Carlos Andújar Domingo
Galería Muro
C / Correjería, 5. Valencia
Hasta finales de marzo

El arte o puede corresponder a la necesidad de registrar los hechos del entorno como necesaria afirmación del ser, o puede ser fruto del encuentro con una automirada cuya razón radica en su expresividad. Puede ser una de ambas cosas o las dos a la vez; caso, éste último, nítido en el quehacer de Carlos Andújar Domingo merced a un repertorio temático y estilístico que ni se priva de ser propio ni se exime de la representación de lo que es colectivo: la vida en su multiplicidad, evidente y oculta.

Obra de Carlos Andújar. Imagen cortesía de Galería Muro.
Obra de Carlos Andújar. Imagen cortesía de Galería Muro.

Autor de amplio registro, Andújar explora en la idea de la puesta en escena ya sea en la práctica del retrato y en su figuración antro y zoomorfa con sus trasfondos simbológicos, como en la más expansiva escenografía del mundo onírico según un planteamiento cosmológico. Cruce constante de fronteras estéticas entre la abstracción magmática cual entorno de elementos en movimiento y un realismo de raíz expresionista, mediante las cuales se manifiesta una visión del mundo, el suyo es un trabajo enraizado en la pasión por comunicar, cuestión que se verifica en su interés por la tridimensionalidad que en su faceta pictórica se traduce matéricamente como directa apelación a los sentidos.

Obra de Carlos Andújar. Imagen cortesía de Galería Muro
Obra de Carlos Andújar. Imagen cortesía de Galería Muro

De centrado cromatismo siempre alusivo a la diversidad de la naturaleza, es decir, ora vibrante ora sosegado –con una paleta restringida a la unión narrativa y la organización de múltiples elementos dramáticos que buscan su identificación en la ambigüedad de la memoria colectiva-, el artista pinta historias que si refieren a un patrimonio existencial común lo hacen remitiéndose a la propia historia del arte en sus vanguardistas incursiones en los sustratos de la mirada. Obra de honestidad contrastada por un acento humanista atento a la condición social del ser en su identidad con un entorno, el imaginario iconográfico de Carlos Andújar Domingo aúna el ejercicio lúdico propio de un espíritu optimista con la voluntad de registro metafórico de un aplicado cronista de su tiempo, un tiempo, en su obra, vertebrador y omnipotente. Su oficio –vehemente tanto como aplicado-es fiel expresión ética y estética de las leyes primigenias del arte así como de una fe poética que trasciende límites. Geografías de emociones, lírica que se extiende sin complejos modales, su pintura hace de la autenticidad un credo posible y verídico. Y del delirio expresivo, un umbral a la reflexión sobre la representación de la realidad y los múltiples niveles de su comprensión.

Obra de Carlos Andújar. Imagen cortesía de Galería Muro.
Obra de Carlos Andújar. Imagen cortesía de Galería Muro.

Christian Parra-Duhalde