Presentación del libro ilustrado El viatge de l’esfinx, del artista Joan Verdú, editado por La documental edicions
Miércoles 18 de diciembre, a las 19:00 horas
Sala Gonzalo Montiel de La Nau Centre Cultural, de la Universitat de València

La documental edicions presenta el tercer título de la Colección Sr. Velasco, el libro ilustrado El viatge de l’esfinx, del artista Joan Verdú. El acto contará con la presencia del profesor de la Universitat de València y experto en cómics Álvaro Pons, que conversará con el editor, Álvaro de los Ángeles. El acto se inscribe dentro de las actividades de la Cátedra de Estudios del Cómic, de la Universitat de València.

El viatge de l’esfinx es un cuento escrito y dibujado por el artista Joan Verdú el año 1989, que nunca llegó a publicarse. Los dibujos originales están realizados sobre cartón y muestran una explosión de color que va desde los azules más agrisados, hasta los tonos tierra, ocres, amarillos, el turquesa o los azules intensos. Las diecisiete imágenes contienen la gama cromática característica del mar Mediterráneo, el real y el imaginado.

Imagen interior del libro El viatge de l’esfinx, de Joan Verdú

El inicio de la historia que cuenta El viatge de l’esfinx transcurre en un emplazamiento real en la ciudad de València. Muy cerca de las Torres de Serranos se encuentra el Pont de Fusta. La entrada a este puente o pasarela peatonal está escoltada por dos esfinges de piedra, una a cada lado. Están deterioradas por el tiempo y gran parte de sus rasgos ha desaparecido, pero allí permanecen, viendo pasar la gente y el tiempo.

En los años ochenta, recién estrenado el actual Estado de las Autonomías, el territorio que comprende las provincias de Castellón, València y Alicante convino en denominarse Comunitat Valenciana, un consenso tibio al que se llegó no sin acalorados debates ideológicos. Fueron años de gran movimiento social, cultural y político. Por entonces se asentaron la mayoría de las instituciones que aún hoy en día perduran y que generaron entonces un gran aluvión de creatividad y de posibilidades de cambio. Se asentaron las bases de Les Corts Valencianes, se recuperó la figura histórica del President de la Generalitat, y se fundaron instituciones culturales que aún perduran.

Por aquellos años, la Escuela valenciana de cómic arrasaba en las revistas y tebeos de media Europa, se hacían exposiciones de los autores y de sus personajes más relevantes y, en definitiva, se empleaba como buque insignia de una nueva manera de entender la territorialidad en España, a ritmo de línea clara y colores electrizantes. Miguel Calatayud, Sento, Daniel Torres, Ana Juan, Manel Gimeno, Mariscal, Mique Beltrán y el propio Joan Verdú renovaron el dibujo y la ilustración y, al hacerlo, generaron un nuevo imaginario. Esa época en que todo parecía posible se acomodó, como suele pasar, habiendo alcanzado logros y dejando por el camino las vías más utópicas. El viatge de l’esfinx nos hace recuperar la frescura de las cosas acabadas de hacer, de los mitos en fase de cambio, de las personas embargadas por los colores de un cielo intenso, del mar turquesa, o de sus ideas irrenunciables.

Imagen interior del libro El viatge de l’esfinx, de Joan Verdú

Joan Verdú (Alzira, 1959 – Alginet, 2017) fue dibujante y cartelista, pintor, escritor y articulista. Comenzó realizando carteles e ilustraciones que guardan una cierta familiaridad con obras de Manuel Boix o Miguel Calatayud, aunque su mayor referencia fue el arte pop y, en concreto, Andy Warhol (con el permiso de Pablo Picasso y Josehp Beuys). En la década de los años noventa decide centrarse en la pintura y renunciar a todo lo demás, realizando un número importante de exposiciones en galerías y centros de arte. Con frecuencia, estas exposiciones muestran series definidas por un tema y un estilo concretos, lo que potenció la coherencia en el desarrollo de «personajes simbólicos» propios, al tiempo que permitió una amplia variedad de recursos estilísticos.

Al mismo tiempo, en 1998, inicia una columna semanal de opinión en el suplemento cultural Posdata que seguirá escribiendo de manera puntual hasta su fallecimiento en 2107. Son textos frescos, incisivos, inteligentes y críticos con una sociedad y un mundo artístico que Verdú miraba desde fuera —aunque se sintiese parte integrante— y que consideraba limitado y algo mediocre. El viatge de l’esfinx muestra a la perfección tanto esas influencias primeras, derivadas del cartelismo, como refleja el momento histórico cuando se realizó, el año 1989.