacando temas de su nuevo plástico, ‘La Polla’. Algún pogo, muchos saltos y temas como ‘Quiero follar contigo’ o ‘Hijo de puta’.

Ambiente en uno de los conciertos. Imagen cortesía de Mediterránea Festival
Ambiente en uno de los conciertos. Imagen cortesía de Mediterránea Festival

Acerca de sus letras, y de los títulos de las mismas, comentaban en mondosonoro: “Estamos en esta mierda de corrección política que nos tiene machacados a todos, y es como ‘Que le den por culo a todo, yo digo lo que pienso y lo plasmo’”.

Luego de otro descanso, nos encontramos, ya con escasos rayos del astro rey, a Sidonie, con muchas luces a sus espaldas, lo que simulaba una gran discoteca de los años setenta. El recinto estaba en ese momento en ebullición, sobresaltados con las canciones y coreando hasta el último suspiro. Sidonie habían llegado para ganar y lo lograron, el público acabó exhausto y con ganas de más, estaban al punto, muy cerca de ese gran momento vivido y creado por Izal.

Un joven toma una fotografía durante los días de festival. Imagen cortesía de Mediterránea Festival.
Un joven toma una fotografía durante los días de festival. Imagen cortesía de Mediterránea Festival.

Los madrileños presentaban un nuevo disco, ‘Autoterapia’ y pese a su éxito seguían sin estar en una de las grandes discográfica, algo que se agradece, por algo hacen indie… El concierto, abarrotado, masivo, divertido, lleno de entrega, estuvo marcado por los clásicos, por temas nuevos, por momentos de verdadera pasión.

El sonido estaba genial, no fallaba nada. La máquina estaba tan bien engrasada que la fiesta no quería acabarse. Se les notó cercanos, emocionados por ser los cabeza de cartel de un nuevo festival. En mondosonoro, Mikel habló de esa naturalidad que vimos en el escenario: “Nunca hemos dejado de ser nosotros mismos: ni cuando nos subimos a un escenario, ni cuando vamos a comprar el pan”.

El Mediterránea tiene muy buena pinta y unos mimbres de mucha calidad, seguro que desde ya podemos hablar de un festival que ha venido para quedarse y que irá mejorando su cartel edición tras edición. Eso sí, agradeceríamos un segundo escenario para disfrutar de más bandas.

Ambiente durante uno de los conciertos. Imagen cortesía de Mediterránea Festival.
Ambiente durante uno de los conciertos. Imagen cortesía de Mediterránea Festival.

Javier Caro