Ángel Masip. Meteorismo
La New Gallery
C/ Carranza, 6. Madrid
Inauguración: 18 de diciembre, a las 20h
Hasta el 15 de febrero 2014

Los espacios que habitamos, los entornos que nos rodean, los acontecimientos televisados, el concepto de paisaje, la propia naturaleza… Todo ello entraña un remanente mental que pone en tela de juicio el desenlace natural de las cosas. La duda sobre la certeza de lo fortuito amenaza continuamente nuestra existencia. Diariamente asistimos a un bucle cotidiano que se cierne sobre nosotros con su eterna y trágica pesada carga.

A pesar de la convergencia de las acciones, de los procedimientos para reconducir actitudes, parece que no asistimos a ningún cambio sustancial, que todo sigue su propio curso repitiéndose una y otra vez bajo los designios de su propia melancolía, a través de ese túnel que nos brinda la historia, tal y como apunta Milan Kundera “El crepúsculo de la desaparición lo baña todo con la magia de la nostalgia; todo, incluso la guillotina”.

Al igual que en nuestro entorno, la idea de naturaleza, es decir, la arbitrariedad impuesta por leyes que escapan al dominio humano, es algo que trasciende incluso al propio dominio del concepto. Frecuentemente pasamos por alto ciertas intervenciones, determinadas circunstancias que desvían nuestra percepción y que determinan las acciones que percibimos hacia un terreno enmascarado por la confusión, que las eleva a categorías con las que no se corresponden exactamente. Bajo este mismo paradigma, carece de sentido cualquier voluntad de pretender modificar el desenlace histórico. El propio acontecer natural de las cosas se impone frente a un estéril afán de reorientación.

Ángel Masip. Meteorismo I. 2013. Imagen cortesía de la New Gallery
Ángel Masip. Meteorismo I. 2013. Imagen cortesía de la New Gallery

La disuasión de la propia voluntad es todo un reto para el individuo contemporáneo, voluntad que condiciona cualquier acción, incluso la de evocar un momento o una acción irrepetible, todo un reto desatender el anhelo que abochorna cada instante al que sobrevive la humanidad.

Meteorismo juega con la propia semántica del término y la confusión que este pueda generar, tal y como generalmente sucede con la experiencia artística y su análisis conceptual. Hoy más que nunca, y más allá de lo que a priori nos pueda parecer, la reivindicación de la experiencia espiritual se impone frente a la objetividad del análisis, en aras del conocimiento del yo para poder afrontar los nuevos conflictos y retos que la sociedad contemporánea plantea.

Vista de la exposición
Vista de la exposición Meteorismo. Imagen cortesía de la New Gallery