Los Nombres del Padre III: Crecer, Jugar, desaparecer. Alex Francés / Pepe Espaliú
Centro de Arte Pepe Espaliú
C/ Rey Heredia, 1. (Córdoba)
Hasta el 20 de abril 2014

Un cuerpo que gira en torno a un árbol. Se va quitando la ropa hasta quedar desnudo. Un cuerpo que anuda un texto al tronco del árbol. AIDS IS AROUND. Ésa era la frase con la que el artista cordobés Pepe Espaliú (1955-1993) ponía el epílogo a una trayectoria circular hecha de ocultamientos y desvelos, silencios y susurros, ausencias y presencias.

Veinte años después de su fallecimiento, son otros los artistas que mediante sus afectos se acercan a su lenguaje, dialogan con su obra, trazan gestos cómplices en el aire de este centro y hacen gravitar su propuesta en torno a una colección que en este encuentro con los otros alienta y reactiva la propuesta de uno de los artistas españoles más importantes de la segunda mitad del siglo pasado.

Es en este diálogo con los otros, primero con Txomin Badiola y después con Javier Codesal, en el que hemos podido ir desvelando las relaciones que la obra de Espaliú y la de los artistas que participan en este ciclo de exposiciones, tienen con algunos conceptos y afectos hacia el psicoanálisis de Lacan, haciendo del territorio de Los nombres del Padre un espacio de trabajo abierto y expansivo sobre ley y norma, lenguaje y cuerpo, texto y anudamiento que se cierra con una intervención del artista Alex Francés.

Si bien los artistas anteriores, de manera generacional convivieron en el mismo territorio de trabajo del arte español de la década de los ochenta, el caso de Alex Francés es distinto, pues su trabajo se inicia a finales de esa década, pero fundamentalmente se desarrolla a partir de la década siguiente, la de los noventa, donde su manera de evidenciar las relaciones de poder con el otro y la manera en que sobre el cuerpo se inscriben y escriben una serie de normas y ataduras relativas al Padre, la ley y la memoria, convierten su trabajo en un espacio de filiaciones con el doble, no dos, sino dos.

Vista de la exposición.  Imagen por cortesía del Centro de arte Pepe Espaliú
Vista de la exposición de Alex Francés. Imagen por cortesía del Centro de arte Pepe Espaliú

«Algunos reflejos opacos me indican algo de lo que está pero que no puedo ver, porque esa cosa está tapada, recubierta por una tela de paño negro muy espesa; es una masa inforne y todo fluctuante que absorbe todo cuanto toca, y a ella intento abrazarme, por eso hoy, aquí, todo eco es imposible». Así escribe Alex Fránces en un texto que lleva por título Pliegues de manto, a propósito de la exposición de Álex Francés en el Centro de arte Pepe Espaliú, su manera de abordar la relación con las obras de Espaliú presentes en la colección. No hay roce. No hay ecos. No hay diálogo. Todo se ha impregnado de Espaliú, desde dentro hacia fuera, desde la sala de exposiciones a la calle, donde uno de sus Carryings actúa como vigía de este escribir a tientas.

En primer término Malferits (1996-2013), al fondo Doble Cuerpo (2014)
En primer término Malferits (1996-2013), al fondo Doble Cuerpo (2014)
Detalle de Malferits.
Detalle de Malferits de Alex Francés. Imagen por cortesía del centro de arte Pepe Espaliú

Desde el refugio de dolor que es Malferits (1996-2013) hasta la relación con el otro y la memoria que aparece en los espejos de Dolidos (1991), la producción de Alex Francés sigue abordando las relaciones con el doble, en piezas como Crecer (2005) y El volar es cosa de pájaros (1993-2013) que se acercan a al idea de presencia/ausencia del cuerpo en la obra de Espaliú y nos conducen a esas dos vasijas cerámicas unidas por la boca que son Niño que (2006) y el dibujo de los dos cuerpos masculinos unidos por el pene que Espaliú realizó en 1993.

En primer término Crecer (2005), al fondo El volar es cosa de pájaros (1993-2013).
En primer término Crecer (2005), al fondo El volar es cosa de pájaros (1993-2013).

Entre los espacios de uno y otro, estarán Juguete (2013), Silla y nudo (2013), Silla y esclavo (2013) y Cordero (2013), piezas en las que el trabajo con el ganchillo pintado, tejer y anudar, desenroscan la madeja del corazón latiente de Genet I (1988), The Visionary discipline (1986) y otras piezas de Pepe Espaliú que impregnan la superficie rugosa de estos objetos.

Como coda final a este encuentro, Alex Francés tienta el rostro muerto de los Santos (1988) de Espaliú a partir de su Cincha con gemas (1996-2013), penetrando cuerpo y mente y anudándose sobre la peana de sus máscaras, para hacer que la Maternidad de Espaliú y Feto invertido (2013) se encuentren, y Pliegues de manto (2013) extienda su cuerpo hacia ese Hijo pródigo que vuelve a casa.

En el marco de esta exposición, tendrá lugar una conferencia de Monserrat Rodríguez Garzo sobre Los nombres del padre según Lacan y Los nombres del Padre que hemos construido entre todos nos(otros).

Vista de la exposición. Imagen por cortesía del centro de arte Pepe Espaliú
Vista de la exposición. Imagen por cortesía del centro de arte Pepe Espaliú