«Si me asomo a la delicadeza destructiva del arte, apenas puedo respirar»

 

Lara Moreno (Sevilla, 1978) creció en Huelva y actualmente vive en Madrid. Recientemente ha estado en Lotelito, (Valencia) para presentar su primera novela Por si se va la luz (editorial Lumen). En la obra, cuenta la historia de una pareja de treintañeros, Nadia y Martín, artista y científico, que deciden dar una vuelta radical a su vida y trasladarse a vivir al campo. El pueblo que eligen cuenta con tan solo tres habitantes.

 

¿La lectura es para ti un imprescindible como para Nadia? ¿Te llevarías varios libros en tu equipaje?

Sí, para mí es imprescindible, y siempre me llevaría libros. Para Nadia en realidad no era imprescindible en su vida, pero toma la decisión de llevarse libros porque entiende que allí, sin otros medios, podrá encontrar en la lectura algo más que un simple placer.

¿Serias capaz tu también de ir a una zona perdida con un amor desgastado?

Pues depende de las circunstancias. En realidad, no construí a mis personajes basándome en lo que yo sería o no capaz de hacer: sería muy aburrido limitarse a la valentía o cobardía de uno mismo.

¿Ir a un lugar así une a las personas?

Si te refieres a la pareja, es una gran incógnita. Es imposible saber, creo, qué circunstancia unirá o separará a una pareja. Fugarse del hogar, juntos, ir a un lugar desértico puede ser peligroso para ellos. Pero ¿es que quedarse en el hogar, continuar con lo cotidiano, es una solución mejor? Nunca se sabe… Aparte de la pareja, si pensamos en el resto de los personajes: creo que la convivencia estrecha, directa y basada en la necesidad, a pesar de la tensión que puede generar y la incomodidad, sí une a la gente.

¿A qué lugar te refieres? ¿O nos quedaremos sin saberlo?

No existe el lugar en el mapa. Me lo imagino en España, quizá por el ambiente y algo del paisaje en la meseta, pero en realidad tiene relativamente cerca la costa, y lo cercan unas montañas altas.

¿Ese lenguaje tan cuidado se nace o se estudia? ¿Ha sido muy difícil de escribir?

No sé qué decirte, supongo que un poco de ambas cosas. Hay algo que sale de forma natural, que no se puede forzar ni tampoco dominar, pero luego todo hay que trabajarlo con un poco de frialdad, para limar las aristas. Por supuesto, no trabajarlo hasta el delirio, porque si no puedes volverlo impersonal. Ha sido más difícil calibrar cuánto había que corregir y cuánto no, encontrar ese equilibrio entre ambas cosas dándole prioridad al texto.

Lara Moreno en Lotelito (Valencia)
Lara Moreno en Lotelito (Valencia)

Nadia afirma en la obra «si me asomo a la delicadeza destructiva del arte, apenas puedo respirar». ¿Qué significa para ti el arte?

Una forma de expresión, de comunicación, a veces una forma de vida, una forma de sentir y de percibir.

¿Cómo ha sido el cambio de la poesía  a la novela?

He escrito poquísima poesía en mi vida, y ya bastante tarde. Lo que ha sido más complicado ha sido el cambio del relato a la novela. Creo que algo hay de la estructura del relato en la novela. Pero no fue fácil al principio. Me parecía estar en la cuerda floja todo el tiempo. Hasta que la cuerda se fue haciendo más ancha.

¿Porqué esa línea narrativa? ¿El libro de pedía dividir a los personajes?

Creo que fue primero la idea de una novela coral y luego llegaron los personajes, o si no fue antes fue casi a la vez. Elegí hacer una novela coral y además utilizar la tercera persona porque me apetecía enfrentarme a todo eso, me apetecía tener la libertad de la primera persona y el sosiego de la tercera.

¿Tenías la historia clara desde el principio?

Tenía claros el arranque, el planteamiento, un breve esbozo de los personajes y el contexto, al marco que rodea a la historia. Pero poco más, todo iba llegando poco a poco, conforme avanzaba en la escritura.

¿En qué medida la literatura es arte para ti?

En toda medida.

¿Caerás en los libros electrónicos online?

No lo creo.

¿Si pudieras relacionar tu novela con un olor con cuál sería, y con un color? 

Olor a tierra, color el del cielo en un año de sequía.