25 aniversario de Companyia Teatre Micalet
Fundadores: Pilar Almeria, Joan Peris y Ximo Solano
Guillem de Castro 73, València
Sábado 30 de mayo de 2020

El veneno del teatro que corre por sus venas les inmuniza contra desventuras y contratiempos. Pilar Almería y Joan Peris, fundadores de la Companyia Teatre Micalet junto a Ximo Solano, no pierden la sonrisa ni un segundo en lamentaciones porque el estado de alarma les impidiera celebrar su 25 Aniversario el pasado 13 de mayo.

«Somos inasequibles al desaliento y esto sólo ha sido una prueba más», dice Peris. «Además, ese aniversario no era para nosotros una meta, sino la lógica consecuencia de seguir al pie del cañón año tras año».

Otras fechas simbólicas se podrán celebrar en el futuro. De momento, El Micalet ya es por derecho propio la compañía histórica más veterana entre las que cuentan con espacio propio, y una de las senior de la Comunidad valenciana junto a PTV, Bambalina, Albena, Arden, l’Horta u Hongaresa de Teatre, las tres últimas también con 25 años. 

Escena de ‘Ballant, ballant’. Imagen cortesía de Companyia Teatre Micalet.

«No pudimos celebrar un fiestón con champán, besos y abrazos, pero la gente nos mandó vídeos de felicitación muy emocionantes que evocaban recuerdos y experiencias compartidas», comenta Almería. «Con tantos años a cuestas somos como una gran familia que agrupa a las últimas generaciones».

Ahora, al menos ya tienen claras las fechas y parte de la programación. El telón se alzará en septiembre con Xavi Castillo y montajes de distintas compañías valencianas. Para noviembre el estreno de su producción propia que debería estar ahora en cartel, ‘El malfet d’Inishmaan’ del dramaturgo y cineasta angloirlandés Martin McDonagh, y como cierre del año, un clásico, ‘Nadal a casa el Cupiello’.

Estrenada en 1996, la obra de McDonagh se inspira en un hecho real, la filmación del documental ‘Man of Aran’, en 1934. El argumento refleja las reacciones de los habitantes de Inishmore, la mayor de las islas Aran situadas en la costa oriental de Irlanda, ante el anuncio de la llegada  de un equipo de cine de Hollywood que va a realizar un filme. La elección de esta pieza responde a uno de los criterios que son sello de identidad del Micalet: «Enseñar mundos diferentes para comprobar, a través de los personajes, que los sentimientos y emociones del ser humano son idénticos en todas partes», señala Peris.  Además de adaptar textos universales al valenciano (‘El jardí dels cireres’, ‘El Nom’ o ‘Nadal a casa el Cupiello’), su criterio incluye representar obras de autores autóctonos (‘El Moviment’, ‘El Verí del Teatre’ o ‘Hamlet Canalla’). 

La compañía ha recorrido la dramaturgia de casi todo el globo, desde la Rusia de ‘El jardí dels cirerers’, con la que empezó a celebrar su aniversario, a la Navidad italiana de los Cupiello. «Sólo nos quedan por explorar los autores americanos como Miller, pero preferimos al irlandés», añade Almería.

Escena de ‘Nadal a casa el Cupiello’, de la Companyia Teatre Micalet, por cortesía suya.

Ximo Solano, Josep M. Casany, Isabel Requena, Pep Ricart e Isabel Carmona son algunos de los actores fijos de la casa y a lo largo de estos años se han ido incorporando de las últimas generaciones. Más de 200 intérpretes y un número parecido de profesionales han conformado los equipos artísticos de las 33 producciones realizadas en estos 25 años. 

La apuesta firme por el valenciano es el otro pilar de la compañía, así como el concepto de teatro de repertorio que permite hacer tablas, pues la obra permanece de cuatro a seis semanas en cartel. «Los actores necesitan hacer tablas y cuando más días se representa una obra más se perfecciona», dice Peris.

La compañía cumple oficialmente 25 años, pero los orígenes de su aventura se remontan a 1987, cuando Pilar Almería, Joan Peris y Ximo Solano comenzaron a trabajar como actores, a la vez que hacían doblajes para Canal 9. Al poco de crear la compañía tuvieron muy claro la necesidad de un teatro propio, donde desarrollar en plenitud su visión teatral. Surgió la oportunidad de la Societat Coral El Micalet, que supieron aprovechar y, el 13 de mayo de 1995, estrenaban la ópera cómica ‘Nàpols milionària’, de Eduardo di Filippo. Tras la reforma, la sala inició una segunda etapa, en 2001, con ‘El Somni d’una nit d’estiu’, de Shakespeare.

Haber sobrevivido más de dos décadas les confiere un profundo conocimiento de la tramoya política y económica que sustenta el escenario. «La cultura no está donde debería estar», afirma Peris. «Debería ser una prioridad pero no lo es. El Gobierno valenciano debería reclamar al Gobierno central mas fondos para la cultura. Desde el cambio político hay mucho más diálogo, más respeto que en la época anterior, pero sigue sin haber una política cultural clara», matiza Almeria. «Cada temporada debemos invertir mucho tiempo y esfuerzo para averiguar con qué ayudas contamos para hacer la correspondiente programación, cuando lógicamente deberían ser las instituciones las que se encargaran de agilizar y facilitar que pudiéramos planificar con tiempo».

Escena de ‘Nàpols milionària’. Imagen cortesía de Companyia Teatre Micalet.

Por debajo de las buenas palabras e intenciones, detectan un «sustrato confuso e ineficaz», que no acaban de solucionar, sentencian. «Llevamos años insistiendo presentando propuestas que no llegan a recoger.  Llevamos mucho tiempo reclamando que contemplen la singularidad de nuestro proyecto: un centro de producción con sala propia y las ayudas que requiere, pero lejos de contemplarlo lo penalizan. Cada temporada debemos vencer una carrera de obstáculos». 

«El deber de las instituciones es estar atentas y aprovechar las iniciativas y oportunidades que surgen en la sociedad y apoyarlas para que crezcan, pero no es así. Ello impide crear estructuras estables, con continuidad y temporadas largas para que el teatro sea una profesión viable para los que nos consagramos a él. La economía es importante, claro, pero la cultura es lo que nos hace crecer como sociedad, nos abre la mente a otros mundos y a otras ideas», concluyen Almeria y Peris.

‘El jardí dels cirerers’, por cortesía de Companyia Teatre Micalet.

Bel Carrasco