Algo de esto
Guillem Bayo, Dai. K.S., Anthony Arrobo, Martí Cormand. Junto con una obra de Mitsuo Miura perteneciente a la Colección Mengs.

Comisariado por Columpio
Galería etHALL
C/ Joaquín Costa 30, Barcelona
Hasta el 28 de mayo de 2013

Dai. K.S. "Sin título", 2013. Grafito bruñido sobre y papel, bajorelieve. Imagen cortesía de Columpio.
Dai. K.S. «Sin título», 2013. Grafito bruñido sobre y papel, bajorelieve. Imagen cortesía de Columpio.

No lamentarse por la pérdida de la mina de un lápiz, más bien recrearse en la marca que ha hecho. (Anónimo)
– El dibujo no es lo mismo que la forma, es una manera de ver la forma. (Edgar Degas)
– Todos los buenos y genuinos dibujantes dibujan de acuerdo a la imagen inscrita en sus mentes, y no de acuerdo a la naturaleza. (Charles Baudelaire)
– Siempre hay que dibujar, dibujar con los ojos, cuando no se puede dibujar con un lápiz. (Balthus)

Un dibujo no necesita de una grafía. Algo de esto nos presenta obras vinculadas con el dibujo a través del grafito. Rarezas que se encuentran fuera del marco de lo determinado y que requieren una visión más permeable. Cada uno de las obras presentadas son piezas claves para la construcción de esta manera de ver el dibujo y que cada artista explora desde diferentes e individuales perspectivas. Las obras nos descubren una capa que antes no podíamos ver, los objetos son presentados como evidencias que establecen otro tipo de comunicación. Se detienen en pequeños elementos. Toman conciencia de su particularidad, y nos llevan hacia una fantasía muy próxima a la experiencia. Las ilusiones completan la realidad y nos muestran lo que podíamos intuir. Son pequeñas historias que terminan en sí mismas y a la vez dan pie a un infinito de posibilidades. Obras reducidas a sus formas o estructuras geométricas, buscando la máxima expresión con los mínimos medios. Basadas en la experimentación. Con materiales próximos a nuestro entorno diario aunque presentadas desde una perspectiva nueva que nos sorprende como un espejismo o alucinación, y que a la vez nos muestran un juego permanente, un guiño. Son una invitación a detenerse en lo que no se deja someter.

El grafito, del griego graphein (escribir), es un elemento clásico dentro del dibujo, está vinculado a la habilidad de producir una serie de marcas reconocibles sobre una superficie. Fuera de esta antigua academia, la tradicional técnica queda truncada y da paso a obras que se articulan con el grafito como materia, soporte, herramienta y gesto, donde el objeto reconocible e identificable (la mina o el lápiz) es el propio dibujo.

La materia
La obra de Dai. K.S. contiene los elementos relacionados con la estructura geométrica del grafito, y la representación del propio material, de su misterioso brillo y color con apariencia metálica. Este mineral untuoso está constituido por moléculas de carbono (química orgánica) con estructura de cristales bajo las formas: alfa (hexagonal) y beta (romboédrica). La forma alfa se puede ver incluso en el corte transversal de un lápiz.

El soporte
Las minas han sido un elemento con el que clasificar al grafito por su composición o dureza y grosor para poder nombrarlo de manera estándar; al igual que su soporte más antiguo, el papel, también se ha ido clasificando de la misma manera. En la obra Letter de Anthony Arrobo las propias minas forman el soporte para conseguir desprenderse de él.

La herramienta
Los artistas italianos concibieron una funda de madera para intentar manejar mejor al grafito y apareció el lápiz. La obra Leaded (Bend), de Martí Cormand significa mina o plomo. Es la herencia del error de su descubrimiento, identificándolo en este primer momento como alguna variedad del plomo (Borrowdale, Inglaterra, 1564). Mas tarde, en 1779, el químico sueco Karl Wilhelm Scheele demostró que se trataba de carbono cristalizado, y el geólogo alemán Abraham G. Werner lo llamó grafito en 1789.

El gesto
La obra Goma de Guillem Bayo se compone de un mecanismo que recrea la ilusión óptica de la deformación de una línea conseguida a través del movimiento, secuencias dibujadas en la retina. El grafito es conductor de la electricidad, propiedad que permite su uso en procesos de electroerosión. El desgaste ocasionado por la acción en esta obra, se produce en la propia madera que recubre el grafito, no en el mineral que permanece intacto. El color amarillo que recubre la madera era, en su origen, un símbolo de distinción de calidad. Este color fue asignado por una marca que tomo su nombre de un famoso diamante por su semejante composición, ambos carbono cristalino con equivalente cantidad de átomos pero formados bajo diferente presión.

Puede que aquí no esté todo, pero hay algo de esto.

Martí Cormand. "Leaded (angle)", 2013. Lápiz intervenido, oleo, grafito y hierro, 8,9 x 2,5 cm. Imagen cortesía de Columpio.
Martí Cormand. «Leaded (angle)», 2013. Lápiz intervenido, oleo, grafito y hierro, 8,9 x 2,5 cm. Imagen cortesía de Columpio.