Ernesto Casero.
‘Una Historia no tan Natural’
Comisariada por Laura Benítez Valero
CCCC Centre del Carme Cultura Contemporània
Calle Museo, 2.
València
Hasta el 2 de febrero de 2020

‘Una historia no tan natural’ de Ernesto Casero, es uno de los proyectos seleccionados por ESCLETXES, convocatoria de apoyo a la investigación y la producción artística para individuos o colectivos dedicados a la creación contemporánea (Generalitat Valenciana, Consorcio de Museos) que se ocupa de propuestas que están en vías de investigación y necesitan un impulso económico para su producción. Según las bases de dicha convocatoria, los proyectos deben tener como objetivo experimentar e innovar en el ámbito de la creación. En este caso, se trata de uno de entre los seleccionados (seis en dos años).

Realizado minuciosamente por Ernesto Casero (Valencia, 1977) con la solvencia que atesora tanto en lo que se refiere a técnicas diversas para el dibujo como a la hora de trabajar el concepto, Casero afirma que en la cuna de la civilización judeocristiana, la vieja Europa y sus colonias, -a lo largo de los de siglos- siempre se ha referido al resto de especies animales como a “La bestia frente al hombre”  en contraste con la idea de que todas las criaturas del planeta son, en este sentido, como los humanos: sencillamente seres vivos, aunque diferentes, con los que compartir y mantener el equilibrio del hábitat.

«Una historia no tan natural» de Ernesto Casero. Imagen parcial de la exposición. Fotografía, Vicente Chambó.

Así, al entrar en sala se percibe la inevitable llamada a una reflexión sobre la idea del sometimiento de las especies animales frente a la convivencia y respeto hacia el resto de estos seres por parte de los humanos, todo ello después de indagar en la base histórica, espiritual, cultural y social de los diferentes pueblos, sus tradiciones y singularidades.

Para sumergirse en esta “Historia Natural” que oportunamente plantea estas diferentes formas de relación con la Naturaleza, Casero ha creado y se apoya en piezas a modo de instalación y esculturas que lucen en el centro de sala, además de los dibujos –algunos- producidos a partir de collages analógicos que ponen de manifiesto un proceso lento, elaborado trazo a trazo, con el que el artista plantea que “Dios crea a los animales y las plantas para que los humanos los utilicen en su cultura patriarcal”, según transmite la Biblia, en contraste con culturas de creencias animalistas, en las que se pone de manifiesto que el resto de las especies de seres vivos de la naturaleza reciben tratamiento de parentesco con respecto a los humanos: hermano, primo, tío, incluso madre.

Así, resulta interesante indagar en cuestiones propias de diferentes etnias y pueblos con las mencionadas tradiciones animalistas, como por ejemplo la del pueblo asháninca, el más extendido y numeroso de la Amazonia, que no dispone en su vocabulario de una palabra para definir a “la naturaleza” pero en cambio, si contempla dar a los animales el referido trato de parentesco que en la tradición fabulística oral está tan presente al referirse a otras especies: “hermana serpiente”, “hermana tortuga” o “tío tigre”, por ejemplo, costumbre presente también en la tradición oral Bön, animista,  tibetana y milenaria.

Y entrando en este territorio reflexivo en referencia al trato de parentesco, Casero cita a Jeremi  Narby,  antropólogo  que indaga sobre la inteligencia en la naturaleza y se refiere a las etnias que contemplan a los animales como parientes, con lo que a modo descriptivo, dicha relación sí está presente incluso en las construcciones verbales y gramaticales de estos pueblos, cuya supervivencia ha ido en descenso demográfico de manera inversa a la colonización de Occidente, que siglo a siglo, los ha ido marginando, probablemente porque se mimetizan y conviven con la naturaleza de forma no invasiva, muy al contrario de lo que la idea colonial ha representado para los viejos pueblos de Europa.

Ernesto Casero plantea otras formas de contar la historia natural con dibujos y piezas escultóricas. Centro del CarmenCultura Contemporánea. València.
‘Una historia no tan natural’ de Ernesto Casero. Grafito y carboncillo sobre papel. Fotografía, Vicente Chambó.

Llama la atención también, el planteamiento que propone ‘Una historia no tan natural’ en el punto del eurocentrismo llevado al extremo por la exhibición de piezas de taxidermistas en los museos de historia natural, que en el inconsciente común, lucen a modo de trofeo de la mano del todopoderoso hombre dominador de la Bestia. 

Cuando un hombre quiere matar un león, se llama deporte; cuando un león quiere matar a un hombre se llama ferocidad”

George Bernard Shaw

Reflexiva propuesta expositiva en la que el preciosismo del dibujo supera la excelencia de la fotografía para contar otro relato no escrito sobre esta historia no tan natural, la que se refiere a la relación de los humanos con el resto de seres vivos, cómo se ha escrito y de qué manera se imparte desde la docencia.

Vicente Chambó