Entrevista de Eva Caro a Marcos Rubio
Programa ‘La línea del cielo’
Burjassot Ràdio, 93.8 de la FM
Se emite los lunes a las 17.00h y los domingos a las 19.00

En ocasiones observamos la realidad desde un posicionamiento estanco. Pero, compartimos vida y convivimos con gentes mucho más transversales, ricas y apasionadas. Descubrir al otro, aquel con el que podemos compartir afinidades es siempre apasionante. Cuando esos encuentros suceden con personas especialmente inquietas culturalmente suele ser una gozada. Este es precisamente el caso. Marcos podría conversar durante horas sin descanso. Trazaría encuentros entre mundos totalmente inesperados. Sería brillante a la vez que modesto y acabaría dudando de las lógicas que él mismo ha parido. Hay muchos universos culturales, políticos y emocionales en esta conversación. Además de eso hay verdaderas ideas que son como flechas de energía creativa, verdaderas joyas.

-Bueno, la verdad es que no sé por dónde empezar porque seguro que va a ser una conversación amplia.

-De música hablaremos también.

-Sí, precisamente quería empezar por ahí. Esta mañana he estado escuchando el último Podcast de La Línea del cielo. Últimamente, os estoy siguiendo bastante. Lo primero que te quería preguntar es que ese programa tiene una componente musical muy importante. Se nota que controlas y conoces el mundillo musical. Haces el programa con una chica, ¿no?

-Sí, hace el programa conmigo, Belén del Tovar. Normalmente, los guiones del programa los hago yo, menos la introducción y los dos trozos que ella lee. Normalmente, ella suele hacer cosas que a mí me interesan menos porque no sé. Ella está interesada en series de televisión, videojuegos y ese tipo de cosas. A mí me parece muy bien.

-Sobre series creo que el último Podcast que he escuchado hablaba de United States of Tara. ¿no?

-Efectivamente, esas dos partes las hace ella siempre.

 Marcos Rubio y Belén del Tobar. Foto: Juan Pastor
Marcos Rubio y Belén del Tovar. Foto: Juan Pastor

-La música ¿la hacéis conjuntamente?

-No, la elijo yo toda.

-Luego, tienes otro fragmento de reflexión y contextualización ¿no?

-Sí, para que te hagas una idea de cuál es la idea del programa…

Pretender hacer un programa de radio ahora es complicadísimo. Básicamente, la gente joven oye música a través del teléfono móvil y en Youtube. Ese es su acceso. La gente más mayor, en torno a los cuarenta, usa la radio y ahí la oferta es enorme. Todo está segmentadísimo.

Entonces alguien que sólo es “aficionado a”. Alguien que no es periodista musical ni nada. Pero alguien que pretende hacer un programa de radio y que le pueda interesar a gente con la que quizás comparte, el tipo de canciones y demás,…¿Cómo construyes?

Bien, nosotros decidimos que hubiera un relato en cada programa. Hay una especie de historia que engloba las canciones que van saliendo. Porque, en principio, un programa que dura 50 minutos y que tiene tantos “trozos” no tiene sentido. Entre otras cosas porque las novedades no existen.

Es decir, en el mundo de la música no paran de salir novedades y si haces un programa de novedades es un programa vacío. Hoy ha salido un disco, mañana sale otro y el sábado dos más. Y además ha pasado una cosa que yo no pensaba. No me tengo que preocupar por hacer novedades porque se ha fulminado la cronología. Es decir, yo pongo a The Velvet Underground y ya hay una reedición de La Velvet. Y pongo a The Strokes y están en el Primavera Sound porque resulta que yo tengo 46 años y estoy en el sector de público que tiene dinero para ir a festivales. Entonces, si miras los carteles resulta que la gente que ocupa esos carteles tiene mi edad o más porque es la que va a atraer a los que hemos disfrutado con eso. Con lo cual no me voy a tener que preocupar de las novedades porque el mercado me lo va a empaquetar. El mercado me va poniendo reediciones que son muy baratas porque ya las tienen grabadas. ¿Quieres decirme tu a mi, en un país con la mitad de la gente en paro que interés tiene las discográficas en buscar nuevos talentos, con cosas interesantes que contar pensando en los adolescentes?

Marcos Rubio. Foto: Juan Pastor
Marcos Rubio. Foto: Juan Pastor

-Quieres decir que las grandes discográficas se están dedicando al remix a lo bestia…

-Lo hacen todo. Es decir, se graba todo. De hecho, creo que cierto revival que hay con el vinilo convertido en un producto caro, son reediciones. Todo el mundo quiere vender algo de vinilo porque es prestigioso y hay cierto mercado. Sí, hay un boom de reediciones. Lo que pasa es que luego tienes CDs a 4 ó 5 €, pero también a 20, 30 y 40 € porque The Beatles están todo el tiempo reeditándose. Pero sí que es verdad que lo hay, sobre todo, enfocado a grupos que han triunfado desde los años 80 hacia acá. Bueno, hablo del ámbito independiente porque fuera de ahí no lo controlo.

Esto es siempre todo muy ficticio. La gente es como es. Venimos de mundos muy estancos. Eran poco permeables. En el mundo independiente se manejan unos códigos y unos grupos en los que todos nos reconocíamos no se:  Sonic YouthThe SmithsThe Cure, Teenage Funclub, después hay relevos. Todos sabemos de qué estamos hablando y eso lleva a distorsiones porque por ejemplo cuando alguien analiza o lo intenta como pasa con el libro Victor Lenore, Indies, Hipster y Gafapastas -¿Lo has leído?

-Sí, sí, me pareció muy interesante aunque no lo comparto. Pero bueno, me parece bien que haya ese tipo de crítica cultural.

Bueno, por retomar, lo que quería decir es que te pones a hablar de este tipo de cosas y te olvidas que lo más vendido…

Porque a mí me gustan mucho las listas pero es esa especie de esnobismo de saber…

Yo me pongo, por ejemplo, a ver lo mejor del año. Veo que estaba Beck, Saint Vincent…y todo son grupos americanos. Y digo: “¡Ah! ¡que mal está Inglaterra este año!” Porque yo soy muy anglófilo.

Después leo prensa escrita como The Guardian y dicen: “¡Que bien nos ha ido a la industria musical inglesa!”. Entonces, te planteas cómo puede ser esto. Claro, a la industria musical inglesa le ha ido muy bien porque One Direction ha vendido un montón.

Y ves que hay otra liga en la que nosotros no entramos nunca y te pierdes… Tendemos a darnos más importancia de la que tenemos. Así, uno de los problemas que tiene ese libro es partir de la base que hay un género musical que es minoritario y considerarlo hegemónico en la escena. Y la música comercial, aunque sea un poquito, aunque sea para anuncios, sigue teniendo otros héroes, afecta a otro tipo de gente que no esta en esto. Es decir, tú pones la radio española y lo que tú dices que es hegemónico no está. Entonces, ¿dónde ves tú la hegemonía? ¿En tu casa? y ¿Entre tus amigos?

Aunque esto te aporte cierto prestigio cultural, discutible o no, porque supongo que en todas las esferas de relación de la cultura hay unas jerarquías y unos productos culturales que tienen un peso u otro…El que haya jerarquía no nos convierte en fachas a todos. Es decir, aceptas las jerarquías porque hay una clasificación de calidad. Por supuesto, es izquierdoeurocéntrica. Todos compartimos así las cosas porque ordenamos así la realidad, después puede cambiar. Es cierto, lo comentaba en el último programa, hay discos que no tuvieron la repercusión en su momento y ahora son recuperados, otros sin embargo el tiempo les afecta al revés. Eso lo he vivido por ejemplo en conciertos en directo, la novedad. Por ejemplo, toca un grupo como Tindersticks y está llenísimo y dos años después está solo porque dejó de interesar.

Marcos Rubio en el estudio. Foto: Juan Pastor
Marcos Rubio en el estudio. Foto: Juan Pastor

La música es un campo muy importante. Bueno, yo me la tomo muy en serio. Aunque es estúpido, tengo la sensación que como cualquier obra refleja el tiempo que vivimos. En eso soy bastante ambicioso. Es como aquello que decía Marx: “Te pareces más al tiempo que tus padres”. Yo creo que la música es eso. Hay críticos de música que lo entienden así como Simon Reynolds, sin embargo, Greil Marcus, no. Greil Marcus vive la canción y te cuenta la canción y sus códigos. Por ejemplo, en España, Kico Amat contextualiza poco. Él lo describe desde el yo. Escribe muy bien y se puede permitir el lujo de integrarlo con su propia experiencia, de como entrevista el tío y lo hace muy bien. Si yo hiciese eso saldría fatal. Diego Manrique  es más de contar anécdotas para que conozcas a nuestros héroes.

-Y, ¿que opinas de Carlos Pérez de Ziriza?

-Me gusta mucho. Carlos Pérez de Ziriza es uno de los críticos de música que mejor te cuenta un concierto. Además, tiene ese punto de contextualizar.

Claro, cuando tu contextualizas algo, lo sitúas en el tiempo en el que se está produciendo,  lo entiendes mejor. Lo entiendes como algo metamusical. Puedes valorarlo también. Puedes incluso entender la importancia de un disco que en principio no te gusta. Así, por ejemplo, puedes apreciar la importancia de Prince para entender los años ochenta desde su lucha en contra de los recortes sexuales y gente que desde los bordes intenta abrir por otros lados. Carlos Pérez de Ziriza tiene un libro donde analiza las tendencias musicales en la primera década del siglo XX. Me parece muy interesante porque intenta contextualizar las cosas. Así, se les da importancia de obra cultural.

-Tu programa de radio está organizado en torno a la música y una serie de reflexiones de actualidad. ¿Es esa tu manera de contextualizar?

-Sí, la idea era mezclar nuevo y viejo porque, sobre todo, lo hacemos porque nos gusta. La idea es “sacar a pasear” canciones que nos gustan para compartirlas con la gente. Creo que es un poco la necesidad que tienes de enseñar lo bien que están ciertas canciones y desear que sean apreciadas por más gente. No pretendemos impresionar a nadie. Eso seria absurdo en tiempos de Wikipedia y de Youtube.

-¡Iríamos todos de sabiondos pedantes!…

-Claro, al contrario es: “Me gusta esto y me gustaría compartirlo contigo…”

Después tenemos una mirada muy modesta. Me da igual lo que la gente decida que es. Yo prefiero compartir. A veces acertamos con lo que se supone que tiene que gustar y otras veces no. En fin, es problema nuestro o de los que deciden cuales son los cánones y cuales no.

Yo, por ejemplo, con respecto a España tengo un serio problema. Hago un programa de música y no entiendo los criterios en torno a los que se organiza a los grupos españoles. Creo que lo que ahora estructura son los festivales. Los que se gastan el dinero saben lo que la gente quiere ver porque para eso lo ponen en letras grandes para atraerte. No acabo de entender porque esos grupos están ahí y otros que me gustan no están. No lo entiendo. Cuando son grupos que tienen melodía. Son fáciles de escuchar. ¿Por qué no están.

Sin embargo hay otros como SupersubmarinaLori Meyers, da la sensación de que siempre están los mismos…

-Igual es más los intereses de intermediarios, managers, etc…

-¡Claro! Pero como no lo sé puedo especular y pensar que hay grupos con mejores agencias de contratación pero también las tienen el resto de gente.

Bueno, creo que ha quedado un poco claro que es lo que pretendemos. Hay una canción de Los Smiths, Panic,  en la que Morrissey canta: cuelga al Dj porque la música que pone no cuenta nada de nuestras vidas, por eso nosotros…., bueno eso lo quiso hacer Belén, arrancamos con la noticia de la semana. Es decir, esto es un programa de radio para gente normal que vive en la Tierra. Siempre intentamos, en la medida de lo posible, cierta conexión con las cosas que pasan, que ocurren. Dar nuestra visión de las cosas porque, claro, es como darle “peso” a las cosas. Las cosas dejaron de tener peso. Es todo inmaterial, no existe, durante una hora intentamos que exista. Esto existe y esto explica esto o si no lo explica intentamos decir lo que este libro o este acontecimiento o esta exposición nos ha provocado. Después ponemos la canción.

Belén del Tobar. Foto: Juan Pastor
Belén del Tobar. Foto: Juan Pastor

-Bueno teniendo en cuenta ese ejercicio de contextualización que planteáis ahora mismo yo tendría dos vertientes diferentes por donde continuar o seguir esta conversación pero seguro que tú eres capaz de hacerlo. Tú has leído el libro de Victor Lenore, Indies, Hipster y Gafapastas. Un libro que ha sido muy comentado estos últimos meses en redes sociales y prensa escrita. Frente a la crítica y comentarios construidos es cierto que había algo que no me gustaba. Me explico. Aquello que no me gustaba, por un lado, era la construcción de un nuevo marchamo categorizado, de una nueva tribu urbana que convivía entre muchas otras. Ha generado mal rollo en torno a ellos cuando finalmente tan solo puede ser una cuestión de grado. Recuerdo una intervención pública de Jose Luis de Vicente en el 13 Forum d’Indigestió en Barcelona precisamente en torno a este tema.

Pero por otro lado, hay algo en lo que sí parece acertar el libro. En lo que quizás acierta es en esa nueva forma de capitalismo que se orienta hacia la mercantilización de la oferta cultural exquisita. En el aviso sobre la constitución de un nuevo segmento de comercialización y de organización de lo simbólico y cultural porque responde y está orientada a la generación en torno a los treinta años. Ese nuevo segmento es gran consumidor y tiene aspectos fetichistas. Parece que esté constituyendo un campo cultural en ocasiones muy cercano a las industrias culturales. Esto a mí me preocupa. ¿qué opinas de esto?

Creo que el tema era muy interesante pero estaba mal resuelto. Me explico. Él categoriza a los tres grupos: Indies, Hipsters y Gafapastas. Pero de los tres; lo digo porque tengamos precaución, el peor son los indies. Es decir, son las personas como yo de unos cuarenta y pico nos formamos en un mundo con  información escasa. Nos costó un poco más enterarnos de todo eso y tenemos ese deje de “yo sé más que tú”. De los tres grupos, nos sitúa entre los peores.

-¡Ah! Tú, ¿eres indie?

Sí, en palabras del autor porque cuadro más con su forma de categorizar y con el tipo de cosas que podemos defender.

Tienes razón en lo que dices. Pero, el problema del libro es que yo creo que “trafica”. Es decir, prevarica con la información porque si tú vas a hacer un ensayo y tienes las conclusiones ya.

-No hagas un ensayo…

-Claro. El problema de eso es que él utiliza cosas que son ciertas pero desecha todo lo que le viene mal. Yo creo que lo hace porque le faltan lecturas no porque tenga mala intención. Porque él hace una genealogía de frivolidades y yo puedo darte una genealogía de personas o grupos con un compromiso máximo. Por ejemplo, en los años ochenta, está Billy Bragg y hay gente con los mineros tocando. Después dentro del mundo de la mujer, porque el mundo del pop era muy machista, hay desde Sarah Records donde no hay portadas sexistas, o las Riots Grrrls en EU. Después Manic Street Preachers, que pueden ser decorativos o no pero tienen un discurso de crítica capitalista. Desde luego hay un montón de gente que se la ha jugado. Montones de gente, sin parar, han utilizado el altavoz que tienen, unos de otros. En el caso del libro, como eso no te cuadra, lo apartas y lo ocultas.  Después, hay una mezcla entre local y global. Hablo de la Cultura de la Transición pero hablo de Diplo, un Dj que expolia al Tercer Mundo…

Claro, las industrias y el capitalismo lo convierte todo en dinero pero ya lo contaba Loquillo cuando decía: “No bailes Rock and Roll en el Corte Inglés o acabarán doliéndote los pies”

El capitalismo tiene la virtud de venderlo todo pero vende tu libro también. Capitán Swing es una editorial situada a la izquierda. Una editorial que juega a todo y hace bien. El hecho de que haga publicidad y promoción, ¿pierde por ello el alma el producto? No, es hipercapitalismo donde todo se vende y todo se expone.

Foto: Juan Pastor
Foto: Juan Pastor

Hay una lectura ideológica más profunda con la que yo choco frontalmente. Me explico. Creo que dentro de la izquierda hay varias maneras, más en los tiempos que corren, de entender lo que una política de izquierdas tiene que ser. Gente que ha apostado por superar la degradación de la socialdemocracia con movimientos muy horizontales. Es aquello de Toni Negri; el público será tratado de manera horizontal y colaboraremos todos y seremos asamblearios y nos acercaremos al Tercer Mundo de buen rollo,…

Eso es una tesis que tiene la validez que tiene, probablemente mucha, pero yo creo que los modelos políticos son recuperables si se hacen bien. Por ejemplo, como entiendo que no vamos a una sociedad igualitaria sino a una en la que espero que el capitalismo muestre cierto rostro humano, se debe favorecer que las clases más desfavorecidas tengan toda las herramientas para prosperar. Pero sí creo en una meritocracia. Lo que quiero es que todas las personas tengan oportunidades para mejorar socialmente y en eso facilitar el libre acceso a la educación  y a la cultura es fundamental.

Si volvemos al tema de la música yo creo que si aprendes más, disfrutas más. Creo que sí hay Apolipticos e Integrados pero también sé que si yo estudio puedo disfrutar de un poema. Ya sé que es elitista pero creo también que hace falta un aprendizaje. La sociedad debe procurar que las clases más bajas tengan ese acercamiento a la cultura y esa formación pero no decretar que las jerarquías y los criterios no existen o entender que eso es de derechas. Y todo porque perteneces a un movimiento que en los últimos tres años ha decidido que la asamblea era lo importante. Aunque ahora han descubierto que si los caminos se estrechan no caben. Claro, en el embudo no cabe toda la asamblea sino que cabemos los que somos. Cosa que yo no critico. Lo que ocurre es que me gustaría que fuésemos más respetuosos con ideas distintas.

Ahora sé que estamos en el juego de imponer la hegemonía y el discurso en la educación con los tiempos que corren. Lamentablemente, ahora, hay gente que está con otra cosa y luchando de otra forma. Cuando tú te has puesto en huelga, cuando has estado tú solo haciendo la huelga y has puesto en riesgo tu puesto de trabajo. Cada uno ha puesto en riesgo lo que ha podido y ha querido. Y, ahora, venís vosotros diciendo que o no supimos abrirnos o no supimos adaptarnos a la sociedad…Pues, llevad cuidado porque tenéis la oportunidad de demostrarlo.

Yo espero que las cosas salgan bien pero hay que ser respetuosos. Creo, en fin, que comete un error la gente que piensa que inventa la mayonesa todas las veces porque descubrirá que está todo inventado. Vamos, esto se parece a como se construye el Partido Verde, mucho, vamos, primos hermanos. Y las contradicciones también, porque puede ser que alguno termine mandando tropas a un país en guerra…

Además, el capitalismo está en todos los sitios. Está en las emociones. Hemos privatizado hasta la manera de morirnos, de sufrir, de amar y de pensar. Entonces,  ¿Cómo pretendemos que no este presente en la música? Cualquier cosa que seduzca, y el capitalismo es absolutamente emocional, va a estar presente. Pero, ¡si hemos convertido San Valentín en la compra del diamante! Ya no hay emoción. ¿Cómo no va a haber en un festival publicidad?

No hay tampoco que olvidar que el arte tiene magia, tiene duende. Hay gente que lo tiene. The Smiths, rompen el grupo cuando tienen veinticuatro años y consiguen antes darle la vuelta a la historia de la música en Inglaterra. ¡Eran niños! ¿Cómo lo han conseguido?

Hay gente que tiene magia y duende. Eso no se puede olvidar. En fin, son un montón de elementos que entran en consideración y tú -hablando de Lenore- en 120 páginas te olvidas de todas estas consideraciones que son fundamentales.

Es un tema muy interesante. Ver como el capitalismo convierte cualquier cosa en dinero. Eso irrita porque está presente incluso en los sueños.

-Sí, incluso en los intercambios cuando aplicamos una lógica de interés. Cuando pensamos que para conseguir un objetivo calculamos por qué otros cuatro lugares o personas tenemos que pasar para conseguirlo…

-Sí, en ese sentido, como la música es emocional y la publicidad busca las emociones porque se adhiere más, la música está presente en todos los festivales. Los festivales están repletos de marcas.

Y, ¿qué está pasando en ese sentido aquí? Quiero decir, entre la música, las emociones, el contexto,…

-Yo creo que el agua busca su sitio. Hay muy buenos grupos pero hay muy poco público.

-¿Por una cuestión económica?

-Yo creo que está la información lo que no está son los cables de conexión.

Soy profesor de adolescentes y sé lo que ellos escuchan. Soy profesor en Burjassot, una ciudad-dormitorio. Ellos están en otra cosa completamente distinta. Están bailando salsa,merenguereggaeton y canciones a veces muy, muy machistas. A algunos les gusta el heavy y a otros este tipo de música independiente ¿Cómo conectas tú con la cantidad de grupos valencianos estupendos que hay ahora? ¿Cómo Senior o Litoral llegan a conectar con estos adolescentes? Es muy complicado porque, claro, todo está en Internet. Pero, ¿como llegan estos adolescentes a teclear en eso?

Lo que Marcos Rubio ve cuando da clase: La Línea del cielo. Foto: Juan Pastor
Lo que Marcos Rubio ve cuando da clase: La Línea del cielo. Foto: Juan Pastor

Después el aumento del IVA ha hecho que los conciertos sean muy caros. ¿Cómo podemos conseguir hacer un negocio y darnos gusto? Porque hay que reconocer que la mayoría de la gente que está en el mundo de la música está porque le gusta. Está con grupos que le gustan con los que muchas veces pierde dinero. Hablo también de los managers independientes.

Los festivales te permiten apoyo institucional, en su momento dinero, ahora espacios, publicidad y marcas. Así, ya son distintos ingresos que te permiten que se convierta en negocio. Los grupos de aquí incluso pagan por tocar. Hemos pasado de cobrar, a tocar gratis, a pagar por tocar. Nosotros, por ejemplo, tenemos un grupo y si fuéramos a una sala lo primero que te preguntarín es cuánto vas a traer porque ellos no pueden tampoco perder.

Estamos en algo más allá, un salto más. Ya no es “toco gratis” sino que pago para que me escuches. Por eso cuando alguien te propone, a mí porque estuve en MONO, hacer alguna colaboración yo siempre digo: “Sí es gratis, sí. Ahora bien si me toca pagar pues, no”

Mis tarifas para colaborar son sencillas. Si tú me mandas un trabajo yo lo cobro. A veces he trabajado en textos para una exposiciones, los cobro. Si tú quieres contar conmigo y me apetece, te lo hago gratis. Lo que creo que no voy a hacer ya es pagar. ¡Que lo hicimos! En MONO pagamos la revista.

-¿Tú estuviste desde los inicios de la revista MONO?

-Sí, fueron cinco años muy guais. Hicimos ocho números. Conocimos a mucha gente publicando. Había gente de diferentes campos que controlaba mucho. Estaba Álvaro de los Ángeles, Mira Bernabeu, Chema López,…

Entrevistamos a gente muy interesante como Antoni Muntadas. Yo me tiré dos semanas transcribiendo esa entrevista. Pienso que casi me lo cargo ¡Que pesado transcribirlo!

Conocimos a mucha gente muy interesante. También a Domingo Mestre…Toda la gente del entorno, como Xavier ArenósDaniel G. Andujar,…Nos permitió conocer a gente muy interesante y sus trabajos. Luego cada uno ha hecho con esa experiencia lo que ha querido.

-Precisamente, una persona como tú que ha hecho textos para exposiciones, publicado revistas de análisis cultural, realizado un programa de radio, se ha mantenido en la línea y la opción personal de ser un ciudadano informado, curioso, pero en ningún momento parece que lo hayas hecho por una razón instrumental ¿no?

-Cuando empecé a escuchar música en los 80 y oíamos a Jorge Albi. Grababamos cintas porque los discos eran de importación; valían unas 2.500 ptas y eran inabordables. No tenía dinero. Entonces había una escena pequeñísima. Todo el mundo quería montar grupos pero a mí nunca me ha interesado. Lo que quería era escribir sobre música. No he tenido interés en utilizar ese trabajo “para”.

Hay un momento cuando estoy en MONO en el que podía entrar a los conciertos gratis. Después, trabajo, me lo puedo permitir y me pago la entrada. Porque así voy cuando quiero. Si uno trabaja de eso, en promocionar el grupo, debería entrar gratis porque está realizando un trabajo. Yo, intento ser honesto con esto. Prefiero disfrutar e ir cuando me dé la gana. Pago la entrada y ya está.

Cuando me han ofrecido un par de textos y me ha parecido interesante lo he hecho. Por ejemplo, para SiC en el MUVIM hice dos textos uno sobre la ciudad y las ciencias sociales y otro sobre música. He escrito para un festival en Castellón, para Mira Bernabeu…

Esto, ¡Me parece fantástico! Si te pagan por hacerlo me parece alucinante. La sensación de entregar un folio y que te paguen es genial. Pero poco más. Yo creo que hay gente muy preparada y espero que esté en los sitios que tocan.

-Ya, pero a mí me interesaba resaltar el hecho que hay posiciones medias. Es cierto, que hay gente que quiere o se propone ocupar un lugar y se prepara para ello. Luego le toca o no porque es una lotería. Pero, por ejemplo, Senior en una conversación mantenida con él decía que: “I en eixa època prenc consciència que jo no sóc un professor que faça cançons sinó que sóc un escriptor de cançons que es guanya la vida fent de professor que és diferent.

En cierto sentido, él decía que lo quería todo; la vida familiar y la música. De hecho, si para ello tenía que renunciar a la “vida en la carretera” y a esas visiones de conciertos y a posibles éxitos, prefería que no. Ese tipo de visiones y de proyecciones personales que son inclusivas y periféricas pueden aportar mucho más ¿no?.

-Ya te entiendo. Yo, en ese sentido, lo tengo claro y lo he resuelto. Como doy por hecho que la vida nos va a terminar de derrotar lo que intento es entenderla. La batalla está perdida. Yo intento entender lo que ocurre.

También creo que, como soy un poco nervioso, mi felicidad va a estar en hacer cosas. No necesariamente para otra gente. Por ejemplo, me gusta mucho grabar CDs. A veces son para gente y en otras ocasiones los guardo en mi estantería. Tengo esos dos planos. Creo que es una posición muy sólida, a veces, poco comprometida. Hay veces que podría hacer más pero tengo poco tiempo, hago cosas para mí…

-O quizás tus compromisos los tienes en otras esferas. Yo me encuentro, por mi trabajo, con gente que da el cien por cien para el arte. A veces, pienso: ¡Esto es enfermizo!

-Yo eso no lo tengo resuelto. Nunca he querido ser un crítico de música. Yo me siento profesor de ciencias sociales. Eso es lo que me gusta y la música se incorpora a eso. Es una afición, es un hobby. Me gusta la gente que a la música le da la importancia que tiene. Disfruto mucho como disfruto leyendo política. Leo continuamente de música y política. De hecho, voy a tener que leer alguna novela porque ¡me voy a quedar tonto! Tengo esas dos esferas y si además se cruzan, babeo.

Y luego ¡estamos viviendo unos tiempos tan interesantes!

-Precisamente, ¿que nos sale como banda sonora de estos tiempos?

-Estoy confuso porque para un discurso…En Grecia sonó Patti Smith, The Clash y sonó Blur que es de mi entorno. Sonó creo TV and Coffee. Por tanto, no sé hay referencias inmediatas. En España, son de momento las músicas de la Transición que yo no comparto. Esto es un tema personal mío. No me interesa. Volver a oir La Estaca es como: Buuuuufff!

Igual me dejo llevar por mi gusto personal pero si hubiera alguien que pudiera concretar el espíritu de este momento probablemente apostaría por León BenaventeEs un grupo que suma belleza, poesía y que es capaz de describir los problemas de estos tiempos tristes sin ser esquemáticos y sin recurrir  al mitín.

Como decía, en ese disco de León Benavente hay una vocación poética en las letras. Al mismo tiempo, recogen la rabia y la esperanza de estos tiempos. Me gustan mucho. Me parece que son un grupo de reenganche generacional. Pueden ser como Los Planetas o Golpes Bajos tienen la virtud de sintetizar los tiempos que corren, te gusten o no. Puedes entender oyendo la letra lo que ha pasado en estos últimos años. Ocurre también con canciones de Nacho Vegas, Ornamento y Delito,  Triangulo de Amor Bizarro y otros.

Marcos Rubio. Foto: Juan Pastor

-Cambiemos de tercio, como he estado escuchando tus últimos Podcast, hay un tema de actualidad que nos sorprendió hace bien poco: Helga Smith. Esto te lo comento porque llevo tiempo pensando en otras formas de conceptualizar la vida cultural, frente a la visión jerárquica. Estamos en una ciudad que se autodefine como muy musical. Tenemos una ópera, con una forma de gestión y concepción muy jerárquica, importada y desarraigada. Hay algo que no funciona. Frente a esto me parece más interesante defender, para luchar contra el desmoronamiento total, la recuperación de un ecosistema.

-Yo creo que hay gente en Valencia, incluso desde la esfera privada que le pone voluntad. Hay varias salas que funcionan y hay grupos como no hemos tenido nunca, con una escena valenciana amplia. Hay gente como Tortel, Senior que hablabas antes, Polonio ahora. Yo controlo menos eso pero también sé que hay cosas muy interesantes y hay espacios para tocar.

Lo que pasa es que tienen problemas para salir. Valencia es un planeta él solo. Todo pasa en Valencia pero no tiene proyección hacia afuera. Hacia el norte, los grupos valencianos tienen la suerte de tener a Catalunya Ràdio que genera cierto impulso. Aquí están huérfanos.

Fíjate, en Cataluña han sido listos. En los 80 se equivocaron segmentando con el concepto de Rock Català. Ahora no pasa,  tienes a grupos que cantan en catalán como podrían cantar en otro idioma. Hay grupos como Mishima que me encantan o Renaldo y Clara o a Senior. Yo soy castellano parlante pero escucho por ejemplo a Senior y creo que tiene una música increíble, tiene canciones muy chulas. Está bien per se no por medio de. Aunque está muy bien defender tu identidad. Pero, realmente, ¿quién está defendiendo el ecosistema? ¿quién lo exporta a las otras provincias? Porque, claro, ¡alguien un día descubrirá que hay tres provincias!

Claro, creo que sí puede haber un ecosistema pero ¿defender un ecosistema con un IVA al 21%? No hay un medio de comunicación que promocione eso, o varios. Tampoco hay medios escritos. Internet está pero ¡hay tanto!

-Y la prensa escrita, la de papel, las grandes cabeceras ¿qué opinas?

Es que,  en muchas ocasiones,   pagan muy poco y algunas publicaciones ni pagan. No pagan a los críticos de música o al menos reflejan muy poco interés. Si yo me tuviera que informar por El País habría concluido que la Comunidad Valenciana no existe. A lo mejor, es verdad. Ya no existe y no nos hemos enterado. Si El País ha decidido que solo merecemos una página pues hemos adelgazado tanto que ya no existimos.

Es decir, no hay medios de producción. Solo hay gente valiente que monta conciertos. Creo que ha faltado el apoyo institucional , sobre todo, de los medios públicos. Piensa que el mundo de la música es uno de los mundos más fulminados por la globalización. Además, es uno de los mundos en los que hay menos materialización. No es un “mundo líquido” ya. Es, directamente, ¡gaseoso!. Son “unos” y “ceros”; bits de información. Y, además, tú compites contra el mundo. ¿Cómo consigues llamar la atención? Yo entiendo que es muy complicado.

-Recuerdo que hablamos el otro día de una persona nodal en el campo de la música aquí, Julio Bustamante. Me gustaría que comentaras algo porque he podido contrastar con otras personas ligadas al mundo de la música que hablan en los mismos términos que tú.

-Yo he llegado a Julio Bustamante de una manera naif. Al no ser de Valencia y no tener yo un interés especial en su momento en la escena valenciana de los 70. Descubro a Julio Bustamante por canciones que me gustan, sin conocer al personaje. Tiene algo luminoso. Poco a poco me he hecho con tres o cuatro discos de la última época antes de descubrir Cambrers

-¡Acaba de sacar uno!

-Sí, En el nombre del gato y ¡me encanta!

Me gusta porque hace un pop inteligente, un poquito canalla, luminoso y con canciones muy chulas. Tiene magia. Creo que es una persona importantísima en el mundo de la música de la Comunidad Valenciana. No lo conozco personalmente pero le he visto dos o tres veces en concierto. Estaba rodeado de los que fueron Tortel. Es un señor que se lleva muy bien con la gente joven y eso habla muy bien de él. Las canciones son muy contemporáneas. ¡A mí me llega! Creo que es un lujo que tengamos a un personaje así…

-Muy desconocido ¿no?

-Sí, porque vive en los bordes. Lo vi hace unas semans tocar en el Pub La Edad de Oro. Es un disfrute y el tipo es muy serio con su trabajo. Es como un artesano.

Probablemente si tuviésemos todo el entramado que hace importantes las cosas como hemos comentado: televisión de calidad, periódicos, etc. Pero ¿tu has visto como trata la prensa regional a la cultura?

-Es horrible, por ejemplo El Levante hace mucho que perdió el norte.

-¡No existe ni sección de cultura en Internet!

-Ya, últimamente están con la sección Cultura y Espectáculos.

-¿Sabes lo que pasa? Que los que todavía seguimos comprando el periódico esperamos algo más. Uno espera que no solo te refleje a ti como lector sino que, además, te estructure una realidad tan difícil pero, ¡no existe la cultura!

-Bueno, al final con alguien tendría que hablar yo de este tema…La prensa está describiendo una realidad que ya no es compartida. Están día tras día construyendo un teatrillo de marionetas pero, además, ¡flojo! Es papel mojado directamente. Ni siquiera los universos simbólicos son creíbles. No me reflejan a mí, ni a otra gente. No sé a quien reflejan. No sé que realidad quieren constituir o, más grave todavía, ¿cuál es la realidad que están sosteniendo? o ¿creen que sostienen?

-Sí, yo estoy de acuerdo con eso. Yo no sé como funciona el tema. Lo que sí sé es que no se está primando la calidad. La calidad hay que pagarla. Hay veces que las crónicas no son lo que deberían ser. No sé si es que al que va no le pagan o que lo hacen pero les da lo mismo enviarlo a los toros, a un concierto que a una presentación política.

Y, acercándonos al mundo del arte, cuando los columnistas opinan de educación, música o arte es vergonzoso…Por ejemplo, en el reciente affaire Miquel Navarro, yo leía crónicas que no se ajustan pero cuando, además, no ha ocurrido eso…Es decir, tú puedes contar lo que ha pasado y dar después tu opinión. En fin, aunque sea un periódico con una línea editorial contraria a tus ideas. Pero cuando cuentas algo que no ha pasado y además mezclas información con opinión…(Risas)

-Pero, es que están ¡desconectados!

-Claro, pero en el mundo de la escena musical por ejemplo, los músicos hacen lo que pueden. Hacen los videos, las páginas Web, los carteles e incluso intentan ir gratis a tocar donde sea con tal que alguien les escuche. Pero ¿cómo generar una escena?. Una escena se ha creado siempre en torno a medios de comunicación potentes.

-Precisamente, esto me lleva a hablar de Canal 9. Yo que soy de escuchar mucha radio porque me permite estar haciendo muchas otras cosas, sinceramente, no escuchaba Canal 9. Lo lamento, no era un producto ni tan siquiera bueno.

-Claro, lo que se hecha en falta es “lo que se podría hacer con esa herramienta”. No se hecha en falta el uso de esa misma herramienta. Este uso fue, en fin, ni sabemos el nivel de audiencia que tendrían. No lo sé.

-En cualquier caso, estarían infladas las cifras como el público en el IVAM.

-Claro, ese es otra, si en el IVAM empiezan a agitar trayendo simplemente a gente interesante que hace cosas interesantes y permitir que la gente se encuentre y pueda compartir ideas. Mira que es poco pero con solo hacer eso al menos tú y yo nos podremos encontrar, aprenderemos, discutiremos y disfrutaremos. Será un espacio vivo.

Marcos Rubio. Foto: Juan Pastor
Marcos Rubio. Foto: Juan Pastor

Eva Caro