‘Una mirada perdida’, de Salva Alemany
Género: Novela urbana
Editorial Amarante
Año: 2019

Hay escritores que viajan por el tiempo y espacio sin salir de su estudio. Otros, ambientan sus historias en lugares  próximos y familiares que conocen a fondo. Y hay también quienes, seducidos por lo distinto y lejano, desarrollan las suyas en países situados a muchos kilómetros de su hogar.

Es el caso de Salva Alemany (Valencia, 1968), un  apasionado de la música y los viajes, cuya trayectoria literaria refleja sus  periplos por otros países. Suiza, Irlanda, Latinoamérica y también Valencia son escenarios de sus títulos. Su próxima novela ocurre en Estados Unidos y  ofrece una novedad, una banda sonora especialmente compuesta para la historia que cuenta.

Lector empedernido desde la infancia, Alemany empezó a escribir ya en la madurez espoleado por una apuesta. «Discutía con un amigo sobre la dificultad de escribir una novela, él decía que es algo difícil y yo discrepaba», recuerda. «Apostamos, y gané», recuerda. Fruto de esa victoria fue ‘La suerte no existe’, un thriller que se desarrolla en Valencia, Suiza y otros lugares, finalista del II Premio de Creación Literaria Bubok. «Fabular me divierte mucho, y por eso sigo en ello», afirma. «Lo hago con facilidad, aunque a veces me cuesta encontrar el título adecuado. Además, la literatura me permite contar lo que voy viendo en mis viajes  y todo lo que he aprendido en ellos».

Portada del libro ‘Alacrán’, de Salva Alemany.

Alemany viajó con una oenegé por Marruecos y también como voluntario cuatro meses por Latinoamérica, y ha recorrido parte de Asia, Indonesia. De su inmersión americana surgió ‘Alacrán’, una narco tragedia que ahonda en la paternidad, «uno de los vínculos más poderosos que existen», a través de la figura de Santos, mecánico de motos y sicario ocasional del poderoso Don Dimas. Una novela de amor en un entorno violento que se enmarca en los paisajes de Alburquerque, la frontera con México y Costa Rica. «La frontera entre Estados Unidos y México es un lugar asombroso», comenta. «A muy poca distancia encuentras Ciudad Juárez, con un elevadísimo índice de criminalidad, y El Paso, la urbe más segura de América. México es un país maravilloso carcomido por la corrupción y la violencia. Y lo más triste es que sus habitantes se han acostumbrado».

De sus estancias estivales en Irlanda cuando era niño también cosechó material novelable, ‘Éire’, finalista del Premio La Trama de Ediciones B. Se centra en un polémico caso real, el Informe Fens, una serie de abusos en una diócesis irlandesa. Los fragmentos del diario juvenil del protagonista, que reflejan el despertar de la adolescencia en una sociedad distinta, se intercalan con la investigación del asesinato de varios niños.

Portada de ‘Una mirada perdida’, de Salva Alemany.

En ‘Una mirada perdida’, su último título se mantiene fiel al thriller, pero da un giro a la comedia, «un género que en España está infravalorado».  Casimiro sueña con ser detective y se dispone a despedir a Conchín, su señora de limpieza, pero ella le convence de que la convierta en su ayudante. Tiene una buena razón, porque Casimiro es ciego. Por ello recurren a un perro guía que responde al nombre de Señorita Pérez. En equipo con un guardia civil y un excéntrico vidente se lanzan a investigar el secuestro de un niño chino, hijo de la dependiente de un todo a cien. 

Alemany estudió Derecho pero derivó hacia la música. Creó un estudio de grabación y un sello discográfico. Además de viajar, le gustan las motos y deportes como el submarinismo y la escalada. Actualmente, trabaja en Acció Cultural del Ayuntamiento de València en temas de artes escénicas y bibliotecas, y creó el primer  Club de lectura de novela negra. Sus libros han sido editados por Amarante, un sello de Salamanca.

Salva Alemany. Imagen cortesía del autor.

Bel Carrasco