‘Diario de un perroflauta. Panxito y yo’, by Kolo
NPQ Editores, 2019
54 Fira del Llibre de València
Jardines de Viveros
Patio del Museo
Sábado 4 de mayo de 2019 a las 18:00

Concitado el orbe librero y editorial en los huertos taifas de Viveros, eclosiona, entre rúbricas y dedicatorias, un sujeto comedidamente enjuto y cuantiosamiente dichoso, barbiespeso y bermejo, abnegado y didáctico, que porta consigo un agudo y cáustico dietario gráfico, aflautado y costumbrista de las vicisitudes y contingencias estacionales acaecidas y procuradas junto a su expósito y sagaz cómplice: Raúl Colomer, Kolo.

Con motivo de la reciente publicación de ‘Diario de un perroflauta. Panxito y yo’ (NPQ Editores, 2019) y su presentación en la 54 Fira del Llibre de València –este sábado 4 de mayo a las 18:00, en compañía del escritor Vicente Marco, autor del prólogo–, MAKMA entrevista a Kolo en pleno y ubérrimo atletismo ferial, con el fin de conocer algunos detalles del volumen y de los diversos proyectos en curso que atesora el artista alborayense, huérfano por estos lares, ineludiblemente, del conspicuo can.

¿Quién es Panxito y en qué circunstancias entró a formar parte de tu existencia?

Panxito es mi perrete y compañero. En mi familia siempre hemos tenido perro y yo, después de una temporada viviendo y yendo de aquí para allá por temas laborales, empezaba a estabilizarme en Valencia con el tema de la ilustración y el diseño; el ronroneo de la compañía de un perro lo llevaba de siempre. Fue mi prima quien un día me llamó y me dijo que había rescatado a un perro que iba por en medio de la carretera; si conocía a alguien que lo pudiera adoptar. Y ese alguien fui yo. Lo vi y nos enamoramos.

¿Cuándo realizaste la primera viñeta con ambos como protagonistas? ¿Habías merodeado antes por el humor gráfico?

La primera viñeta la hice en 2016, a lápiz, en una hoja cuadriculada y arrugada, pero no fue hasta 2018, más o menos, cuando ya empecé a publicarlas en las redes de una forma periódica. En cuanto al humor gráfico, como viñeta pura y dura, no de una manera profesional, pero (y ahora voy a divagar) las raíces y referentes de la mayoría de los ilustradores de mi generación son los cómics, sobre todo de Mortadelo y Filemón, Superlópez, Astérix, etc. Y eso lo llevas siempre. En otros trabajos de ilustración, como infantil e, incluso, cartelería, si la ocasión lo requiere, siempre incluyes matices del humor gráfico.

Viñeta que principia la estación invernal de ‘Diario de un perroflauta. Panxito y yo’ (NPQ Editores, 2019). Fotografía cortesía del artista.

Tomar la determinación de publicar una viñeta diaria matutina y compartirla con inmediatez en tu perfil personal de Facebook ha contribuido a grangearte una numerosa, activa y heterogénea audiencia. ¿Consideras que este manifiesto ejercicio de perseverancia y regularidad, combinado con la incursión temática en el universo de lo cotidiano, han sido determinantes para trascender y universalizar vuestras singladuras?

Sí, sin duda, pero ha sido recíproco; de hecho, son los comentarios y el cariño de la gente, sobre todo por Panxito, los que me animan, día a día, a subir la viñeta de Panxito matutina.

¿Cuáles son los grandes/pequeños temas fundamentales que se concitan en ‘Diario de un perroflauta. Panxito y yo’?

Todo gira alrededor de la caricaturización de la cotidianidad, de los pequeños detalles que forman parte de nuestra vida, que ahora damos como triviales, pero luego son los recuerdos que con más ternura rememoras.

La lectura de ‘Diario de un perroflauta. Panxito y yo’ (NPQ Editores, 2019) así lo confirma. Fotografía cortesía del artista.

¿Has estimado o te han sugerido realizar humor gráfico político?

Sí, de hecho, publiqué varias viñetas en alguna revista digital y subo alguna a redes de vez en cuando, pero no acaba de interesarme; le veo un tono de confrontación que no acaba de agradarme y no lleva a ningún lado. No es que lo critique, sino que, incluso, lo encuentro necesario, pero prefiero seguir otro camino; aparte, creo que estamos sobresaturados de una información política que cada vez más se parece a la prensa amarilla o a la liga de fútbol. Cuando se habla de las personas se habla de una forma genérica, aunque también hay que decir que somos nosotros mismos los que repetimos como loritos todo lo que nos quieren meter… Me he puesto muy serio. ¿Saben aquell que diu…?

¿Piensas que transitar del ámbito digital al feudo del papel ha sido un camino ineludible? ¿Ha auxiliado su incursión en el mapa editorial a dotar de orden y un sentido diverso al microcosmos de Kolo y Panxito?

Sí, no era la intención, pero ya el año pasado Quique y Paz, de la editorial NPQ, fieles seguidores de Panxito, me lo propusieron y la insistencia de la gente acabó por convencerme. En cuanto al orden, no soy muy ordenado, pero sí le ha dado, cuando menos, un envase.

Teresa Ramos junto a sus hijos, Javier, Juan Luís y Kolo, amén de Panxito, con motivo de la exposición ‘Deportes Colomer’, en homenaje a Teresa. Fotografía cortesía del artista.

Además de esta ya dilatada dedicación matinal, te has vinculado profesionalmente con el escritor Vicente Marco, conformando juntos el proyecto MarcoKolo. ¿En qué consiste?

Vicente y yo ya llevamos muchos años trabajando juntos y hace tres o cuatro creamos MarcoKolo, que es una especie de marca que abarca desde proyectos artístico-literarios, hasta un amplio abanico de talleres donde cohabitan la ilustración, la escritura, el teatro, la escenografía, la pintura, el cómic, etc. Tanto para un público infantil como adulto.

Igualmente, una razonable parte de tu trabajo se emparenta con la pintura ¿Atesoras algún proyecto en curso o una exposición en el horizonte?

Sí, precisamente el 10 de mayo, y en homenaje a mi madre, inauguro junto a mis hermanos y ella misma una exposición que combina ilustración y pintura. Aparte, junto a unos amiguetes, Alex Badal y Monty, hemos formado El Embarke, que consiste en un espectáculo de poesía, música y pintura en directo; y también junto a Nayra López Martos estamos preparando, con vistas a después del verano, una exposición conjunta llamada ‘Caretas y caretos’, donde, con dos estilos muy diferentes, casi extremos, nos adentramos en el interior del ser humano a través de los rostros.

Pintor, diseñador gráfico, ilustrador, cartelista y docente. Pareces erigirte en un artista tan prolífico como ubicuo. ¿De qué modo organizas tu tiempo?

No lo sé.
Yo solo quiero irme a mi pueblo a andar por la montaña.

Kolo y Panxito celebran, ufanos, la publicación de ‘Diario de un perroflauta. Panxito y yo’ (NPQ Editores, 2019). Fotografía cortesía del artista.

Jose Ramón Alarcón