Ángela García
‘Las caligrafías de la pandemia’, de Ángela García
Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV)
Beneficios de la venta donados al Banco de Alimentos de València

Si la comida es la parte material de nuestra alimentación, el arte vendría a ser la parte espiritual de ese alimento. Aunque materia y espíritu, finalmente, coincidan en el fortalecimiento de una misma necesidad: la de sobrevivir, por un lado, y la de vivir, por otro, con una intensidad que doblega las penurias de la existencia. Si el artista crea formas para elaborar cierta angustia, en este caso, la del confinamiento por la pandemia, los voluntarios que luchan contra la escasez alimenticia se alinean con aquél en la preparación de las condiciones que mitiguen el hambre.

Ángela García, recientemente galardonada con el Premio Alfons Roig 2020 en reconocimiento a su destacada trayectoria profesional en el ámbito de las artes plásticas y visuales valencianas, decidió, bloc en mano, combatir los días de encierro por culpa de la covid-19 creando una serie de obras de gran colorido y rítmico ensamblaje visual. Al conjunto lo denominó, en justa lógica por las circunstancias vividas, ‘Las caligrafías de la pandemia’, expuestas luego en el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia (CTAV).

Obras de la exposición ‘Las caligrafías de la pandemia’, de Ángela García. Imagen cortesía de la autora.

“Estas caligrafías son hijas del confinamiento, de la pandemia y de la solidaridad del aplauso, que, a las ocho de la tarde, se convirtió en el momento más amable, menos restringido del día”, explica la pintora, docente y catedrática de la Universitat Politècnica de València (UPV), al tiempo que investigadora del Instituto de Restauración del Patrimonio (IRP-UPV).

“Salíamos a las terrazas, a los balcones o simplemente a las ventanas, saludábamos a los vecinos de enfrente y durante aquellos pocos minutos nos reafirmábamos, batiendo las manos, de que la vida seguía fuera del confinamiento”, añade García, quien, haciendo de su profesión un acto igualmente solidario a favor de cuantos sobreviven al margen de una cómoda existencia, decidió donar los beneficios de la venta de la exposición en el CTAV al Banco de Alimentos de Valencia.

Momento acreditativo de los beneficios obtenidos por la venta de la exposición ‘Las caligrafías de la pandemia’, de Ángela García, en el Colegio Territorial de Arquitectos de València. Imagen cortesía del autor.

“Las traigo aquí [al Colegio de Arquitectos], porque nacieron en él y por el confinamiento, son hijas de la pandemia y a ella de alguna forma pertenecen, por lo que he pensado que podríamos devolver a través de estas caligrafías, algo positivo para las víctimas que por la pandemia nacieron”. Esta declaración de intenciones de Ángela García se transformó después en la donación de 1650€, fruto de la venta de las obras expuestas, al citado Banco de Alimentos.

Como señala la propia artista y docente, el acto creativo surgió de la siguiente manera: “Había un bloc a mano y empecé un ensayo caligráfico, y, poco a poco, aquello que empezó para combatir la nada en la que nos movíamos fue tomando cuerpo”. Las caligrafías de Ángela García vienen a ser el puente entre esa nada y las sucesivas formas que fueron emergiendo de sus collages, evocando en cierto modo al filósofo Pascal, cuando, refiriéndose a lo que era el hombre dentro de la naturaleza, respondió: “Nada con respecto al infinito. Todo con respecto a la nada. Un intermedio entre la nada y el todo”.

Ángela García prosigue su relato creativo diciendo que primero “venía alguna idea”, luego “el color apoyaba el juego de los complementarios”, para que finalmente la composición y las simetrías jugaran cada una su papel, convirtiéndose “lentamente en una expresión con entraña de pandemia”. A todo ello le ha llamado “caligrafías” de una pandemia, cuya insistencia solo guarda parangón con la igualmente persistente energía de la artista, que ha transformado el confinamiento en arte; nutriente del creador y, ahora, también alimento para cuantos lo necesitan.

Vista de la exposición ‘Las caligrafías de la pandemia’, de Ángela García, en el Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia. Imagen cortesía del autor.

MAKMA