¡Oh, Cuba!, dirigido por Francisco Ortuño, con Loles León
Teatro Olympia
C / San Vicente Mártir, 44. Valencia
Hasta el 26 de noviembre de 2017

Es la cuarta vez que Loles León viene a trabajar a Valencia y en esta ocasión está encantada porque lo hace como intérprete absoluta de un musical de mucho poderío, ¡Oh, Cuba! que estará en el Olympia hasta el domingo. Maquillada y revestida de espectaculares atuendos, la veterana actriz, dotada de una gran vis cómica y enérgico temperamento, se transforma en una criatura celestial que entona los versos que el poeta granadino compuso en la isla.  “Mis vecinas de Montepinar se van a poner verdes de envidia”, bromea, y reconoce el efecto Menchu (nombre de su personaje en Lo que se avecina) que llena los teatros por eso de la popularidad televisiva.

“Me apetecía mucho cambiar de registro y cuando me propusieron este proyecto no lo dudé ni un segundo”, dice León. “En la función recito los poemas de Lorca, que me encanta, además de cantar y bailar un poco. Soy el hilo conductor de todos los números arropada por mis compañeros, 21 artistas en escena”.

Loles León, en '¡Oh, Cuba!". Imagen cortesía del Olympia.
Loles León, en ‘¡Oh, Cuba!». Imagen cortesía del Olympia.

Con los sesenta cumplidos, y en plena forma la polifacética actriz vive uno de sus mejores momentos combinando el teatro con el rodaje de la serie vecinal y la promoción del premiado mediometraje del que es protagonista, El mundo entero. Dirigido por Julián Quintanilla y rodado en Badajoz, este filme de 30 minutos aborda en clave de comedia las relaciones materno filiales con un enfoque tierno y original que le ha dado un gran éxito.

Con una impresionante carrera a sus espalda bajo la dirección de grandes directores como Almodóvar, Trueba o Aranda, León asegura que no tiene una película favorita, que en todas aprendió y disfrutó por igual. También está satisfecha con su rompedor personaje Menchu de la serie televisiva, “avasallador y vitalista”, aunque, salvo un genio algo vivo, no comparte otros rasgos con ella. “Es muy fuerte, sería agotador vivir siempre así”, comenta.

Loles León. '¡Oh, Cuba!". Imagen cortesía del Olympia.
Loles León. ‘¡Oh, Cuba!». Imagen cortesía del Olympia.

¡Oh, Cuba! evoca la estancia de Federico García Lorca en la isla caribeña, donde llegó el  4 de marzo de 1930 tras su visita a Nueva York. Fueron tres meses, exactamente 98 días muy intensos, que vivió sumergido en la atmósfera cálida y sensual,  una etapa inolvidable para el poeta.  También muy productiva, tanto en sentido literario como en las relaciones sociales y personales y, por supuesto, en lo relativo a los encuentros amorosos. A partir de sus vivencias cubanas  el dramaturgo y director teatral Francisco Ortuño ha condimentado este plato exótico con ingredientes lorquianos, flamencos y cubanos. Incluye textos de Federico García Lorca, clásicos e inéditos, que el poeta dejó en la isla, y poemas de su amigo Nicolás Guillén.

En ‘¡Oh Cuba! se produce “auténtica magia» y el público recibe «un hachazo al corazón» al tiempo que reflexiona con la «razón pura y poética» de Lorca, dijo Ortuño en la presentación de la obra. Es un montaje con «sabor cubano, flamenco y poético» y música en directo de raíces africanas. Hasta ahora, no se había hecho un montaje que repasara la estancia de Lorca en Cuba, «una enorme experiencia» para el poeta en la que «encuentra realmente su pulso, su sexualidad».

Como una especie de duende de Lorca, Loles León va explicando, recitando e incluso cantando sobre el escenario los motivos que llevan a Lorca a permanecer en la isla de Cuba. Según la actriz, su brisa suave, su sabor, sus gentes, su forma relajada de plantear la vida contribuyeron a que brotara en él algo  que estaba reprimido en Granada
Junto a Loles León figuras de primer orden: Antonio Carmona, Diego Franco, Adrián Galia, con la colaboración especial de la soprano cubana Alina Sánchez. La obra batió récords de asistencia en el programa Lorca y Granada en los Jardines del Generalife, con más de 41.000 espectadores.

Loles León
Loles León, en ‘Oh, Cuba!». Imagen cortesía del Teatro Olympia.

Bel Carrasco