Les pronoms febles, de Rogelio López Cuenca
Galería pazYcomedias
Plaza del Patriarca, 5. Valencia
Hasta el 6 de febrero de 2016

Hay dos frases, hechas con diferentes palabras y materiales, en la galería pazYcomedias que sirven como detonante del trabajo de Rogelio López Cuenca. Una es ésta: “Poéticamente habita el hombre”, de Hölderlin. La otra, del acerbo popular, se refiere al ‘Home, sweet home!’ (hogar, dulce hogar). Con ambas, previamente dislocadas, cuestiona la imagen que de esa habitabilidad tenemos en la actualidad, donde lo privado y lo público a veces se confunden. Y lo hace, siguiendo al propio Hölderlin, habitando él poéticamente esa realidad que cuestiona.

López Cuenca entiende ese trabajo poético como “la china que viene a interrumpir el fluido de las convicciones que tenemos”. En este caso, referido a su exposición ‘Les pronoms febles’, cuestionando esa “idealización del espacio doméstico”. Por eso del ‘Home, sweet home’, el artista se pasa al ‘Home, swept hole’ (algo así como hogar barrido de agujeros), con el que advierte que tras esa imagen amable de la vivienda ofrecida en los anuncios publicitarios y televisivos, se ocultan muchas otras casas de habitabilidad más áspera.

Instalación de Rogelio López Cuenca en la exposición Les pronoms febles. Imagen cortesía de pazYcomedias.
Instalación de Rogelio López Cuenca en la exposición Les pronoms febles. Imagen cortesía de pazYcomedias.

Rogelio López Cuenca extiende al recinto privado la crítica que en el IVAM hace del turismo oficial en los espacios públicos. Y como lo hace poéticamente, subraya “la complejidad y los espacios de tensión” que percibe en esa construcción idealizada de la vivienda, mediante el “extrañamiento del lenguaje”. Así, las instalaciones y videos que conforman su trabajo en pazYcomedias están hechos con palabras de diferentes tipografías e imágenes entremezcladas provenientes de ámbitos distintos.

“Construyo formas poéticas con elementos que no lo son”. Por ejemplo: en la frase de Hölderlin, hay sílabas hechas con un plato original del Fondo Monetario Internacional o que remiten a compañías de seguros u otras empresas. Lo mismo sucede en los tres videos, donde aparecen imágenes del mundo publicitario con otras de carácter documental o fílmico, para producir esa tensión entre elementos dispares. Esa utilización de materiales ajenos también forma parte de su forma de entender el arte. “Estoy en contra de la originalidad”.

Instalación de Rogelio López Cuenca en la exposición Les pronoms febles. Imagen cortesía de pazYcomedias.
Instalación de Rogelio López Cuenca en la exposición Les pronoms febles. Imagen cortesía de pazYcomedias.

En un texto elocuentemente titulado ‘Yo me acuso’, López Cuenca dice: “Me acuso de tener conciencia de formar parte de un diálogo permanente con una inmensa herencia cultural precedente”, y de “creer que toda obra de arte deriva de otras previas que forma con ellas un tejido, una red”. Con parte de ese tejido construye ‘Les pronoms febles’, referidos a la dificultad que tales pronombres débiles tienen para el que aprende catalán y, por extensión, a todo aquel que pretende un mensaje unívoco. Lenguaje, en todo caso, que cuestiona esa “construcción cultural en torno a la vivienda”, cuya imagen “ha tomado una dirección distinta”.

Rogelio López Cuenca mezcla los hogares de las revistas de decoración y sus derivados (anuncios de periódicos, casas de lujo en televisión), con espacios domésticos menos gratos.  “Textos e imágenes con blancos que debe llenar el lector espectador”. Palabras de ‘Home swept hole’, libro suyo de poemas que fue el germen de todo, aparecen igualmente desplegadas por las paredes de la galería a modo de un rítmico y extraño lenguaje que se va “trenzando por azar”. No hay un solo hogar en pazYcomedias, porque ese hogar “no es el mismo en todas las casas del mundo”, concluye el artista.

Instalación de Rogelio López Cuenca en la exposición Les Pronoms Febles. Imagen cortesía de pazYcomedias.
Instalación de Rogelio López Cuenca en la exposición ‘Les pronoms febles’. Imagen cortesía de pazYcomedias.

Salva Torres