#Cultura politécnica
Museo de las Ciencias
Ciudad de las Artes y las Ciencias
Avda. López Piñero. Valencia
Hasta el 22 de septiembre de 2019

“Toda buena ciencia es arte y todo buen arte es ciencia”. Así relaciona el novelista británico John Fowles dos disciplinas hermanas, que solemos abordar como si fueran una extraña pareja mal avenida. La Universitat Politècnica de València, para celebrar sus 50 años, demuestra que tal convivencia no solo es posible, sino altamente enriquecedora, montando la exposición Cultura politécnica en el marco tan preciso y oportuno como la Ciutat de les Arts i les Ciències, en cuyo Museo de las Ciencias permanecerá hasta el 22 de septiembre.

El punto de partida viene a ser el siguiente: “Nuestra vida cotidiana se encuentra rodeada de objetos que son fruto de años de investigación científica y desarrollo tecnológico. La muestra #culturapolitécnica invita a descubrir cómo hemos llegado hasta ellos y a imaginar cómo será nuestro futuro”. Y lo hace siguiendo el modelo de una casa, con su habitación central sede del conocimiento y sus diversos pasillos, al modo de una ciudad con su gran plaza y sus diferentes avenidas, que van dando cuenta de todos esos objetos que, casi sin saber, han ido conformando nuestras vidas. “Es un homenaje a las cosas que nos han facilitado la vida”, subrayan David Heras y Nuria Rodríguez, coordinadores de la exposición.

Un total de 16 paneles, de 3,05 metros de altura y medidas variables de ancho (4, 7 u 8 metros), recoge la gran variedad de objetos producto de la ciencia que, aunque parte de 1751, cuando apareció la Enciclopedia Francesa de Diderot, se centra principalmente en los últimos 200 años. “Seguimos unas líneas cronológicas para mostrar la evolución de medios, técnicas y saberes”, señalan ambos coordinadores, después de tres meses de intenso trabajo, en el que han contado con la colaboración de expertos universitarios “para poder hacer el proyecto con rigor”. También con museos que han prestado los objetos exhibidos, como el de Informática que dirige Xavier Molero, el de Telecomunicación Vicente Miralles, con Carmen Bachiller al frente, el del Juguete (Gabriel Songel) y la Colección de Instrumentación de la ETS de Ingeniería (Ana Belén Anquela).

Uno de los apartado de la exposición ‘Cultura politécnica’. Imagen cortesía de la UPV.

“La tecnología cambia nuestros hábitos de consumo y las relaciones entre las personas”, apuntan Heras y Rodríguez, señalando la evolución que han experimentado los teléfonos, la fotografía, la televisión, la radio, el cine o la propia red de carreteras. “Los materiales empleados son lo de menos, lo que verdaderamente importa es el concepto filosófico que hay detrás de ellos y cómo eso se traduce en la manera de vivir”, señalan. La evolución de esa red de carreteras, por ejemplo, queda reflejada en una imagen que recoge apenas cuatro radiales, pasando a otra que dibuja la intrincada red de autovías que conectan nuestro territorio, a modo de gran tejido nervioso.

Lo mismo sucede con la radio, “de aquellas primeras de válvulas, al transistor ya portable y, de ahí, a la radio en la nube”. Todo lo cual, añaden sus coordinadores, “nos ha llevado a acortar los plazos y tiempos, trasladando la decisión al usuario”. La comunicación ha cambiado tanto, ya sea mediante la radio, la televisión (“del blanco y negro y dos cadenas, a su proliferación y los contenidos en streaming”), o el teléfono (“del telégrafo sin respuesta al móvil”), “que ahora con una simple foto ya estás diciéndolo todo”. “El 85% de las fotos en el mundo se lanzan desde el móvil. La foto es más testimonio que expresión artística”, destaca Heras.

Apenas hay citas en la exposición, “salvo una de [Joan] Fontcuberta que habla del paso del profesional al amateur”, indica Rodríguez, subrayando la dificultad que aparentemente suponía “explicar la tecnología desde el ámbito de las Bellas Artes”. De nuevo, ciencia y arte buscando casar entre sí. “Cultura no es solo arte, sino ciencia y técnica”, dicen Heras y Rodríguez, que encontraron una fértil ligazón en el humanismo científico, “donde la ética está presente en el uso de la tecnología”.

Cultura politécnica interpela al espectador con preguntas incluidas en los paneles, con fondo de grafito oscuro (“parecen pizarras”), del tipo: “¿Podrías calcular cuántos motores hay en tu casa? ¿Sabías que el móvil que llevas en el bolsillo es más potente que el ordenador que llevó al Apollo 11 a la Luna?” Incluye también los prototipos de cuatro vehículos: hyperloop modelo valentía (tren ultrarrápido), coche Formula Student, Moto de MotoR-UPV y vehículo de bajo consumo de IDF Eco-Marathon, todos ellos proyectos del programa Generación Espontánea de la UPV. “El 5G se está diseñando entre diversas universidades, pero seguro que muchos no saben que el liderazgo lo está llevando nuestra universidad”, remarca Heras. En cualquier caso, concluyen ambos, “lo que queremos es que el visitante se ponga a pensar sobre los fines y los usos de todos esos objetos que nos rodean”.

Presentación de la exposición ‘Cultura politécnica’. Imagen cortesía de la UPV.

Nuria Rodríguez, en otro contexto próximo al que desarrolla en este proyecto, asegura que uno de los hitos científicos, que definen los avances tecnológicos y sociales del siglo XXI,  puede que “sea la capacidad de las cosas para ofrecer información sobre el comportamiento del mundo global y de cada uno de nosotros de manera pormenorizada”. Los objetos de los que se hace eco Cultura politécnica son fieles a ese mismo espíritu. Como señala David Heras, los móviles llevan incorporados múltiples dispositivos, como calculadoras, brújulas, cámara de fotos, correo, wasap, de manera que “el menor uso es el de llamadas”.

En el apartado ‘Internet de las cosas’ se recoge cómo el 5G le dará otra vuelta de tuerca a esa relación que tenemos con los objetos. “Ya se está planteando, por ejemplo, la posibilidad de que la nevera hable con la cocina”, señala Heras, insistiendo en la idea del “humanismo científico” con la que han encarado la exposición. Una muestra que está traducida a tres idiomas (valencià, castellano e inglés) y que contará a su vez con video mapping y otros audiovisuales con testimonios de expertos científicos.

“Nos costó darle forma”, reconocen los coordinadores de la muestra, hasta que al final se les ocurrió la idea de la casa, en cuyas paredes se van desplegando las líneas temáticas de ese desarrollo tecnológico. Líneas que van desde la comunicación a la mirada, pasando por la salud, los satélites y la geolocalización, la odisea digital o el hábitat, con ‘La ciudad inacabada’, aludiendo a esa falta de completitud “porque siempre hay cambios, de ahí que hablemos ya de la ciudad del mientras tanto”.

Cultura politécnica tiene como subtítulo ‘Habitar el presente / Construir el futuro’, lo que da pie a otra serie de preguntas en torno a lo que podríamos llamar ciencia ficción, si bien suele ser anticipo del actual desarrollo que van tomando las cosas: “¿Cómo viviremos dentro de 20 años?” O esta otra más directamente relacionada con la funcionalidad científica: “¿Cómo ha mejorado la ciencia nuestra vida?” Todo ello y más en la Ciutat de les Arts i les Ciències desde el próximo miércoles.

Uno de los apartados de la exposición ‘Cultura politécnica’. Imagen cortesía de la UPV.

Salva Torres