Festival Circuito Bucles Danza
‘Delirantes 2020’
Diversos puntos de la ciudad de Valencia
Del 29 de octubre al 8 de noviembre de 2020

El Festival Circuito Bucles, en su afán por superar el actual estado de incerteza derivada de la pandemia por el coronavirus, ha decidido, como el propio virus, propagarse por la ciudad de Valencia con fines bien distintos. Si la covid-19 parasita nuestro organismo, provocando alteraciones en muchos casos letales, el certamen de danza busca el efecto contrario: alterar nuestro ánimo mediante propuestas ‘Delirantes’, por utilizar el lema de esta octava edición, de manera que el baile se convierta en un acto de transgresión contra el miedo reinante.

Que sea Friedrich Nietzsche el filósofo elegido para ejercer de guía en medio de tanta propuesta delirante (hasta 24 compañías de la Comunitat Valenciana, siete nacionales e internacionales), no deja de ser consecuente con el espíritu dionisíaco del festival. Isabela Alfaro, directora del certamen, citó al autor de ‘Más allá del bien y del mal’ para ofrecer una pista clarividente de la travesía que nos aguarda: “Deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez”.

Circuito Bucles
Representantes institucionales y artistas, durante la presentación del Festival Circuito Bucles Danza en el Centre del Carme. Imagen cortesía la organización.

“La libertad a través de la música, la poesía y la danza, ligada con la situación actual que vive la sociedad como consecuencia de la crisis provocada por la covid” es, para Alfaro, lo que caracteriza esta edición “delirante” que, del 29 de octubre al 8 de noviembre, se propagará por diferentes puntos de la ciudad de Valencia. Lo “desmesurado”, por seguir a Nietzsche, se revela como verdad, brotando “espontáneamente del corazón de la naturaleza”. “¡Ay de vosotros!”, proclamaría el filósofo, que no se deje encandilar por las propuestas dionisíacas de Circuito Bucles.

Entre ellas, la de Iker Gómez, que presentará en la Plaza de Santa Cruz del barrio del Carmen una singular versión de ‘El lago de los cisnes’, con Xana Llaneza y Rubén Cobas como bailarines. “Un canto a la belleza, la fragilidad y el amor imposible”, que “oculta en lo profundo de sus aguas un significado más esencial”, recoge la sinopsis del espectáculo previsto para el 31 de octubre. De nuevo la belleza apolínea, en contraste con la embriaguez dionisíaca. Y de nuevo el virus, como trasfondo letal, amortiguado mediante el arte de la danza.

‘The Lamb’, de la compañía ‘Kor’Sia’. Imagen cortesía de Circuito Bucles.

‘The Lamb’ (compañía Kor’Sia), de Mattia Russo y Antonio de Rosa, con dramaturgia de María Velasco y que el Teatre El Musical acoge el 7 de noviembre, es otra vuelta de tuerca a ese delirio provocado por la covid-19 y que el espectáculo parece evocar así: “Y desperté sobresaltado, como ante un peligro repentino y perverso, como si en la oscuridad hubiese tocado con mis manos la piel helada de un reptil”, sacado de ‘Informe sobre ciegos’, de Ernesto Sábato.

La Intrusa también se sumerge en los fondos dramáticos de la existencia con una obra que utiliza la expresión ‘It’s a wrag’, con la que se dice a los actores que una escena ha terminado, para hablar de lo que acaba, del fin, con dramaturgia de Virginia García. El Centre del Carme acoge la creación el 31 de octubre. Los artistas de la embriaguez, como denominó Nietzsche a cuantos arriesgaban su salida del rebaño para vivir a solas el mundo, confrontados a los del ensueño, como trasunto que atraviesa muchas de las propuestas de Circuito Bucles.

Escena del espectáculo de La Intrusa. Imagen cortesía de Circuito Bucles.

La producción del Institut Valencià de Cultura, ‘(R)Minds’, que Roberto García, director adjunto de Artes Escénicas, describió como el modo en que varias personas deambulan por la ciudad movidos por sus pensamientos”, con cierto “clímax final”, bajo la dirección de Tomás Ibáñez, es otro ejemplo del baile gozoso nietzscheano que la propia Isabela Alfaro no se cansó de recordar: “La danza abre caminos a la transgresión de los límites espirituales y ofrece la posibilidad de un delirio creador”.

Un delirio que la directora del festival se encargó de matizar: “Lo que estamos viviendo [pandemia del covid-19] nos frena. Debemos crear y seguir siendo libres a nivel mental”. Que es lo que hace a su vez la compañía La Quebrá con su pieza ‘Get No’, conjunto de historias breves en torno al espacio de transición que supone el área de los aeropuertos. “El tiempo pasa y el vacío no cesa”, aunque la obra se anuncia también por su “deseo de seguir, de entender, de cambio”. La coreografía es de Irene García.

Cartel de la octava edición del Festival Circuito Bucles Danza, por cortesía de la organización.

Circuito Bucles, “un festival que no deja de sorprendernos”, en palabras de Maite Ibáñez, concejala de Acción Cultural del Ayuntamiento de Valencia, también cuenta con la novedosa Plataforma de Residencias Artísticas Virtuales, mediante la cual se pretende fomentar la producción artística entre la comunidad virtual y el bailarín, y cuya formación corre a cargo de Jerónimo Forteza, Lali Ayguadé y Jose Manuel Álvarez, durante los meses de noviembre y diciembre.

Como señalaron tanto Roberto García como Maite Ibáñez, el festival Circuito Bucles tiene una “personalidad propia” y el objetivo de “acercar la danza a la ciudadanía”, promoviendo “nuevas compañías y artistas emergentes”. La “importancia de los nuevos creadores, que tienen la oportunidad de presentar sus trabajos”, es algo que destacó Paco Salmerón, director del Conservatorio Superior de Danza de Valencia. ‘Delirantes’ es el intento, este año, de “sentirnos libres a través de la creación”, concluyó Alfaro.

‘El lago de los cisnes’, de Iker Gómez. Imagen cortesía de Circuito Bucles.

Salva Torres