Almost Ghosts, de Ana Ramón Rubio
Estreno mundial en la Seminci de Valladolid
Miércoles 24 de octubre de 2018

“Ha sido pura coincidencia”, admite Ana Ramón Rubio. Su ópera prima como directora de largometrajes, el documental ‘Almost Ghosts’, y la serie de ficción ‘La Vall’, que codirige con Pau Martínez y recién estrenada en À Punt, abordan un mismo problema: el de los pueblos abandonados a causa de la industrialización. “Cuando me ofrecieron La Vall yo me iba para Estados Unidos. Fue una casualidad”. El más puro azar haciendo de las suyas. Porque ha sido así, por coincidencia, como Rubio ha tenido la ocasión de profundizar en un tema ahora de actualidad.

El escritor Julio Llamazares ya se hizo eco de ello en un artículo que seguía el rastro de la literatura dedicada a la despoblación rural. “La expresión España vacía, título del libro de Sergio del Molino, ha definido espontáneamente el fenómeno”, decía en dicho artículo. “Es algo que ocurre en casi todos los países cuando empiezan a industrializarse”, subraya la directora de series digitales como Sin vida propia o la más reciente e igualmente exitosa Todos queríamos matar al presidente.

Equipo de Almost Ghosts
Equipo de Almost Ghosts en la Ruta 66 en un descanso del rodaje. Imagen cortesía de sus responsables.

Rubio le sigue el rastro a ese “fenómeno” del abandono de pueblos enteros en Almost Ghosts, el documental con el que ha sido seleccionada para participar en la sección DOC. España del Festival Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que se celebrará del 20 al 27 de octubre. En él, recorre los 4.000 kilómetros de la famosa Ruta 66, junto a un equipo formado por Carlos López y Celia Riera, encargados de la fotografía, Ximo Cardona, al frente del sonido, y Cristina Vivó, como jefa de producción, para hacerse cargo de los numerosos pueblos fantasma que fue encontrando a su paso por los ochos estados que componen la ruta.

“Eisenhower vivió el boom automovilístico en Alemania [años 50 del pasado siglo] y lo quiso trasladar a los Estados Unidos para favorecer el comercio. Fue ese comercio, a raíz de la construcción de la carretera interestatal [la I-40], el que se llevó por delante muchos pueblos del intenso tráfico que tenía la Ruta 66”. Ana Ramón Rubio optó por dar protagonismo a tres de las tantas personas que sufrieron ese despoblamiento masivo, para “analizar lo que ha pasado con una de las rutas más míticas de cuantas se conocen”.

Fotograma de Almost Ghosts. Imagen cortesía de la producción.
Fotograma de Almost Ghosts. Imagen cortesía de sus responsables.

Ese paralelismo entre lo acontecido en Estados Unidos durante las décadas de los 50 y 60, y lo apuntado por Llamazares con relación a España, da pie a buscar un símil más cercano: “Aquí tenemos nuestra propia Ruta 66 en la Nacional 340 que va desde el sur y atraviesa todo el Mediterráneo”, subraya Rubio. Esa N-340 que conecta Cádiz con Barcelona por toda la costa, y que se halla igualmente salpicada de pueblos “casi fantasmas”, por seguir el título de su documental, tiene su punto más conflictivo en la Comunitat Valenciana, donde, según la RACE, se encuentra el tramo de carretera más peligroso de España, el que une Orihuela con Crevillent.

“Ahí ha pasado lo mismo”, reconoce la directora de Almost Ghosts, que se vale de Harley Russell, Lowel Davis y Ángel Delgadillo para cartografiar el estado de ánimo de toda una ruta en peligro de extinción. “Cuando el progreso ha llegado resulta difícil volver atrás”, advierte Rubio, aunque la resistencia heroica de personajes como los citados permitan atisbar un rayo de esperanza. “Ha sido el trabajo de gente como ellos, para que se hiciera histórica la ruta, el que ha permitido recuperarla en parte”.

De izda a dcha, Ana Ramón Rubio, Carlos López y Celia Riera en un momento del rodaje. Imagen cortesía de la producción.
De izda a dcha, Ana Ramón Rubio, Carlos López y Celia Riera en un momento del rodaje. Imagen cortesía de sus responsables.

Y empieza por nombrar a Delgadillo, antiguo barbero de Seligman (Arizona), que creó la primera asociación en defensa de la mítica ruta, convirtiéndose en uno de los primeros artífices de su recuperación. “Hablamos de un pueblo que llegó a tener 100 habitaciones de hotel y que se quedó después abandonado”. Otro  tanto cabe decir de Davis, director de arte publicitario, que volvió a su lugar de nacimiento en Red Oak (Missouri) “para gastarse todo el dinero que tenía en la compra y restauración de muchos de los edificios abandonados de su pueblo natal”. Russell, con quien empezó a documentarse Ana Ramón Rubio tras ver un video en youtube donde salía cantando Yesterday de The Beatles, reside en Erick (Oklahoma), localidad que vuelve a estar en las paradas de la Ruta 66 gracias a su empeño y su guitarra. “La gente se para adrede para verlo a él”, destaca la directora.

La conocida como The main street of America (la calle principal de América) ha vuelto a recuperar su condición de gran arteria mítica, gracias al asociacionismo que ha logrado abrir hoteles y antiguos cines, “aunque sin fondos suficientes acaban cerrando otra vez”. Esa lucha por seguir siendo la carretera histórica que fue se da de bruces con la realidad, fraguada en torno a las grandes ciudades y kilómetros y kilómetros de escasa población. “Cuesta mucho que vuelva la gente”, lamenta Rubio, cuyo documental huye de la nostalgia: “No ofrecemos una visión mitificada de la Ruta 66”.

Momento del rodaje de la entrevista a Lowell Davis. Imagen cortesía de sus responsables.
Momento del rodaje de la entrevista a Lowell Davis. Imagen cortesía de sus responsables.

Su intención consiste en mostrar precisamente esa parte menos conocida de la ruta y de las personas que, como Harley Russell, Lowell Davis y Ángel Delgadillo, se resisten a abandonarla. “Representan todas esas vidas paradas y marcadas por la construcción de una autovía”. Para ello, tanto Rubio como López, Riera, Cardona y Vivó han tenido que soportar un “duro rodaje, porque íbamos sin parar”, en dos semanas de trabajo y encontrándose con tramos de carretera cortados que obligaban a variar a toda prisa el itinerario, “para llegar como locos a las entrevistas que teníamos pactadas”.

Hicieron el recorrido de Los Angeles a Chicago (“sí, a la inversa”), porque rodaron entre marzo y abril, dos meses todavía lluviosos, para así llegar más tarde hacia el este y evitar las mayores inclemencias meteorológicas. Lo dan todo por bien empleado: “Fue toda una experiencia y la verdad es que apenas tuvimos incidencias de importancia”. Ahora aguardan su estreno en la Seminci, el festival al que tenían claro desde un principio que querían llevarlo: “Nos apetecía mucho estrenar allí”.

Competirá junto a otros 10 documentales, y otros tres que se proyectarán fuera de concurso, por un premio de 6.000 euros que catapulte su difusión. Almost Ghosts se suma al fenómeno de los pueblos vacíos que, coincidencias de la vida, ahora también forma parte de la primera ficción propia de À Punt. Un título que Ana Ramón Rubio lo tuvo claro desde el principio: “Surgió durante el proceso de documentación; vimos que el nexo era ése”. Pueblos “casi fantasmas” que tienen muy difícil recuperar la vitalidad de antaño.

Celia Riera y Ana Ramón Rubio (de pie) en un momento del rodaje. Imagen cortesía de sus responsables.
Celia Riera y Ana Ramón Rubio (de pie) en un momento del rodaje. Imagen cortesía de sus responsables.

Salva Torres