Cats are paradoxes, de Pablo Amargo
Galería Pepita Lumier
C / Segorbe, 7. Valencia
Hasta el 6 de julio de 2018

Combinación de elementos de diferentes contextos que encajan a la perfección. Generación de enigmas visuales que solo el ingenio es capaz de resolver. La enorme carga de contenido de sus trazos. Fusión de imágenes resueltas con sencillez. Paradojas con diferentes niveles de significación. Planteamientos que pretenden transmitir conceptos haciendo uso de la ironía y del humor gráfico.

Así es la narrativa artística de Pablo Amargo (Oviedo, 1971). Este consolidado ilustrador, Premio Nacional de Ilustración, expone por primera vez en la galería de arte contemporáneo Pepita Lumier. El título escogido para la ocasión alude al libro publicado el año pasado, ‘Cats are paradoxes’, proyecto por el que recibió el prestigioso galardón Gold Medal por la Society of Illustrators of New York, además de otros reconocimientos como el Award of Excellence, otorgado por Communications Arts Awards, o el Bronze Award, concedido por European Design.

Medio centenar de imágenes de esta galardonada y exitosa publicación -en la que el gato es el protagonista- se exhibe junto a otras ilustraciones inéditas realizadas posteriormente por el artista ovetense. Desde el 25 de mayo hasta el 6 de julio, podrá visitarse esta exposición procedente del Museo ABC del Dibujo y la Ilustración. Con motivo de este acontecimiento artístico, aprovechamos para conocer un poco más al autor de ‘Cats are paradoxes’.

Vista de la exposición 'Cats are paradoxes', de Pablo Amargo en Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.
Vista de la exposición ‘Cats are paradoxes’, de Pablo Amargo en Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.

Eres un ilustrador dotado de un gran ingenio y así lo avalan los más de veinte premios que has recibido durante tu trayectoria artística. ¿De dónde procede esa creatividad? 

Si algo me caracteriza, sobre todo, es la constancia. Dibujo cuando estoy en soledad, en mi estudio, y ahí pruebo una vez tras otra hasta que tengo la certeza de que hay originalidad en el resultado final. Es una especie de epifanía que no sé de dónde procede exactamente, pero esa búsqueda insistente me provoca una sensación eufórica que sigo experimentando diariamente desde hace veinte años. Tras esta exploración hay un trabajo que consiste en perfeccionar el dibujo y de hallar la mejor versión posible del mismo, pero la creatividad en sí proviene de esas ganas incesantes de querer repetir esa sensación de euforia.

¿Qué pretendes transmitir con tus ilustraciones al espectador?

Si algo tengo claro de mi obra es que debe haber siempre detrás una idea que apele a la inteligencia del espectador. Que esté repleta de diferentes significados y lecturas posibles. Que sea flexible. Para mí una imagen es buena cuando es capaz de generar estas posibilidades sin la necesidad de un texto que explique su contenido.

Espectadores ante la obra de Pablo Amargo en la galería Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.
Espectadores ante la obra de Pablo Amargo en la galería Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.

En tu obra y, particularmente, en esta exposición, ‘Cats are paradoxes’, el protagonista es el gato. ¿Por qué escogiste este animal como elemento principal de este proyecto?  

Considero que los gatos tienen tres cualidades: elegancia, misterio y humor involuntario. Estas tres características son las que persigo en mis ilustraciones. En mis dibujos no solo pretendo encontrar una idea, sino también una belleza estética a través de una elegancia espiritual. El misterio se encuentra en ese proceso de búsqueda de la imagen, oculto en forma de idea y que tanto cuesta controlarla y reproducirla. Y luego está el humor como forma de diálogo con el espectador. No persigo la carcajada, más bien apelo a un humor involuntario. Me parecía interesante utilizar la figura del gato en este proyecto precisamente porque son animales cuya indiferencia producen una situación humorística involuntaria. Además, este animal genera la paradoja de mi proyecto, ya que su presencia nos invita a transitar por las habitaciones y las ruinas, pero al mismo tiempo, está ausente. Se convierte en actor y espectador, consciente de que existe una paradoja. Las ilustraciones de este trabajo son una especulación gráfica donde, por medio de la contradicción, pretendo que el espectador entre y salga del escenario. Que experimente las dos realidades y sea consciente de que un mundo es capaz de anular al otro. Así son las paradojas y, en medio de ellas, se encuentra el gato, sorprendido.

En tus ilustraciones empleas la fusión entre diferentes elementos formales generando que las formas se unifiquen en una sola unidad. ¿De dónde procede este interés?

Para mí no es tanto un ilustrador, sino más bien una obra. Hablo de un grabado del siglo XVIII, del británico William Hogarth. Fue uno de los primeros en mostrar este tipo de situaciones paradójicas que yo persigo. Su intención fue denunciar a los malos dibujantes, aquellos a los que consideraba que no sabían regirse por los cánones del dibujo, y en este grabado estableció un paisaje con diferentes situaciones donde todos los códigos estaban invertidos. Con este grabado anticipó las visiones vanguardistas, donde personajes en primer plano parecían estar relacionados con los del fondo, generando situaciones confusas y paradójicas.

Obras de Pablo Amargo de la exposición 'Cats are paradoxes', en la galería Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.
Obras de Pablo Amargo de la exposición ‘Cats are paradoxes’, en la galería Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.

Escuché en una entrevista que en muchos de tus dibujos juegas con la desmemoria; que acudes al recuerdo incompleto. ¿Cómo materializas esto en tu obra?

La desmemoria la aplico en dos niveles distintos. Por un lado, cuando tengo que ilustrar un texto que requiere una lectura previa. Ante tal exceso de información, las imágenes se encuentran muy ligadas al contenido, por lo que recurro al abandono de la lectura. Una vez desligado, acudo al recuerdo, los detalles comienzan a diluirse y comienza a emerger la originalidad visual. Es ahí cuando comienzo a plantear imágenes, fruto de la desmemoria. El otro nivel donde aplico la desmemoria es en el dibujo en sí. Yo recurro a fotografías para informarme visualmente, sin embargo, esas imágenes naturalistas tienen menos interés que las generadas a raíz del recuerdo. Opto por lo esencial de las formas y para ello acudo a la desmemoria nuevamente. Este proceso mental es el que logra proyectar la verdadera esencia del dibujo.

La revista Gràffica te concedió el Premio Gràffica 2016 y te definió como “un ilustrador que antepone la inteligencia a los fuegos artificiales, que bebe de referencias sin depredarlas”. ¿Cuáles son esas referencias?

Son muchas y dependen de cada época de mi vida. Pero desde hace mucho mis referencias no son los artistas, sino más bien las obras. Una pintura, un grabado, incluso una película. Yo persigo las sensaciones visuales y trato de ilustrarlas en ideas, sin importar el soporte de procedencia ni su autor. Actualmente, mi forma de trabajar me ha llevado a interesarme por la metafísica en un proceso de retroalimentación.

Vista de la exposición 'Cats are paradoxes', de Pablo amargo en la galería Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.
Vista de la exposición ‘Cats are paradoxes’, de Pablo Amargo en la galería Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez.

El verano pasado denunciaste a través de las redes sociales que tu obra ‘The cow’ había sido plagiada. Se utilizó esta imagen para publicitar un producto alimenticio. ¿Suele producirse en el círculo de los ilustradores este tipo de casos?

Cierto, eso sucedió en China. Un ciudadano que conocía mi obra puso en mi conocimiento esta noticia. Se trataba de una bebida láctea que utilizaba como etiqueta la ilustración que has mencionado. Finalmente, el denunciante consiguió que la imagen se retirara del producto. Afortunadamente, hay personas que se implican en estos asuntos, pues el plagio es un fenómeno que sucede a diario. Hace poco me sucedió algo parecido, fue en un concurso de carteles. Un colega de la profesión me comentó que un cartel que había sido premiado en un certamen era de similares características a uno que yo había realizado anteriormente. Tras ponerme en contacto con las pertinentes instituciones, el premio fue retirado, también la cuantía económica que había recibido, además de una multa considerable y el desprestigio que conlleva un acto fraudulento de estas características.

Colaborador en revistas y prensa como The New York Times, The New Yorker, Jot Down Magazine, El País, La Vanguardia, National Geographic; has realizado carteles, libros; has participado en ferias, bienales. ¿Tienes algún proyecto en mente?

Nunca me he planteado hacer las cosas a priori, afortunadamente han ido llegando por sí solas. El siguiente libro no sé cómo va a ser y estoy ansioso por saberlo, sinceramente. Me gustaría probar la autoedición. El libro de ‘Cats are paradoxes’ está muy próximo a esta forma de trabajo, pues la editorial me permitió estar muy cerca en el proyecto. Pero me gustaría llevarlo más lejos, pues considero que los libros describen plenamente al ilustrador. Lo seguro e inamovible es que será en blanco y negro.

Pablo Amargo firmando un ejemplar de su libro, durante la entrevista con motivo de su exposición 'Cats are paradoxes', en Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez
Pablo Amargo firmando un ejemplar de su libro, durante la entrevista con motivo de su exposición ‘Cats are paradoxes’, en Pepita Lumier. Foto: Javier Martínez

Javier Martínez