Galería del Palau

Paco Muñoz

Valencia

Aparcó los pinceles y saltó al otro lado de la barra de un bar, L’Aplec, santuario de rojos en la transición. No es que dejara de pintar, simplemente concentró su espíritu creativo en la densa bruma de un local que dibujaba en sus tertulias los colores anteriormente dispuestos en su obra. Más de 20 años después de aquella aventura restauradora, Paco Muñoz vuelve a retomar la pintura que nunca abandonó del todo para volcarse en ella con la furia de los titanes.

La Galería del Palau acoge una treintena de obras, teniendo a la arpillera por materia expresiva fundamental. Lo fue en su día también, pero ahora vuelve a cogerla por banda para nutrirla de colores más fuertes, más arrebatados, como si quisiera Paco Muñoz volcar en ellos cuatro lustros de matizado olvido. Cuadros grandes, con tonos oscuros y una luz reveladora, para una vuelta a la pintura que promete.