Canibaal, revista de arte y literatura
Directores: Ximo Rochera, Fran Amador y Aldo Alcota
Nº 1, Sexo y Locura. 8€
De venta en quioscos y librerías

A rebufo de aquel Manifiesto Caníbal Dadá de Francis Picabia, leído en 1920, nace la revista de arte y literatura Canibaal, dirigida por Ximo Rochera, Fran Amador y Aldo Alcota, así, por riguroso orden alfabético inverso. Con la idea de ponerlo todo patas arriba, o al menos con la intención de no andar cabizbajos, han decidido sacar el primer número de la revista sin publicidad, con la imaginación por montera, poniendo (de momento) dinero de sus bolsillos y dedicando este primer ejemplar al sexo y la locura. Al sexo, es de suponer, porque parir una revista requiere de cierta pasión por el cuerpo textual y la imagen que lo acompaña, y a la locura, porque cierta demencia se hace necesaria para sacar un proyecto editorial en tiempos de virtualidad extrema.

Portada del primer número de la revista Canibaal.
Portada del primer número de la revista Canibaal.

Como el antecedente Caníbal del que maman, Rochera, Amador y Alcota se estarán preguntando por la incredulidad con que muchos habrán acogido su propuesta artístico literaria. Y, al igual que Picabia, dirán: “¿Qué hacen ustedes [ahí], hacinados como ostras serias?” Y la respuesta no se hace esperar en su primera editorial de la revista: “Hay que reventar los globos de la idiotez y la hipocresía”. Para terminar lanzando su grito de guerra: “Canibaal, la disciplina de lo asombroso. Caníbaaaaaaaaaal! Salimos al recreo. A divertirnos con las corbatas de los zombies!”

La bestia humana, de Fillol, obra citada en uno de los artículos de Canibaal.
La bestia humana, de Fillol, obra citada en uno de los artículos de Canibaal.

Para combatir esa idiotez e hipocresía que está provocando la emergencia de tanto zombie desorientado, Canibaal nos propone un menú rico en ensayos con colmillo filosófico (que arranca con El imaginario del escritor loco, de Jesús García Cívico), en entrevistas (a Nazario), en relatos (El año que perdí la inocencia, de Roser Amills, o Art Brut, del propio Ximo Rochera), en poesía (de Bruno Montané, Roberto Yáñez o Lola Pan), en cine (Bienvenido a la carne, de Dani Gascó), en un buen puñado de mordiscos en la red, y en regalos, porque este primer numero lleva en su interior una obra del artista Alfonso Renza.

Fotograma de Chroniques sexuelles dune familie daujourdhui, en el artículo de Dani Gascó para Canibaal.
Fotograma de Chroniques sexuelles dune familie daujourdhui, en el artículo de Dani Gascó para Canibaal.

Canibaal, que ya se puede comprar en quioscos y librerías al módico precio de 8€, tiene 66 páginas bien maquetadas, que arrancan con una ilustración de Aldo Alcota: Caníbal de la confusión patajazz. Un mundo caníbal para lectores con hambre voraz de arte y literatura, en medio, efectivamente, de una confusión alarmante. Quizás alentado por ella, como quien echa gasolina al fuego para acelerar el proceso de combustión interna que parece agitar nuestra, por otra parte, adormecida sociedad, la revista Canibaal inunda sus páginas de sexo y locura.

Hastiados del vacío lenguaje político y del anestesiante, pero sin duda seductor, lenguaje publicitario, el manifiesto caníbal del que se nutre la nueva revista con sede en la Calle dels Tomasos de Valencia, no viene si no a agitar esa coctelera con el fin de revelar su ausencia de contenido. A cambio, prometen palabras subversivas, incendiarias, poéticas, con las que adentrarse en lo real de una experiencia caníbal. Entren a la revista con cuchillo y tenedor, porque con las manos, por muy Canibaal que se anuncie su lectura no entenderemos nada. Debajo del humor siempre hay cierta verdad escondida. Que aproveche.

Fotograma de Shortbus para el artículo de Dani Gascó en Canibaal.
Fotograma de Shortbus para el artículo de Dani Gascó en Canibaal.

Salva Torres