Crónica de la Gran Guerra. El archivo de Tánger
Museo Valenciano de Etnología
Centre Cultural La Beneficencia
Corona 36, Valencia
Hasta el 28 de febrero

Cuando el camarógrafo Pablo San Juan (Logroño 1960) viajó a Tánger para trabajar en un proyecto sobre las zonas de la frontera no imaginaba el hallazgo fotográfico que localizaría en la Kasbah de la ciudad, ni las arduas negociaciones a las que se enfrentaría con el poseedor de las 450 placas de vidrio, negativos originales estereoscópicos – una especialidad fotográfica que permite contemplar las instantáneas en tres dimensiones-. De este modo, previo visto bueno de Jesús Rocandio (director de la Casa de la Imagen de Logroño), las imágenes de la I Guerra Mundial, realizadas entre 1916 y 1935, zarparon en 1999 a dicha institución para ser revisadas, documentadas, registradas y digitalizadas.

Una instantánea de un puente dinamitado por los por los soldados alemanes (1917). Fotografía: Jose Ramón Alarcón.
Una instantánea de un puente dinamitado por los por los soldados alemanes (1917). Fotografía: Jose Ramón Alarcón.

A pesar de que el material localizado se hallaba en un estado de deterioro avanzado, debido a la convivencia de tantos años entre gelatina y elementos orgánicos -termitas-, se encontraba muy bien clasificado por temas -el autor numeró las cajas de cero a nueve con pequeña pegatinas, mientras dividía la totalidad del archivo en tres grandes bloques: de la caja cero a la nueve como GE, de la cinco a la seis como Montagne y de la siete a la nueve Famillie. una compartimentación escrita a lápiz, fácil de clasificar-.

A través de las imágenes detectamos que el autor retrata las contiendas que se ajustan geográficamente a la zona de los Vosgos, el Canal de la Mancha, territorios del norte de Francia y Bélgica -las demarcaciones más castigadas por la la guerra-, alternándolos con dos batallas sumamente duras que se suceden en el tiempo, Verdún y el Somme, en 1916, y Chemin des Dames, en 1917.

Vista parcial del montaje de la exposición. Fotografía: Jose Ramón Alarcón.
Vista parcial del montaje de la exposición. Fotografía: Jose Ramón Alarcón.

Con toda esta información era muy importante conocer la autoría del fotógrafo para poder entender con más certeza el porqué de este tipo de fotografías. Así pues, tras un estudio histórico muy exhaustivo, se concluía que el autor de dichas imágenes era Pierre Antonine Heri Givord, un oficial del ejército francés del servicio de automóviles, procedente de buena familia, doctor en Derecho y muy aficionado a la fotografía. Desde esta perspectiva de oficialidad, y situado en su automóvil descubierto, captura todos los momentos del enfrentamiento, situaciones banales, curiosas, crueles y descarnadas con su cámara estereoscópica- muy popular entre los amateurs en aquel 1914, que marchaban con sus aparatos tras ser movilizados (es incluso después del conflicto cuando se produjo un notable resurgimiento de las vistas estereoscópicas industriales al hilo de los sucesos bélicos), mostrando al espectador una excelente labor documental de suma habilidad técnica y una aproximación analítica y distante de la realidad, con un olfato estético excepcional. Fue nombrado ‘Caballero de la Légion d,Honneur’ tras la guerra y jubilado del servicio en 1933.

Los coordinadores de la exposición, Robert Martínez, Pablo San Juan y Jesús Rocandio, han considerado importante dividir la muestra en cinco partes, con la pretensión de explicar la Gran Guerra como un punto de inflexión y cambio en el concepto y material bélico que se tenía hasta el momento. ‘A ras de suelo’ nos habla de la guerra en las trincheras y el cambio de concepto de guerra dinámica a guerra estática. “Carne y acero” muestra la aparición de nuevos ingenios bélicos, es decir, la industrialización de la guerra. ‘Los desastres de la guerra’ se centra en la destrucción de pueblos y ciudades. ‘Carne de cañón’ desvela la movilización de la sociedad y el esfuerzo bélico y, finalmente, ‘Sin fronteras’ aborda la internacionalización del conflicto. Una banda sonora muy sutil con algo de swing suaviza la dureza y la cotidianidad de la realidad que visionamos en las imágenes.

Detalle indumentario de uno de los aditamentos presentes en la exposición. Fotografía: Jose Ramón Alarcón.
Detalle indumentario de uno de los aditamentos presentes en la exposición. Fotografía: Jose Ramón Alarcón.

La exposición se complementa con una serie de conferencias y proyecciones audiovisuales entre las que destacan: ‘Sin novedad en el frente’ (1930), del director Lewis Milestone, ‘Largo domingo de noviazgo’ (2004), dirigida por Jean-Pierre Jeunet,  y ‘Destino de Nunik’ (2007), bajo la batuta de Paolo y Vittorio Taviani, entre otras.

Merche Medina