El Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) celebra sus 25 años de existencia. Una existencia que ha vivido un deterioro agresivo en su mala gestión. Si otrora fue el ejemplo a seguir por otros museos nacionales e internacionales aun con escasos medios económicos, hoy día es el modelo que ejemplifica el declive cultural de una ciudad.

En sus orígenes el IVAM se constituyó como algo más que un museo, como un Instituto; que de acuerdo a sus objetivos fundacionales debe impulsar y dinamizar todo el sector del arte contemporáneo. Y que además, como tal, hoy día debería mantener este correlato con el tejido de profesionales que trabajan en la ciudad y a los que se ha dado la espalda. Desde el año 2000, el IVAM entró en una degradación que, a lo largo de una década, ha sido cada vez más notable.

IVAM cuando los museos hacen "crack"

En la actualidad, se evidencia en demasía como el Instituto ha perdido completamente aquella relevancia en el contexto artístico y su programación incumple gran parte de las funciones de sus estatutos fundacionales. En opinión de una mayoría de profesionales, desde el año 2000 las muestras que se presentan en el IVAM están directamente relacionadas con los caprichos y compromisos de sus directores, sin seguir las directrices de difundir y dar a conocer las propuestas que configuraron el arte del siglo XX y las que están sentando las bases del XXI.

Desde las asociaciones que firmamos este comunicado queremos también poner de relieve que los parámetros de profesionalidad en la gestión, en los modelos de relación con los agentes implicados (proveedores, artistas, comisarios, prensa, etc..) y en los sistemas de evaluación y control de los objetivos y del gasto, no cumplen los mínimos criterios deontológicos deseables. Existe, además, una ausencia total de profesionalización en los procedimientos empleados por la dirección del centro y que en un sinfín de ocasiones hemos denunciado públicamente.

Por todo ello, exigimos transparencia. Transparencia en las cuentas del museo y en las adquisiciones de obra para su colección, en la contratación de servicios externos, así como en las cuestiones relacionadas con las donaciones. Del mismo modo, pedimos, en un momento como el actual, que su directora dimita o sea destituida de su cargo si no explica de manera pormenorizada aquellos asuntos en los que la independencia entre el dinero público y sus intereses privados se ha visto comprometida e incumplida. Y principalmente, consideramos que su sustitución al frente de la dirección del IVAM es ya imprescindible, mediante un procedimiento de acuerdo al Manual de Buenas Prácticas (que otras autonomías gobernadas por el PP ya han asumido y aplicado a sus políticas culturales), que garantice la selección no politizada de un profesional con el perfil adecuado. A través del concurso público se pretende aplicar la máxima de una democracia cultural en la que el rigor y la regularidad acompañe las bases de nuestro sector como parte del aparato democrático.

Consuelo Ciscar, directora del IVAM (2004-2014). Foto: Miguel Lorenzo
Consuelo Ciscar, directora del IVAM (2004-2014). Foto: Miguel Lorenzo

El prestigio o desprestigio de una institución, se incorpora y afecta a la acción de quien gobierna. La trayectoria histórica del IVAM y su constitución como elemento central del programa público de cultura exigen la consistencia de un proyecto, que por su calidad cuente con un elevado grado de consenso.

Solicitamos, al máximo responsable cultural de nuestra comunidad, el Presidente Alberto Fabra, que tome cartas en este asunto donde, una vez más, la labor de los profesionales del sector de la cultura y el arte moderno y contemporáneo se ha visto ninguneada y maltratada, a la vez que los intereses culturales, económicos y turísticos valencianos han resultado gravemente dañados. Algo que, una vez más reiteramos, vamos detectando desde largo tiempo. Los profesionales reivindicamos un IVAM vivo, activo, en el que podamos trabajar, investigar, proponer y para el que deseamos una integración total en la participación del crecimiento cultural de la ciudad de Valencia.

Por último, solo podemos hacer un llamamiento a nuestros políticos para que con su ayuda podamos devolver el rigor y el respeto a esta institución, contribuyendo con ello a iniciar un nuevo ciclo capaz de reactivar el importante papel que el IVAM está llamado a desarrollar.

Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC)

Associació Valenciana de Crítics d’Art (AVCA)