‘El Rey’, de Alberto San Juan
Una producción de Teatro del Barrio
Teatro Principal
Barcas 15, Valencia
Del 23 al 25 de septiembre de 2016

Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias -católico y romano, vitalicio, duque, conde, capitán general, gran maestre, campechano (epíteto) y monarca-, atesora diáfana semblanza oficial y opaca biografía oficiosa. Figura irrefutable para la lacaya ortodoxia e ineludible incógnita de los hipogeos patrios.

De contenido inexcusable para las diacronías hispánicas, rubrica Alberto San Juan un libreto de sombras y remedos que cobra morfología escénica en ‘El Rey’ -una producción de la plataforma cultural (artística y política) Teatro del Barrio-, cuyo argumento, juicio y testimonio ha recalado en el Teatro Principal de Valencia, tras varios meses de recorrido, de la mano y la prosodia del propio San Juan, Manolo Solo y Luis Bermejo.

Luis Bermejo, como Juan Carlos I, durante un instante de 'El Rey'. Fotografía cortesía de la compañía.
Luis Bermejo, como Juan Carlos I, durante un instante de ‘El Rey’. Fotografía cortesía de la compañía.

Transitan por ‘El Rey’ una veintena de personajes de compartida y decisiva consanguinidad con la mano diestra (y siniestra) del acontecer político español de la segunda mitad del siglo XX, cuyo testimonio dispar se transmuta en radiografía acerba de Juan Carlos I y de sus coetáneos, sembrando dubitaciones certeras e interrogantes umbrías que vienen a revelar las incómodas costuras que rozan la entrepierna de nuestro tiempo.

Luis Bermejo, huérfano de histrionismos, gime, parvuliza y convulsiona a un monarca caduco, siendo San Juan y Solo quienes reportan fonética de homilía a la vasta nómina de conspicuos. Fruto de un explícito trabajo de documentación, los parlamentos de corte y cámara, las diatribas oficiales, el periodismo fámulo y las inquietantes memorias convierten el collage en una cruda y elocuente viñeta de información desestructurante, que salpica el cándido relato inoculado a sucesivas generaciones de súbditos.

Luis Bermejo y Alberto San Juan, durante un instante de 'El Rey'. Fotografía cortesía de la compañía.
Luis Bermejo y Alberto San Juan, durante un instante de ‘El Rey’. Fotografía cortesía de la compañía.

El aflautado y generalísimo Francisco Franco Bahamonde; Juan de Borbón y Battenberg (monarca apócrifo); el siniestro y estentóreo alma máter de la Legión, José Millán-Astray; el fugaz presidente Luis Carrero Blanco y la alargada proyección de Henry Alfred Kissinger; el dimitido prócer de la Transición, Adolfo Suárez González, y su dilatado sucesor, Felipe González Márquez. Rodolfo Martín Villa, Joaquín Garrigues Walker, Alfonso Armada y Comyn (General Armada) o Antonio Tejero Molina Tejero, entre otros, completan un horizonte de intenciones y despropósitos del cabaré nacional (vertical y tabernario), cuya puesta en escena alimenta la certidumbre de la sospecha que se cierne sobre el relato oficialísimo.

Completan el informe, amén de otras y numerosas plausibles licencias, la lucidez de camastro de Chicho Sánchez Ferlosio, la ingeniosa recreación de la pena capital, por el procedimiento de garrote vil, a Salvador Puig Antich, y el reparador encuentro -afilado dorso de aquella (no)entrevista- entre un litigante Jesús Hermida y el desenmascarado (por omisión) jefe del Estado, abocado a ocupar el Pudridero del Panteón de los Reyes -Cripta Real del Monasterio de El Escorial- ad eternum.

Manolo Solo, Luis Bermejo y Alberto San Juan, protagonistas de 'El Rey'. Fotografía cortesía de la compañía.
Manolo Solo, Luis Bermejo y Alberto San Juan, protagonistas de ‘El Rey’. Fotografía cortesía de la compañía.

Jose Ramón Alarcón